— Minera Peñasquito sigue la explotación de 161 hectáreas que no le pertenecen, advierten
— Empresa ofrece 29 mdp por el ejido; obtiene 2 mil mdd anuales de esta zona: abogado
— Es una perversión que la transnacional esté enfrentando a hermanos pobres, asevera
— Campesinos descartan la pérdida de empleos; los predios se ofrecerían a otras compañías
La minera Peñasquito Goldcorp continúa con la extracción de minerales en 161 hectáreas del ejido de Cerro Gordo, en Mazapil, a pesar de que éstas fueron entregadas a sus dueños el pasado 19 de junio, informó el abogado de los afectados, Alfonso Herrera Gómez.
El corporativo transnacional perdió en juicio su derecho a explotar 599 hectáreas y, por lo tanto, debió regresar el terreno a los 29 propietarios del mismo; pero sólo entregó 161 hectáreas, las cuales Peñasquito aún utiliza para fines lucrativos, acusó.
El resto de las 599 hectáreas continúan en discordia, debido a que Goldcorp emitió un juicio de amparo que suspende, de momento, la entrega del ejido a sus dueños, pese a que perdió el litigio ante el Tribunal Superior Agrario.
Mencionó que los dueños de la tierra han sido presionados para venderlas al corporativo canadiense, aunque esto no sucederá hasta que no se les devuelva en su totalidad el predio que comprende 599 hectáreas.
“Perdieron cinco sentencias, cuatro de ellas fueron consentidas por los abogados y aliados de la compañía, ya que no interpusieron ningún recurso legal. Ahora se fijó una nueva audiencia, pero todavía no hay fecha programada”, comentó Herrera Gómez.
Detalló que existen dos salidas para la minera canadiense. La primera de ellas consiste en restituir las 599 hectáreas a los propietarios, mientras que la segunda es renegociar la renta o venta de las mismas.
No obstante, para el caso de la última opción, los 29 ejidatarios, dueños de Cerro Gordo, piden que se les devuelvan sus tierras por completo y, posteriormente, fijar un precio que les resulte atractivo.
En primera instancia, Peñasquito ofreció comprar el ejido en 29 millones de pesos, pero la oferta fue desechada por los propietarios, debido a que la minera obtiene de sus tierras más de 2 mil millones de dólares anuales, indicó Alfonso Herrera.
Agregó que el precio de venta debe ser fijado por peritos especializados en la materia, aunque la transnacional se niega a ello “porque primero tienen que reportar ante Hacienda cuánto han sacado de ganancia en estos últimos años”, aseveró.
Sin embargo, de no llegar a un acuerdo, negó que se pierdan fuentes de empleo en la mina, dado que se buscará negociar con otra firma que ofrezca una mejor partida monetaria para los propietarios del ejido, aunque hasta la fecha no existen ofrecimientos directos, aseguró.
En este sentido, el día lunes habitantes del ejido de Cedros, en Mazapil, marcharon en el Centro Histórico de Zacatecas, para externar su preocupación en cuanto a la pérdida de empleos que traerá la restitución de tierras.
Ante ello, Alfonso Herrera calificó de respetable las opiniones de estas personas, pero también los consideró como un objeto de manipulación de la minera Peñasquito, quienes los usó para presionar a los ejidatarios de Cerro Gordo a que renuncien a sus predios.
“Eso es una perversión, porque (Peñasquito) está enfrentando a hermanos pobres. Los del ejido de Cedros reciben 40 millones de pesos por la renta de sus tierras, pero en Cerro Gordo no se les paga. Son ocho años de explotación minera”, manifestó.
A lo anterior, añadió que la Policía Federal custodia las 599 hectáreas, que permanecen en posesión de la minera, mientras que el pasado domingo, funcionarios de casilla impidieron el voto a los 29 ejidatarios que están en conflicto con la transnacional.
Además, señaló que el grupo canadiense provoca daños ambientales en Mazapil, al cambiar el cauce de un río, así como la contaminación de pozos agrícolas, que produjeron la muerte de 300 cabezas de ganado.
Por otra parte, reconoció que los diputados federales, José Isabel Trejo y Tomás Torres, intervienen en el asunto, pero lo han hecho sin fines partidistas, sino en atención a sus gobernados, como representantes de Zacatecas en el Congreso de la Unión, dijo.
