La Feria de Libro de Verano de este 2013, ubicada en el Portal de Rosales del Centro Histórico de la ciudad de Zacatecas, reporta buenas ventas, interés del público lector, turistas compradores de libros y entre otros expositores, la inserción en esta emisión de dos representaciones procedentes de la Ciudad de México, una de libro viejo, que ha tenido añeja y conocida participación en las ferias del libro de Semana Santa y otra con fondos editoriales de Tusquets y Almadía.
O
dín Vázquez, quien ubica su función como “promocionar la lectura”, representa en esta exposición y venta de libros a las editoriales Tusquets y Almadía. En su primera participación en la Feria de Libro de Verano a la que fue invitado por parte de la presidencia de la Asociación de Libreros de Zacatecas, ha habido buena respuesta del público integrado por niños, jóvenes y adultos, a pesar del clima, comenta.
Lo más solicitado por los lectores que acuden a este puesto, dice, son obras de Haruki Murakami, prestigiado autor japonés de gran demanda actualmente y Elmer Mendoza, escritor mexicano de novela negra.
Las ventas de temporada procedentes del interés “de los abuelitos que se tienen que hacer cargo de los nietos” no se han hecho esperar este verano. Libros de repaso de los conocimientos aprendidos en la escuela y cuentos para aprovechar estas vacaciones representan la demanda, dice Eric de la Rosa, vendedor participante en la feria, quien atiende el puesto de la librería local André-a y la editorial Dosfilos.
Una primer semana un poco floja pero una segunda en recuperación a pesar de las lluvias que bajan las ventas por las tardes, es la evaluación que ofrece. Este año, dice, no se ha evidenciado un interés de lecturas preciso por parte del público adulto, en otros momentos, “cuando la crisis está pegando bien duro, la gente busca muchas cosas de superación personal, de autoayuda”.
Los jóvenes siempre tienen un éxito editorial de verano pero en esta ocasión “no han descubierto a (Ted) Dekker”, autor de thrillers sobrenaturales, quien ha logrado interesar a este sector de la población con La Serie del Círculo. En cambio, maestros en busca de actualizaciones para su formación son grandes compradores en esta época, considera.
Por su parte Roberto Galván, gerente de la librería Educal Zacatecas, menciona que esta feria del libro ha tenido “bastante afluencia” de gente. La venta se ha centrado en su caso, en las guías turísticas y en literatura infantil y universal. Con respecto al año anterior, “a nosotros nos ha ido bastante bien, yo creo que el doble de mejor del año pasado”, expresa.
La tradición del libro viejo y antiguo encuentra en Juan Páez Fonseca, un conocido representante en Zacatecas, el librero procedente de Ciudad de México ha participado durante muchos años en la feria realizada durante Semana Santa. Con Christian Veloz, su vendedor, es la primera vez que se instala en época de verano.
La exposición de Páez está integrada fundamentalmente por libro de educación, historia y filosofía. Entre las piezas que exhibe se encuentran algunos ejemplares del siglo 19. Pero lo más solicitado por el público es la historia de México. La venta, dice, ha comenzado bien, “bajando un poquito por la lluvia y las elecciones los últimos días”.
Reportando buenas ventas en representación de las librerías zacatecanas El Quijote, Eric Sandoval, percibe a la gente interesada respecto a los libros y a los diferentes temas que se muestran en la feria sin distinción de edades.
En el caso de la Librería Universitaria, Amaranta Rojas, encargada del puesto, ofrece también un buen panorama para los libreros, los lectores y la lectura en esta temporada, pues dice, sí se ha vendido, hay mucho turista y “esperamos que se componga un poco más”. En este espacio la gente se interesa más por “todo lo referente a Zacatecas, historia y leyendas y varios títulos conocidos como los del autor brasileño Paulo Coelho, es lo que más se vende”.
Para Andrés Medina, quien representa a Millenium, el balance de 10 días de feria arroja cifras en ventas similares a otros años. Su especialidad son los libros de carácter técnico, pero también integra a su exposición obras sobre cocina “y no falta la clásica Biblia” o una edición de lujo de Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra. “La lluvia estos últimos tres días ha bajado las ventas un poco, porque la gente ha querido quedarse en casa pero esperemos que ya cambie el clima y nos vuelvan otra vez a visitar los clientes, nuestros lectores”, concluye.
