La preocupación está en estructurarla en la posibilidad de que se agote el petróleo, asegura
De nuevo hay centralización de decisiones y no se tiene apertura a distribuir recursos
Luego de darse a conocer la propuesta de Reforma Energética, para Gobierno federal queda pendiente la reforma fiscal, cuya preocupación reside en que se elabore a partir de la posibilidad del agotamiento del petróleo y en consecuencia del fin de esa fuente del financiamiento al gasto público, afirmó Benjamín Romo Moreno, docente de la Unidad Académica de Economía de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
Según expuso, el gasto público se puede explicar desde la perspectiva de la aplicación de los recursos y desde la perspectiva de ingreso de recursos desde los gobiernos estatales y municipales.
“Esta dialéctica de convertir gasto en ingreso y nuevamente en gasto, es una dialéctica que hace que el análisis de los impactos no sea sencillo y por lo tanto se debe analizar el impacto que tiene el uso de estos recursos en los diferentes niveles de gobierno”, indicó.
Asimismo, dijo que esa dificultad para medir el impacto de los recursos destinados para gasto público, se expresa también en la complejidad para generar las oportunidades que permitan optar por políticas más eficientes.
Una reforma fiscal, entonces, implicará una definición sobre la tendencia que tendrá el fenómeno de la transferencia de recursos y determinar su contundencia como elemento que resuelve los problemas reales a nivel municipal y estatal, agregó Romo Moreno.
Comentó que las transferencias no siempre han existido, porque no en todas las etapas el Estado mexicano ha otorgado la posibilidad de usar recursos de origen federal los estados y los municipios, porque fue en 1980 cuando se estableció el Sistema Nacional de Coordinación Fiscal y con ello surgió esa posibilidad.
En ese sentido, el camino que han seguido las decisiones que tienen que ver con los montos y las características de las transferencias han sido “azarosos y altamente determinados por aspectos de carácter político”.
Entonces, el análisis de los datos y las tendencias “no dan la seguridad ni la precisión sobre lo que va a suceder. Es un fenómeno que está sujeto a los vaivenes de la política”, expresó al respecto.
Durante los regímenes panistas, Romo Moreno dijo que las transferencias de recursos se caracterizaron por tener una intencionalidad de descentralizar el gasto, pero el provocó el crecimiento de poderes regionales al grado que se llegó a hablar de una feudalización del país.
Esa posibilidad de tener mayores recursos se dio por la idea que se tenía por la alternancia del partido en el gobierno mexicano, de manera que las comisiones de los estados acudían al Congreso a presenciar la discusión del presupuesto. Ahora, con el regreso del PRI, esas comisiones ya no se dirigieron al Congreso, sino a la Secretaría de Finanzas.
Esa situación muestra que habrá un cambio en las políticas y necesariamente afectará el tema de las transferencias, puesto que otra vez hay una centralización de las decisiones y ya no hay la intención ni apertura democrática para la distribución de los recursos.
