■ Es un mito que vaya a acabar con la inseguridad: Rodríguez de la Torre
■ El estado no tiene personal o infraestructura para atender a los adictos, señalan
La falta de conocimiento científico sobre el consumo de la mariguana sería una traba para hablar de su despenalización, pues se debe analizar su impacto en el tema de la salud, y es un mito que vaya a acabar con problemas sociales como la inseguridad, apuntó el director de los Centros de Integración Juvenil en Zacatecas (Cij), Pedro Rodríguez de la Torre, durante su participación en el programa Acentos producido por La Jornada Zacatecas Tv.
Entrevistado por Carlos Navarrete y Benjamín Contreras, señaló que legalizar la mariguana podría provocar que incremente el número de consumidores, y el estado no cuenta con el personal capacitado e infraestructura suficiente para atender a los adictos.
De la Torre señaló que la postura de Cij es en contra de la legalización de mariguana por dos puntos primordiales, uno de ellos porque el tema es de salud pública, ya que la droga genera cambios físicos y sicológicos en quien la consume, lo que obligaría a las instituciones de salud a reforzar la atención en adicciones.
Sin embargo, son insuficientes los esfuerzos de instituciones de salud y de organizaciones dedicadas al problema de la drogadicción, y ejemplificó que tan sólo en Zacatecas, existen cinco centros Nueva Vida, un Cij en la capital y tres en municipios, los cuales no alcanzan para cubrir la demanda de usuarios.
Esto provoca que se instalen centros nuevos o anexos, los cuales violentan los derechos de los internos y lucran con la rehabilitación de personas adictas.
El otro punto es porque esto provocaría el consumo de droga en la población infantil y juvenil, y este sector no tendría la concepción de riesgo del consumo, el daño en la salud, en la repercusión social y en su desarrollo como individuo.
“Apoyamos el debate, que la gente pueda conocer las diferentes posturas pero también que seamos claros y precisos y no tratemos de engañar a las personas; si hay conocimiento científico la gente tendrá la libertad de elección de forma acertada”, afirmó Rodríguez de la Torre.
En su opinión, Benjamín Contreras retomó la legalización histórica de mariguana en México en 1940, y en esa época se comprobó científicamente que el consumo estaba disminuyendo. En este sentido también disminuyó la violencia en las cárceles al abastecer a los reos de dicha droga.
Recordó que también durante el sexenio del ex presidente Felipe Calderón incrementó de forma considerable el número de usuarios de drogas ilegales, por lo que el factor histórico también debe tomarse en cuenta para a partir de ese punto, reflexionar sobre los cambios sociales y económicos por los que ha atravesado el consumo de mariguana en nuestro país.
Sin embargo, señaló que no se debe ver al consumidor como un delincuente, ya que por diversas circunstancias llegó a consumir algún tipo de droga, sino tomar el tema como un problema de salud, y que el estado debe ser el que en dado caso, regule el consumo.
Otro punto es el tema social, pues desde el mismo núcleo familiar el ingerir bebidas alcohólicas es aceptable, lo que influye para que se dé o no el consumo, pues se ha visto que cada vez más diferentes sectores de clases sociales ingresan al mundo de las drogas, ya sea consumiendo alcohol o tabaco, así como mariguana y otras drogas ilegales.
Al respecto, Carlos Navarrete mencionó que el estado ha perdido autoridad en la regulación de drogas, pues mientras que el tabaco y el alcohol son drogas legales, estas pueden ser adquiridas por menores de edad a pesar de ser nocivos para la salud, por la falta de regulación en el mercado y las normas sociales, pues un menor de edad que acude a una tienda de abarrotes a comprar cigarros o cerveza se le vende, señal de una falla del estado en el tema de la regulación.
Sobre esto, De la Torre indicó que una sociedad desinformada seguirá llevando este patrón, pues un tendero puede minimizar el hecho de vender estos productos a un menor por no conocer los alcances y el riesgo a lo que conllevan estas drogas legales.
Navarrete agregó que tanto en el tema de drogas legales, y en la misma mariguana no se ha montado una campaña de información por parte del estado, por lo que la cuestión preventiva está por debajo de la cuestión reactiva, pues no se ha logrado inhibir el consumo y trasiego de drogas.
“Si el estado toma las riendas de este mercado, se podrían obtener mejores mecanismo para prevenir las adicciones y tener una mejor manera de distribución”, afirmó Navarrete.
Otro punto, añadió, es que se aborde respetando las libertades personales, como lo propuso la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, pues se debe tomar en cuenta la libre elección de los individuos.
El director del Cij recalcó que la mariguana es la droga ilegal que más se consume a nivel mundial por la idea de que al ser natural no daña la salud, además de que es de bajo costo.
En Zacatecas actualmente las drogas que más se usan son alcohol, tabaco, mariguana, cocaína e inhalables. Si se diera el uso especifico de una droga sería más fácil de regular su consumo, sin embargo, la mayoría de los adictos que recibe tratamiento en los Cij son poliusuarios, es decir que consumen de estos cuatro tipos, “La droga no genera la adicción, la adicción la generan los individuos”, explicó el director de Cij.
Navarrete ejemplificó que este tema se abre a debate en países como Uruguay, país donde también se han abordado temas sociales como el aborto, de igual manera, en ciudades de Estados Unidos se ha legalizado su consumo tanto medicinal como recreativo, mientras que en México se lleva a cabo una guerra contra el narcotráfico que ha dejado miles de muertos.
Cuestionó cuál sería la diferencia con estos países con México para permitir el consumo legal de mariguana, a lo que De la Torre contestó que se deben tener argumentos científicos como los que se tiene por consumo de alcohol, en los que se expliquen los riesgos en la salud.
Asimismo se debe comprobar cuál ha sido el impacto a partir de su aprobación, si se han disparado o no los índices de atención a consumidores, si se logró reducir el consumo, si mejoró la economía del lugar o simplemente si se mejoró el problema de inseguridad.
“Si esto se diera, revisaríamos nuestra postura, pero es difícil de poder lograrlo; en México no estamos preparados para la salud pública, no hay personal capacitado y sólo existen nueve instituciones especializadas a nivel nacional”, afirmó el director del Cij.
