Através de las redes sociales, se ha dado a conocer información de la revista norteamericana Forbes, donde se hace alusión a las 71 personas más poderosas del mundo. La publicación de temática de negocios y finanzas muestra a 17 jefes de Estado en la cima del conteo. Encabeza: Vladimir Putin (Rusia), le siguen Barack Obama (EU) y Xi Jinping (China).
En el listado aparecen tres mexicanos: Enrique Peña Nieto, presidente de la República (lugar 37), Joaquín “el Chapo” Guzmán (en el 67) y el mejor ubicado, el presidente del Grupo Carso, Carlos Slim Helú (puesto 12).
En la misma revista, el pasado 16 de septiembre de este año, se publicó un listado de los más opulentos del orbe. Allí se anunció que el mexicano Carlos Slim dejó de ser el más rico del planeta, pues cayó al segundo puesto. En la cima se encuentra el fundador de Microsoft, Bill Gates (EU). A pesar del suceso, Slim sigue acumulando una fortuna de aproximadamente de 69 mil 860 millones de dólares.
El día 26 de octubre del año en curso se publicó en el sitio web Youtube un video donde aparecen figuras del espectáculo de la casa Televisa. En el montaje, se pide la solidaridad de los mexicanos hacia Slim para que vuelva a ser el hombre más rico de mundo. El video se conduce bajo un sentimiento de burla y humor sarcástico por la caída del magnate de las telecomunicaciones. (Le puede encontrar como #Todos con Slim).
El 29 de octubre, tres días después de la publicación del video en Youtube, se dio a conocer en el canal TVInfiltrado del mismo sitio web, un video editado del primero. El tema apunta a la intención y deseo del presidente del Grupo Televisa para ser el hombre más rico del mundo. (Se encuentra en la red como “Azcarraga de Televisa quiere ser el millonario # 1 del mundo”).
Ambos videos nos muestran un contexto lleno de hostilidades entre dos de los empresarios más importantes de México. Los acontecimientos son parte de la llamada “Guerra de las telecomunicaciones”. ¿De qué se trata esta guerra? ¿Por qué la información que se da en las televisoras no habla del tema?
Como se ha venido manejando en textos de semanas pasadas, los medios de comunicación juegan un papel importante en el control de la información. Una sociedad desinformada es fácil de manipular. Los medios de comunicación son el cuarto poder del Estado. También las empresas que brindan servicios de comunicación como las televisoras, telecomunicaciones y software son vistos como los espacios del mercado más rentables.
Con el avance de la tecnología, uno puede acceder a los servicios de telecomunicación (televisión, Internet y teléfono) con una sola plataforma de conexión.
Esto desencadenó en nuestro país la “Guerra de las telecomunicaciones” pues rompió con el orden y la relación de las grandes empresas de comunicación, dejando de lado sus convenios para no invadir sus mercados.
Juan Larrosa Fuentes, comunicólogo de la Universidad de Temple (Filadelfia, EU), en su artículo “La lucha por las telecomunicaciones en México: una disputa en contra de los viejos modelos políticos y económicos” menciona que desde 2001, esta disputa por los medios de comunicación y las telecomunicaciones ha estado presente en la agenda pública. Alude que la rivalidad entre gigantes (Carlos Slim Helú y Emilio Azcárraga Jean) es por el control del servicio cuádruple play, el término hace referencia a la posibilidad de una empresa para ofrecer, en un sólo contrato los servicios de teléfono fijo, móvil, Internet y TV digital.
En el mismo artículo se muestra como Televisa surge en los tiempos de un estado autoritario. La empresa pactó con él, a cambio de un crecimiento, se unió el juego de la desinformación para ser monopolio. El caso Carlos Slim nos muestra el contexto neoliberal y de privatización de empresas, caso Telmex. La venta fue muy ventajosa pues el monopolio pasó de ser estatal para convertirse en privado. Slim donó grandes cantidades de dinero al partido del presidente Salinas de Gortari, según menciona Larrosa Fuentes.
El comunicólogo concluye con lo siguiente: tanto Televisa, como grupo Carso no ofrecen servicios de calidad. Refiere a un Estado indolente de regular a las empresas, lo que afecta directamente a la sociedad. En junio del año pasado el diario inglés The Guardian aludió a la creación de una unidad secreta de Televisa para promocionar al candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, hoy presidente de México. La empresa mexicana lo negó.
Parece que la política ejercida por el Estado, en relación con las empresas, es bajo el recuerdo del corporativismo y sentado en las bases del neoliberalismo. El apoyo del gobierno se centra en las empresas donde se enfatice el control social a base de la desinformación. ¿Así es la guerra de las telecomunicaciones? ¿La desinformación? ■
*Nini/ egresado UAZ
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