A finales de la semana pasada, los mexicanos nuevamente fuimos sorprendidos por una inesperada noticia, la exoneración de Raúl Salinas de Gortari, hermano del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, quien desde el 2 de abril de 1996, a dos años del término del sexenio de su hermano, quedó en manos de la justicia por el evidente y escandaloso enriquecimiento del que hizo gala, y que a 17 años del inicio del proceso jurídico en su contra, ahora recuperara más de 224 millones de pesos y por lo menos 24 inmuebles ubicados en 9 estados.
Este hecho es sólo una confirmación de lo que muchos mexicanos ya nos damos cuenta, que quien gobierna nuestro país no es Enrique Peña Nieto, sino que es una continuación del periodo del Salinismo en pleno, encabezado por el ex presidente Carlos Salinas, que está imprimiendo su sello a las acciones de gobierno que se están emprendiendo, retomando la dinámica privatizadora con todas las practicas negativas que Salinas echó a andar en su momento.
Para entender esto, necesitamos hacer una retrospectiva histórica de sus orígenes, en 1988 la administración de Salinas de Gortari arrancó mal y con el sello de la ilegitimidad, producto de un fraude electoral en contra del candidato del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional Cuauhtémoc Cárdenas, con la famosa caída del sistema de cómputo, y el incendio donde se quemaron las actas electorales, guardadas en la Secretaría de Gobernación, posteriormente se crea el programa Solidaridad que al día de hoy, sólo ha cambiado de nombre, de manera apresurada se echa a andar un programa de construcción de autopistas, que posteriormente tuvieron que ser objeto de un rescate financiero por Gobierno federal, y lo más grave, un irresponsable manejo de las finanzas del país provocó una violenta crisis que detonó al final del sexenio, en 1994.
Ese año, desde el primero de enero, inició con el levantamiento armado Zapatista en Chiapas, con el subcomandante Marcos al frente tomando San Cristóbal de las Casas, y surgiendo algunos brotes de insurrección en el resto del país. Posteriormente, en plena campaña electoral, el 24 de marzo, asesinan a tiros a Luis Donaldo Colosio, candidato del PRI a la Presidencia en Tijuana, y la posterior unción de Ernesto Zedillo como candidato, en tanto, se origina una masiva fuga de capitales.
Con la celebración de los comicios electorales y la presunta victoria de Ernesto Zedillo, nuevamente se cuestiona el resultado por todos los actores políticos, de oposición por el evidente fraude, incluido el EZLN, lo que fue acallado mediáticamente por el estruendo de la muerte de José Francisco Ruiz Massieu, ex presidente del PRI y destinado a la coordinación de la bancada priísta en el Congreso, y posteriormente, con la investidura de Zedillo como presidente, la detonación de la violenta crisis financiera, con una de las devaluaciones más profundas, lo que afectó profundamente la economía de los mexicanos hasta nuestros días, iniciando también el proceso de empobrecimiento más profundo desde el Porfiriato.
En el sexenio de Carlos Salinas, se consolidó la aplicación del Modelo Económico Neoliberal, por lo que se vendieron más de 400 paraestatales, patrimonio de los mexicanos, se comenzó a desmantelar la clase media mexicana, empobreciéndola gradualmente, Se detuvo al líder del sindicato petrolero, Joaquín Hernández Galicia La Quina en un hecho puramente político, se firmó el Tratado de Libre Comercio, que acabó con el aparato productivo mexicano, se cometieron magnicidios, como el de Colosio, que hasta la fecha aún no se resuelven satisfactoriamente.
Ahora en la presunta administración de “Enrique Peña Nieto” se ha venido delineando gradualmente las mismas políticas y tendencias de Carlos Salinas de Gortari, las denominadas “Reformas estructurales” son solamente la continuación de la entrega de las riquezas del país a extranjeros, y las políticas de reducir a los mexicanos a poco menos que esclavos de las corporaciones, continuando con una arremetida contra la informalidad, que implica el sometimiento de la mano de obra arrebatando a los trabajadores informales el poco capital atomizado que poseen, sin conceder más derechos ni percepciones dignas. El próximo septiembre llegara al congreso de la unión la propuesta de reforma energética que implica la venta de Pemex y la CFE, los únicos sectores estratégicos aun en manos de la nación, y la única voz que se levanta es la de Andrés Manuel López Obrador, que con los mexicanos conscientes y de buen voluntad se opone con valentía, estamos viviendo el regreso del Salinismo puro, sólo falta que sucedan magnicidios.
Esto es muestra de una profunda crisis del sistema político mexicano, que puede desembocar en colapso, nuestro país ya no está para regresiones como esta, titulares en medios como el de los enfrentamientos entre organizaciones criminales en Zacatecas, con poco menos de 50 muertos en tres días, sin que las autoridades locales o el gobernador de la cara, y controlando a los medios para que no lo difundan con tal de proteger un simple festival, da fe de la profundidad y gravedad de la misma, por lo que hemos venido haciendo un llamado a la conciencia, a transmitir información de boca a boca ante el cerco informativo, que con sus honrosas excepciones, estamos viviendo en la entidad y en el país, no permitamos más esta depredación contra nuestro país, estemos alertas y preparados para enfrentar lo que viene.
