■ Puede provocar problemas de aprendizaje, desarrollo de músculos, entre otros
En el Centro de Salud Mental de los Servicios Coordinados de Salud de Zacatecas (SSZ), ubicado en el municipio de Calera, los casos de trastornos alimenticios que se atienden se presentan en adolescentes menores de edad, en un promedio de 12 a 18 años.
Los pacientes son en su mayoría mujeres, quienes por la falta de afecto y vacío emocional, aunado a las influencias de la moda o por seguir un estatus de belleza, dejan de comer o combinan la falta de apetito con prácticas como la bulimia, en la que después de ingerir alimentos se provocan el vomito para mantener una buena figura.
Esta enfermedad mental llega a provocar daños a la salud física, pues en el centro se han atendido casos de mujeres menores de edad en etapa de primero, segundo y tercer grado de desnutrición. Sin embargo no es en las localidades rurales donde hay carencia de alimentos donde se dé este fenómeno, de forma paradójica esto se ha detectado en las zonas urbanas de municipios con un gran número de habitantes.
Los estereotipos de belleza que son marcados, sobre todo por medios de comunicación como la televisión, influyen en el comportamiento de las menores. “Es algo que está incrementando y es un problema originado por la misma sociedad y la familia. La influencia de la mercadotecnia, la invasión de imágenes que te indican que la belleza es sinónimo de aceptación, hace que las niñas que se sienten solas se identifiquen con algún tipo de artista y creen que con el hecho de dejar de comer pueden estar delgadas”, explicó Víctor Manuel Soria, director del Centro de Salud Mental de los SSZ.
Esto también afecta su desarrollo normal, pues se encuentran en la etapa de crecimiento y su sistema nervioso esta en formación. Soria mencionó que este trastorno alimenticio provoca problemas de aprendizaje, desarrollo de músculos, entre otros. Aunque dijo no tener el número exacto de pacientes, advirtió que deben ser los familiares quienes detecten este cambio en la alimentación de sus hijos, pues se puede pensar que son conductas propias de la edad y no se busca ayuda profesional.
