28.1 C
Zacatecas
miércoles, 24 abril, 2024
spot_img

Apuntes en torno a la obra de Cornelius Castoriadis (1)

Más Leídas

- Publicidad -

Por: RICARDO BERMEO •

Una de las vertientes del pensamiento contemporáneo, junto a otros de los principales paradigmas que conforman el horizonte teórico de esta segunda década de Siglo 21, a los que mayor capacidad de adherencia a lo real, reconozco, es a la Teoría del imaginario social. Al igual que cualquiera de las otras perspectivas teóricas, que tienen (aún) cierta vigencia, o que intentan volverla a tener, esta serie de paradigmas enfrentan, o bien, una acelerada erosión, hasta el extremo de su “pulverización”, o bien, buscan reconfigurarse, ante las exigencias tan profundas -y radicales- impuestas por los inmensos desafíos abiertos con la crisis multidimensional –o, civilizatoria-, de la historia en curso. Mientras continuamos avanzamos por una “transición”, plagada de fallas y fracturas, hacia escenarios donde se convertirían esas fallas, -con toda seguridad- en injusticias y crueldades, incomparablemente mayores a cuanto hayamos conocido con anterioridad. A menos qué… “la humanidad despierte de su letargo”.

- Publicidad -

Un pensador importante de la segunda mitad del siglo pasado, poco conocido, Cornelius Castoriadis (greco-francés: 1922-1997.) hizo frente, a esos inmensos desafíos. Su pensamiento, sigue una trayectoria donde irían siempre unidas una atenta observación de la situación mundial, junto a un compromiso por la transformación social, que se condensan en un proyecto teórico cuya realización le ganó el calificativo, por parte de Edgar Morín, de “Titán del pensamiento”.

En su largo recorrido intelectual, Castoriadis, pasará de realizar formulaciones desde dentro del pensamiento marxista, en la revista Socialismo o barbarie; donde se dieron cita figuras, como J. F. Lyotard, Claude Lefort, Edgar Morin, etc.

En los años que abarca la publicación de esa revista, 1947-1960, logra replantear ideas centrales del pensamiento marxista, para terminar haciéndole a esa corriente de pensamiento, una de las más importantes, tempranas -y fuertes- críticas, a partir de la reflexión sobre el totalitarismo de la URSS (“cuatro letras, cuatro mentiras”), críticas confirmadas , entre otros movimientos, en la rebelión de 1956, en Hungría, contra el régimen burocrático estalinista con la “República de los Consejos”, etc. Al extremo de que ha sido acusado -de modo equívoco- de ser el instigador intelectual del posmodernismo Más tarde, desembocarán esas críticas en las controvertidas tesis sobre la naturaleza estratocrática (de stratos: ejército) de la URSS, publicadas en Ante la guerra, (1983) previas al hundimiento del socialismo realmente existente, que, con todo y su gran interés, yerran su blanco central. Al mismo tiempo, desarrolló, durante todos esos años, un análisis crítico de la mundialización efectiva del capitalismo, “sistema” del que escribiría algunas de los más lúcidos análisis -y anticipaciones, que conocemos. Explorando la crisis civilizatoria a partir de un nuevo enfoque teórico, mediante una original concepción que tiene como su núcleo central a la imaginación radical, y al imaginario social. No exenta de puntos ciegos, dificultades y problemas. Hoy, sus ideas-madre, forman parte de un debate abierto, ciertamente muy reducido en sus alcances, pero, consistente, en la medida en que su legado -poco a poco- comienza a conocerse con mayor profundidad.

La principal ambición de su pensamiento, la elucidación del proyecto de autonomía individual y colectiva, cuyo “origen” Castoriadis sitúa en la democracia antigua, en Grecia, en un movimiento, -una creación socialhistórica- que va del siglo 8 al 9, antes de Cristo, con el nacimiento simultáneo de la filosofía y de la democracia, creación humana a la que están dedicados tres volúmenes: Lo que hace a Grecia, de Homero a Heráclito. La ciudad y las leyes; y el tercero aún no traducido, Tucídides: la fuerza y la ley. En ellos poniendo en juego su perspectiva sobre el imaginario social, da cuenta -y razón- de la primera experiencia democrática, que termina con la derrota ateniense en el 403.

Será “reinventada”, de acuerdo con este autor, en el siglo 12, en algunas ciudades europeas. De manera más plena, y, mucho más compleja, emerge con las revoluciones europeas y americanas, que abrirían una fase de creación histórica que iría de 1750 a 1950. Al final de esa fase creadora, para Castoriadis, los dos programas políticos de la modernidad: la republica liberal, y el socialismo marxista-leninista, terminarían por demostrar su “radical inadecuación” (desde el punto de vista de la humanidad). Para dar lugar, a una época de conformismo generalizado, de cuyo letargo, estaríamos saliendo, en los últimos años, y con mayor evidencia -y fuerza- quizás, con los movimientos que -a escala planetaria- se suceden, con cada vez mayor frecuencia, en los años recientes.

El pensamiento de Castoriadis, nos ayuda a elucidar ese panorama, incluso, considerando que sea cuestionable el camino, su esfuerzo tiene tal riqueza, altura de miras, complejidad, que, reflexionar sobre las pistas por él exploradas, atravesado ya el umbral de una crisis civilizatoria sin precedentes, nos parece una ruta a considerar para pensar Zacatecas en el amor del tiempo. ■

https://www.facebook.com/coordinadorazacatecana.caravananacional

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -