Huetamo, Mich. “Aquí no hubo muertos porque al chocar los ríos Balsas y Bajo Tacámbaro amansaron las aguas que tardaron más de dos horas en cubrir el techo de las casas, lo que nos dio tiempo de salir”, dijo Victoria Sánchez Sierra habitante de la población de Coenandio, quien al igual que otras 800 familias de esta región perdieron parcial o totalmente sus viviendas.
El pasado lunes en la tarde salió con su esposo y tres hijos de su casa cuando el agua les daba casi a la cintura. Sólo pudieron sacar algunos documentos. Después, desde la loma, veían cómo los cuartos de teja y lodo, las parcelas y algunos de sus animales eran cubiertos por agua lodosa.
Hoy regresó a su casa para tratar de rescatar algunas pertenencias cubiertas por el lodo. Las aguas volvieron a su cauce, pero sus tres habitaciones están totalmente destruidas.
En la cabecera de la tenencia de San Jerónimo a la que se tiene acceso desde el viernes en la tarde porque la corriente del Bajo Tacámbaro arrasó con el terraplén después del puente, fue la que llevó la mayor parte, casi 80 por ciento de unas 300 viviendas quedó totalmente cubierto por el agua. Buena parte de las viviendas se derrumbaron por la humedad. Los vecinos utilizan un tractor para limpiar las calles que quedaron cubiertas por el lodo.
La gente está molesta porque el gobierno federal no hizo nada por ellos en la etapa de emergencia. “Nos vamos a organizar para bloquear carreteras y plantarnos frente a Palacio de Gobierno en Morelia porque nadie nos hizo caso a pesar del hambre y sin un techo para dormir durante casi una semana”, dijo Juan Díaz, quien reconoció que los pueblos vecinos los han ayudado, sobre todo al habilitar el puente que los mantenía incomunicados con Huetamo.
