Jalapa, Ver. El presidente del Conapred, Ricardo Bucio Mújica, dijo que el gran pendiente en materia de combate a la discriminación en México está vinculado al no reconocimiento de los pueblos afromestizos que se encuentra –sobre todo- en los estados de Veracruz, Guerrero y Oaxaca, desde hace más de cuatro siglos.
Dijo que si bien a México llegaron más de 200 mil afrodescendiente víctimas del tráfico de esclavos, a la fecha el país no ha reconocido a este sector de la población, y ni siquiera hay estadísticas sobre cuantas poblaciones de afrodecencientes hay en México.
“Por un prejuicio racista, que estuvo no sólo en México sino en todos los países donde fueron llevadas personas a través del tráfico de esclavos, se trató de minimizar, de desaparecer, de blanquear a estas poblaciones, mendiante el mestizaje. Y no sólo eso, también se trató de desaparecerlas de la cultura y de desaparecerlas de la historia”.
La situación de discriminación sobre este sector de la población, dijo Bucio Mújica, está vigente porque a la fecha, “no hay reconocimiento constitucional de que hubo una raíz afrodescendiente, de que hay personas afrodescendiente en México, y no hay conteo de población sobre este grupo de personas”.
Comentó que en América Latina sólo hay dos países en donde no se cuenta a la población afrodescendiente, “a México llegaron 200 mil personas y a Estados Unidos llegaron 500 mil, la diferencia no es mucha, allá hay más de 50 millones de personas reconocidas, aquí no sabemos ni siquiera cuantas hay”.
Bucio Mújica dijo que ésta “es una discriminación racial que forma parte del sistema educativo, que forma parte de una omisión legal, y que forma parte de una omisión en las políticas públicas, es decir hay prejuicios y estereotipos que generan condiciones de discriminación estructurales”.
Para el director del Conapred “el combate a la discriminación no hay solo una responsabilidad de estado sino también una responsabilidad social. Esto no se sujeta a discriminados y discriminadores, sino que hay un sistema cultural que sostiene esta discriminación, y sus mecanismos de exclusión”.
“El estado, la sociedad no solo necesitan rampas físicas, necesitan rampas de todo tipo, legales, institucionales, de información, rampas de comunicación y de comprensión colectiva para acabar con el sinsentido de la exclusión social”.
