■ Es considerado el fundador de la llamada Microhistoria en México
El historiador Luis González y González, autor de Pueblo en vilo, El oficio de historiar e Invitación a la microhistoria, recibió un merecido homenaje durante el penúltimo día de actividades en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara 2013.
Con la presencia de personalidades de la vida académica y cultural de México, entre ellos el también historiador Jean Meyer; así como el director de la Academia Mexicana de la Historia, Andrés Lira, y el presidente del Colegio de México, Javier Garcíadiego, González y González fue reconocido como uno de los mejores historiadores de México.
Fundador del Colegio de Michoacán (Colmich), el primer centro educativo que ofreció educación de posgrado fuera de la Ciudad de México, Luis González y González fue también uno de los iniciadores del programa académico en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
El director de la Academia Mexicana de la Historia lo calificó como un académico que además de estar preocupado por la rigurosidad histórica quiso combinar a la historia con la literatura. “Reconoció la labor de los cronistas y retomó el lenguaje popular para combinarlo con el científico”.
Es también considerado el fundador de la llamada Microhistoria en México que aplicó en la obra dedicada a su pueblo natal San José de Gracia, Michoacán. Fue un historiador que escribió desde la comunidad y para la comunidad, destacó el antropólogo Claudio Lomnitz. “Luis González y González fue una especie de Juan Rulfo y de Agustín Yáñez para la historia al renovar el lenguaje histórico, un escritor que le dio a la teoría un lenguaje distinto”.
Luis González decía, expuso Jean Meyer en su intervención, que antes de escribir historia debía darse una ducha de buena prosa, pero al mismo tiempo dejó de leer ficción porque estaba seguro que la historia tenía más imaginación que la novela.
Además de atraer los reflectores a la historia de su pueblo, González y González también escribió desde él para el mundo, pues su libro El oficio de historiar es considerado de dimensión universal ya que 85 por ciento de los autores mencionados en su bibliografía son de otros países. “Ganaba al mundo para su provincia”, concluyó Andrés Lira.
