Un debate permite indagar: buscar. Es el ejercicio de inquisición sobre algunos temas que a todos preocupan: seguridad, empleo, derechos sociales y libertades civiles. La inquisición es, finalmente, exploración. Veamos lo que este acto de búsqueda significa. Primero, ¿qué se busca? Se escrutan caminos o soluciones a problemas. El debate se convierte en un ejercicio de reflexión colectiva. ¿Quién indaga y cómo? Esto es lo más significativo, porque fue un ejercicio que no organizó la institución oficial (IEEZ), sino un colectivo de jóvenes ciudadanos, por lo tanto, el evento es significativo porque son actores libres que, a partir de un trabajo completamente voluntario, organizan la reflexión sobre los temas sociales más relevantes del momento. No es una acción pagada: como la opinión emitida en la mayoría de las radiodifusoras comerciales (cobran las entrevistas); o regulada por órganos partidizados (el propio instituto electoral). Es acción cívica auténtica: no es producto de una acción laboral con fines públicos, como las brigadas propagandísticas de los partidos, en los que la acción voluntaria está ausente; y sólo observamos brigadistas pagados, que bien pueden estar en un partido u otro.
En este caso, la organización es de jóvenes voluntarios a quienes mueve un interés auténtico por la democracia. Eso es muy valioso. La acción voluntaria con capacidad de iniciativa es el mejor indicador de que la actividad emprendida tiene valor intrínseco. Pudieron tener errores técnicos o de conducción, pero eso es peccata minuta. Los jóvenes del 132, están poniendo un antecedente relevante ante una política convertida en mercancía: la actividad de los promotores del voto es fuerza de trabajo pagada (mercancía), la propaganda misma es comprada (mercancía), los militantes de los partidos tienen un salario (mercancía), y los propios candidatos se mueven por el interés económico. Es altamente sintomático que dos candidatos no hayan querido participar, y se hayan expresado con desprecio de la acción de estos jóvenes. Los candidatos que mueven más dinero, ni más ni menos.
En suma, ¿qué significa este debate organizado por el 132? Es una reflexión colectiva-ciudadana a partir de una acción voluntaria (distinta a la lógica del dinero), que está en búsqueda de nuevos caminos a la situación decadente que vivimos. Los jóvenes movilizaron a la UAZ, que cooperó de manera generosa, con lo cual tenemos la acción concertada de un centro del saber con el trabajo voluntario del ciudadano. En medio de la asfixiante atmósfera de procesos electorales vacíos de propuestas, dominados por el poder del dinero, clientelas, árbitros inequitativos y políticos soberbios; nace una iniciativa de jóvenes con ilusiones en sus manos y desinterés-interesado en la democracia. Aire fresco. Preguntar es buscar: debatir es querer encontrar. Y en esa voluntad de renovación hallamos un motivo de esperanza. ¡Salud!
