Cerca de 250 ejidatarios de Cedros, Mazapil y Cerro Gordo realizaron una marcha pacífica por el Centro Histórico de la capital estatal para solicitar que no se ejerza el fallo que restituye casi 600 hectáreas a ejidatarios de Cerro Gordo, pues con ello minera Peñasquito pararía actividades y se perderían más de 2 mil empleos directos y otros tantos indirectos.
Este martes vence el amparo interpuesto el pasado 19 de junio en contra de la sentencia del Tribunal Unitario Agrario de Zacatecas que indica la reintegración de la tierra en la que se encuentran tres cuartas partes del tajo explotado por la minera desde 2005.
Al entregar la tierra a los ejidatarios de Cerro Gordo, la empresa canadiense Goldcorp se vería en la necesidad de terminar sus actividades en esta zona afectando a por lo menos 2 mil personas que trabajan en la minera, así como a miles más que dependen de esta fuente de empleo indirectamente, informó el comisario ejidal de Cedros, Francisco Hernández Vázquez.
Los 430 ejidatarios de Cedros perderían además un fideicomiso de 3 millones de dólares que reciben anualmente de la minera por la renta de las tierras, mientras que los 126 de Mazapil obtienen 1.5 millones de dólares.
“Nosotros no tenemos nada en contra de los ejidatarios de Cerro Gordo, al contrario, estamos en la misma posición de ellos de pelear, pero sí queremos que se haga de la mejor manera, que no afecte a terceras personas, tanto trabajadores como ejidatarios o alumnos”, expuso.
El comisario de Cedros, quien aseguró que los habitantes no fueron incitados por la minera para manifestarse, denunció que los diputados federales José Isabel Trejo del Partido Acción Nacional y Tomás Torres del Verde Ecologista de México manipulan a los campesinos de Cerro Gordo al asegurarles que el magnate Carlos Slim les comprará la tierra.
Ante esta situación, solicitaron que los diputados saquen las manos del conflicto y dejen negociar con libertad a los ejidatarios, “que les expliquen y les digan cuál es la magnitud del problema al restituir la tierra, porque si están aspirando a algo que ellos quieren de esa manera no lo van a lograr”.
Dijo desconocen el trato entre los 29 ejidatarios de Cerro Gordo y la minera canadiense, pero aseguró que Peñasquito ha cumplido la negociación establecida con Cedros y Mazapil, sin embargo los campesinos inconformes manifiestan que Goldcorp falsificó títulos agrarios y les ofreció 50 centavos por metro cuadrado como renta anual.
“Creo que ellos negociaron de alguna manera bien, porque vivimos diferente, estamos viviendo más desahogadamente, nuestros hijos se alimentan mejor”, afirmó
Rubén Carranza Muñiz, ejidatario de Mazapil donde se planea la segunda etapa de explotación del tajo minero, denunció que además de ser el municipio es más lejano de la capital es también el más olvidado, “las autoridades nomás se acercan cuando hay contienda política, pobres de nosotros, afortunadamente mal que bien tenemos un salario por el trabajo y queremos que se siga conservando”.
En Mazapil, agregó, no existen más alternativas de empleo y el Gobierno no manifiesta su interés en esta región pues hasta el momento no ha propiciado la instalación de otro tipo de industrias. Antes de la minera, dijo, los habitantes de esta región dependían del trabajo con la palma y la lechuguilla pero carecen del apoyo de Gobierno.
Los campesinos destacaron que en la zona se han realizado distintas obras sociales gracias a los acuerdos alcanzados con la minera, entre ellas, el plantel Conalep en Mazapil, la carretera La Pardita-Cedros, Entronque Cedros-Minera Peñasquito, así como la realización de mejoras en sus viviendas y educación para sus hijos.
“La marcha no es con un plan antagónico, es con la intensión de que se nos escuche”, declaró Carranza Muñiz, quien además solicitó que en este caso se busquen alternativas al conflicto a fin de que la fuente de empleo continúe.
