22.5 C
Zacatecas
martes, 23 abril, 2024
spot_img

Rebelión en Estados Unidos contra la reforma educativa

Más Leídas

- Publicidad -

Por: RAMIRO ESPINO DE LARA •

En los últimos días en Texas, Illinois y Nueva York, maestros, estudiantes y padres de familia han emprendido una campaña contra la imposición de exámenes estandarizados; en consecuencia en contra de una reforma educativa que busca emplear los exámenes para evaluar y/o calificar a estudiantes, maestros y centros educativos ya que a decir de dichos actores llevan a la conformación de un esquema corporativo y romper así con los sindicatos; privatizando lo que algunos llaman “el mercado de la educación pública”.

- Publicidad -

Con esto es posible que dé inicio una revolución en la educación pública en este país –a diferencia de México, donde la lucha que ha venido dando el magisterio ha sido histórica-, existe un gran número de maestros que se rehúsan a aplicar exámenes estandarizados, padres de familia que optan o bien por no mandar a su hijo o sacarlo de la escuela el día de la aplicación de la prueba, por supuesto que no se deja esperar el boicot que los estudiantes hacen contra la aplicación de dicha prueba. Lo que es sintomático también es que conforme el conflicto avanza, cada vez más políticos y legisladores expresan públicamente sus dudas sobre los exámenes y otras iniciativas de la reforma educativa.

Los estadunidenses inconformes le llaman Las reformas basadas en la evaluación de maestros y escuelas por exámenes estandarizados; tienen dichas reformas un esquema empresarial que años atrás impulsaron precisamente empresarios multimillonarios. A las pruebas estandarizadas les llaman “medidor de progreso académico” –léase Enlace para el caso de México-; como una manera de amainar el conflicto entre los docentes, se determinó que dichas pruebas sean “opcionales” y que aquellos que decidan no usarlas deben buscar una alternativa para evaluar a los estudiantes. ¿Será posible esto?, si los docentes reclaman el hecho de que el sistema evaluativo normativamente lleva a emitir una calificación, entonces, ¿cómo un docente dará alternativas evaluativas a algo que se encuentra reglamentado?; simplemente es incongruente.
Los maestros que se oponen a este tipo de evaluación aseveran que la reforma educativa que quieren imponer es muy agresiva puesto que no es relevante y sí daña la integridad formativa de los jóvenes y las relaciones laborales de los maestros. Afirman los inconformes que no están en contra de la evaluación de maestros y escuelas, que de hecho han elaborado una propuesta que ofrece medir todo tipo de capacidades que no se registran en los exámenes estandarizados; en el estado de Texas incluso se generalizó la protesta no tan sólo de parte de un número considerable maestros, sino de padres de familia y estudiantes, situación que obligó a la legislatura a aprobar a finales de abril de 2013 el reducir el número y uso de los exámenes estandarizados.

Una declaración que me llama poderosamente la atención, ésta se hace al Washington Post por parte de Ron Maggiano, maestro de una preparatoria pública en Virginia, quien ganó dos premios nacionales por su creatividad y talento educativo; anunció su retiro después de 33 años de servicio a la educación; dijo el citado maestro que se encontraba harto de la “obsesión” por la aplicación de exámenes estandarizados, mismos que han minado la educación. Dijo textualmente: “No creo que yo esté abandonando el sistema de educación, creo que el sistema de educación me abandonó a mí”.

El presidente Barack Obama ha reiterado que prefiere que los maestros no enseñen para el examen, pero al mismo tiempo su programa federal al que le llama Carrera a la cima señala que estos exámenes se usan como la principal evaluación de cada maestro; esto quiere decir que la supervivencia de los centros educativos depende de dicho programa. Por las diferentes manifestaciones que se han presentado de parte de los actores del hecho educativo, distinguidos académicos que viven de cerca este problema, han identificado tres aspectos de la reforma: 1) El traslado de bienes públicos del sector educativo, incluyendo instalaciones, a administradores privados, 2) el desmantelamiento y represión contra la voz colectiva e independiente de maestros y, 3) la reducción de la educación a una sola medida de evaluación que son los exámenes estandarizados.

Los maestros que rechazan la reforma, lamentablemente, dicen, lleva a Estados Unidos a declive educativo dado que ni siquiera las escuelas privadas o semiprivadas están dando los resultados esperados. Los esfuerzos que se han hecho tal parece que han sido poco redituables dado que en este proceso de reforma ha habido financiamiento por parte de Gobierno federal y algunas de las fundaciones más grandes del país. Durante una década se han abocado a “capacitar” a maestros pero sólo entrenándolos para que sirvan a las reformas educativas y curriculares pero no así al proceso de formación integral de los educandos.

Tal parece que las protestas paulatinamente se han generalizando dado que la tendencia es a privatizar el sistema educativo, afectando así las relaciones laborales de los trabajadores de este sector. Randi Weingarten, secretaria general de uno de los dos principales sindicatos nacionales de maestros, señaló que las reformas educativas impulsadas durante los últimos años no toman en cuenta los factores externos a las escuelas, como el hecho de que la mitad de los estudiantes en las escuelas públicas son pobres, que tres de cada cinco maestros reportan tener alumnos que llegan a sus escuelas con hambre, que hoy día hay más familias sin techo desde la Gran Depresión, y que todo esto impacta a los alumnos; al respecto, según investigadores los factores externos tienen doble efecto sobre la enseñanza de los estudiantes que factores dentro de las escuelas.

Se concluye que las reformas educativas en los Estados Unidos indiscutiblemente llevan la intención de privatizar las escuelas, creen que éstas deberán ser administradas como empresas, con trabajadores como los que manufacturan el producto, éste son los estudiantes. Se podría considerar a la educación pública estadunidense como la piedra angular de la democracia, si bien es cierto deberían estar mucho mejor de como se encuentran ahora, también lo es el hecho de que la solución no es privatizarlas.

[email protected]

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -