Por primera ocasión, la empresa editora de nuestro periódico decidió financiar la aplicación de una encuesta estatal para obtener información sobre las percepciones de los zacatecanos ante la seguridad, la economía y sobre las consecuencias de las reformas constitucionales aprobadas a fines del 2013. Algunos de los resultados fueron publicados en las ediciones de los días 5, 6, y 7 del presente mes y están disponibles para quienes deseen mayor información. Con ello pretendemos dotar a la sociedad de información cuantitativa sobre diversos asuntos públicos con el propósito de contribuir a la elevación de la calidad de nuestro debate.
En primer lugar llama la atención el hecho de que parte importante de los encuestados se mostró renuente a contestar, mientras que una mayoría de quienes participaron no espera resultados positivos de las reformas aprobadas, salvo la educativa, en la que el tercio mayor de los ciudadanos sí espera mejore la calidad de la educación.
En relación a la pregunta sobre los problemas más graves, siguen apareciendo la inseguridad y el desempleo como las principales preocupaciones. Si bien un tercio mayor percibe mejoras en el ámbito de la seguridad, lo cierto es que otro tercio no emitió opinión y uno más percibe deterioros, por lo que nadie debería lanzar campanas al vuelo. Mientras tanto, la desesperanza sobre el proceso económico, especialmente la generación de empleos, en el tercio mayor de quienes sí respondieron el cuestionario domina una visión pesimista, tanto del año pasado como del próximo. Da la impresión de que la población no percibe con claridad una política económica que tenga como propósito el aumento de su bienestar.
Si a lo anterior agregamos las expresiones de inquietud social expresadas por sectores muy amplios de la población como el magisterial, el de la salud, los frijoleros, los universitarios y maestros de diversas instituciones de educación media superior y superior, concluiremos que la atmosfera política de Zacatecas no está como para agregarle agravios como el carpetazo a la compra-venta de votos en la anterior Legislatura, o la designación como consejeros electorales independientes de distinguidos y eficaces operadores electorales de los partidos.
Es muy importante que se inicie un proceso de reformas a las instituciones locales, tendiente a restituir las funciones de equilibrio y contrapeso que la arquitectura republicana asigna a diversas instituciones del Estado. El procurador de justicia ya debe ser autónomo para erradicar la impunidad; los operadores electorales no deben ser árbitros; el auditor superior no debe ser empleado de las autoridades a controlar, y los poderes legislativo, judicial y ejecutivo deben ejercer sus funciones de control para que en Zacatecas el poder controle al poder.
