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miércoles, 24 abril, 2024
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Los zacatecanos unidos contra la reforma energética

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Por: RAYMUNDO CÁRDENAS HERNÁNDEZ •

Ante la inminencia de la aprobación de la reforma energética propuesta por EPN, los zacatecanos deberíamos hacernos las siguientes preguntas: en el siglo 21 ¿Puede un pueblo como el mexicano ser dueño de su destino si pone en manos ajenas su sector energético? ¿Será soberano el Estado mexicano si su política de generación de energía se determina en el extranjero? ¿Es correcto eliminar de la Constitución la definición de que los energéticos son estratégicos? Las respuestas pertinentes pueden ser extraídas de nuestra experiencia con el sistema financiero desnacionalizado, cuyas definiciones principales, muy alejadas del interés de México, llegan de Madrid o Nueva York a sus filiales mexicanas, las cuales envían a esas mismas metrópolis sus multimillonarias ganancias.

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Quienes vivimos en las regiones más atrasadas de México deberíamos tener claro que la actuación libre de las leyes del mercado siempre conduce a que la inversión y el crédito se concentren en los territorios donde la rentablidad del capital es mayor, o sea en los más desarrollados, en los que opera el mecanismo expresado en el dicho popular de que “dinero llama a dinero”; así como sabemos que los bancos particulares extraen el escaso ahorro de las zonas atrasadas para invertirlo en las desarrolladas, no debemos hacernos ilusiones de que las corporaciones petroleras aplicarán sus inversiones en regiones como Zacatecas; ellos irán a las zonas petroleras a participar en el negocio de la exploración, la perforación y la extracción, y le imprimirán el ritmo que exija la seguridad energética de Estados Unidos.

Además, obtendrán a precio de ganga la materia prima para alimentar sus industrias de refinación y petroquímica cuyos productos exportarán a nuestra dependiente planta productiva; es una ingenuidad creer que las trasnacionales petroleras construirán en México plantas para fabricar productos que ahora mismo ellos exportan a México desde sus instalaciones en EU y mayor ingenuidad es esperar que inviertan en Zacatecas.

Por nuestra experiencia con la explotación de los minerales por empresas propiedad de particulares, los zacatecanos deberíamos informar al resto de los mexicanos que lo más seguro es que las trasnacionales petroleras estarán solamente interesadas en aumentar indiscriminadamente la extracción y la exportación de crudo, y no en agregar valor y generar empleos en México; hay que dejar claro que en lo esencial no existe diferencia entre las grandes compañías mineras y las petroleras, y que las segundas exigirán muy pronto el tratamiento fiscal que reciben las primeras, lo que derrumbará las ilusiones que ahora promueve el gobierno en que se generará un incremento significativo en las aportaciones a la hacienda pública nacional. Nada indica que un gobierno incapaz de hacer que los más poderosos aporten recursos fiscales equivalentes a los que pagan trabajadores y clases medias, vaya a serlo frente a las corporaciones petroleras. Lo más seguro es que éstas se sumen al grupo de empresas privilegiadas, como Televisa, que gustosas actúan como padrinos de candidatos en los procesos electorales.

Un efecto secundario aún más pernicioso que el económico será el que causen en el sistema político, pues esas empresas extranjeras están acostumbradas a intervenir para controlar a la clase política mediante aportaciones económicas gigantescas para sus campañas y abriéndoles puertas y ventanas de las televisoras más importantes, propiedad de corporaciones con intereses entrecruzados con las petroleras. De ese modo se avanzará rápidamente en la transición de la incipiente democracia mexicana hacia una corporatocracia, para utilizar el término utilizado por el destacado economista de la Universidad de Columbia, Jeffrey Sachs, para denominar el régimen norteamericano en este siglo. El afirma que mediante el dinero y sus medios de comunicación las corporaciones controlan a los políticos para que gobierne de acuerdo a sus intereses, lo que ha generado el incremento desmesurado de la pobreza y la desigualdad en los propios Estados Unidos y en el resto del mundo.

La élite del poder económico y político de Zacatecas, debe plantar los pies en la tierra y reconocer nuestra dependencia de las transferencias e inversiones de Gobierno federal; debe reconocer que la decisión de compartir las utilidades petroleras con las corporaciones implicará un crecimiento del poder de quienes exigen una menor actividad para promover el desarrollo regional por parte de Gobierno federal, y que ello profundizará las brechas entre los territorios atrasados y los desarrollados al dejarlas a merced de las fuerzas del mercado.

Por último cabe mencionar que otro efecto demoledor de las reformas a los artículos 27 y 28 constitucionales para la convivencia de los mexicanos será el incremento exponencial de los recursos disponibles para la corrupción. El equipo cercano al presidente ya se imagina con un asiento en los consejos de administración de las trasnacionales petroleras, por las acciones que recibirán como premio, comisión o mochada, por el otorgamiento de permisos y/o concesiones por cantidades que nunca soñaron tener en sus manos.

Las anteriores son razones de peso para que el pueblo de Zacatecas unido haga oír su voz en defensa de la Constitución y de la herencia de Lázaro Cárdenas. ■

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