Estimado lector, antes los últimos sucesos subversivos en todo el país creemos necesario pensar que reformas de este carácter están pasando en Colombia, Brasil, Inglaterra, Argentina, Chile, etc.
Ante la exacerbada creciente esperanza que pasa por el exceso de confianza de un próximo cambio económico, cultural, social, político… con sus diferentes perspectivas del cambio, tal vez por la desilusión y las retractaciones de la desesperación ante un sistema que no parece cambiar hasta las últimas mega manifestaciones de la sociedad inconforme, pero esto va más allá, creemos que entre todas las personas conscientes tenemos la capacidad de formar un recurso lingüístico que entiendan la población que sólo tiene acceso a los medios de comunicación imbéciles, tratar y decir que esto está planeado por la burguesía mundial, que nuestra clase burócrata nos traiciona, que debemos ser la mayoría de la población la que se revele porque no todos entendemos lo mismo y para transformar nuestra sociedad necesitamos de esas perspectivas generales, que de esa manera todos participamos en la evolución de un mundo sustentable creado por nuestras conexiones de respeto mutuo.
Aquí una nota que escribimos en el espacio que se nos da en el Webguerrillero:
El imperialismo yanqui, gendarme del mundo y enemigo #1 de los oprimidos del mundo, ha recibido un golpe en el corazón simbólico de su poderío económico, militar y de su estilo de vida.
El mito de su poder absoluto e invencibilidad, el mito de sus órganos de espionaje, antisubversivos y represivos —la CIA y el FBI— ha sufrido un golpe sin precedente en la historia reciente del imperio.
Dejando de lado las declaraciones oficiales de gobiernos, regímenes, representantes de movimientos y organizaciones oficiales en los países oprimidos y aparte de la simpatía por las muchas víctimas inocentes e indefensas en el World Trade Center, es obvio que en todo el mundo los oprimidos han expresado su alegría de que por fin la bestia ha sufrido una herida, tras haber pasado la vida viendo incontables víctimas de guerras, represión y opresión producto de décadas de acciones yanquis, directas e indirectas: desde Palestina y América Latina hasta Asia y Africa, millones de niños muertos por bombas y sanciones en Irak, en los Balcanes, en el Medio Oriente, sin mencionar a quienes mueren de inanición, enfermedad y opresión dondequiera que dominen los imperialistas yanquis y occidentales.
Nosotros, como colectivo que esta busca de la amplia lucha popular, como proletarios de vanguardia, compartimos los sentimientos de los oprimidos. Nunca dudaremos jamás acerca de qué lado estar y proclamamos firmemente: “¡Abajo el imperialismo yanqui!” “¡Cosecha lo que siembra!”.
La bestia yanqui se declara, de una manera horripilante, xenofóbica y racista, la cuna de la civilización y democracia; proclama que sus símbolos y ciudades son intocables, casi sagrados. Para remachar su dominio, con cinismo trafica con el pesar e indignación de la población estadunidense por las víctimas con el propósito de desatar mediante el bombardeo de Afganistán y su guerra global contra el llamado “terrorismo”, una guerra y cruzada contra todos los pueblos oprimidos, contra todos aquéllos quienes luchan por la liberación y contra todos los países que no se alinean con ellos. Por medio de su armamento y violencia, apuntan a imponer su dominio de hierro al servicio de la ganancia y de los amos de las finanzas e industria, los barones del petróleo y los señores de la guerra. Todos los Estados imperialistas, sean de derecha o “izquierda”, se han unido a esta cruzada fascista, belicista e imperialista.
Estados Unidos siempre ha librado guerras de baja intensidad y hoy quiere hacerlo de manera sin precedente y hacer que se le reconozca como la defensa legítima de la “civilización occidental”. ■
