México, DF. Para evitar desorientar a la población en caso de sismos de menor intensidad como el del pasado martes 6 de agosto, se debe calibrar la alarma sísmica, consideró Mario Garza Salinas, especialista en protección civil y prevención de desastres de la Universidad Iberoamericana.
El especialista recordó que si bien mucha gente no sintió el movimiento sísmico, éste sí ocurrió, pero fue de sólo 4.8 o 4.9 grados en la escala de Richter, por lo que fue casi imperceptible.
Sin embargo, la alerta sonó al estar calibrada para cualquier sismo, incluso los de baja intensidad, que en este caso desconcertó a la gente ante la duda de si estaba temblando o no.
Para evitar que a futuro las personas dejen de desalojar los edificios cuando suene la alerta sísmica, al pensar que no está temblando, recomendó recalibrar sus sensores ubicados en las costas del Pacífico.
Concretamente en Oaxaca y Guerrero, para detectar sismos de siete grados Richter en adelante, ante los cuales se deben llevar a cabo los procedimientos de desalojo.
El experto indicó que México es un país de gran actividad sísmica, con más de 90 movimientos telúricos anuales de magnitud superior a cuatro grados en la escala de Richter, equivalentes a 60 por ciento de los registrados en el mundo.
En el ámbito local, las entidades de la República con mayor riesgo sísmico y donde se presentan temblores de gran magnitud que pueden afectar a la Ciudad de México son Colima, el Estado de México, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Oaxaca y Puebla.
Alertó que pese al alto riesgo sísmico en el país una gran parte de los mexicanos, entre ellos los habitantes del Distrito Federal, desconocen el procedimiento de evacuación de inmuebles cuando ocurre un movimiento telúrico, lo que podría poner en riesgo su seguridad.
Que la gente no sepa qué hacer, si salir o no de los inmuebles, a dónde salir y cómo, dónde ubicarse una vez en el exterior y qué hacer tras el desalojo, provocan que Garza Salinas recomiende a los ciudadanos y encargados de protección civil «checar y amarrar el procedimiento de desalojo».
Con ello se complementaría desde la parte social la utilidad de la alerta sísmica y ayudar a cuidar la integridad física de las personas, puntualizó.
