Por la agresiva característica del Presidente Andrés Manuel López Obrador, su iniciativa de reforma electoral ha generado un ambiente de incertidumbre entre los diferentes grupos políticos de oposición, así como de miembros de la sociedad civil, en general, que buscan movilizarse para evitar que sea aprobada por la mayoría de MORENA en la Cámara de Diputados.
Con tal fin, el Frente Cívico Nacional y la Organización Unid@s, convocan a una “movilización nacional”, el próximo domingo 13 de noviembre del año actual a las 10:30 horas, y que consiste en marchas en diversos puntos del país, particularmente en: la Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey y Puebla.
La protesta, porque de acuerdo con grupos opositores, la reforma busca la desaparición del INE y de los Órganos Públicos Locales Electorales (OPLEs).
Más allá del resultado de ese evento; del número de personas participantes y, de las mofas agresivas, de muy bajo nivel e irrespetuosas, que se escucharán en el púlpito mañanero en Palacio Nacional, por parte del Ejecutivo, el lunes 14 del presente, mis cometarios son los siguientes:
1.- Es posible, que para “equilibrar”, existan grupos afines a la reforma.
Respetamos esa opinión, pero no la compartimos, pues en este mismo espacio ya hemos manifestado que todas las instituciones son perfectibles porque con el tiempo se llegan a corromper debido a malos manejos y administración de funcionarios o servidores públicos que las dirigen.
Sin embargo, no se deben destruir para comenzar de cero, ya que para eso están las leyes.
De manera recurrente se acusa que en el INE existe mucha corrupción, enriquecimiento ilícito, fraudes electorales, que son unos “raterazos”, se asignan “sueldazos” mayores que los del Presidente; que son excesivas las partidas que reciben como financiamiento público los partidos; que las elecciones son muy costosas; diariamente se menciona a los consejeros involucrados en esa inmundicia…
… pero a la fecha, y después de tres años con once meses y once días en el poder, el Presidente Andrés Manuel López Obrador por su partido MORENA, no se ha visto, o al menos hasta donde se alcanza a conocer, no existe ni tan solo una denuncia en contra de todos los involucrados en la inmundicia de la que mucho se habla. Menos aún, que enfrenten proceso penal y, muy remoto todavía, que haya alguna sentencia que los mantenga privados de su libertad.
2.- El Instituto Nacional Electoral (INE) es ciudadano. No tiene propietario.
No es del Presidente de la República ni del Legislativo ni de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; tampoco de los partidos políticos mayoritarios o minoritarios ni de los candidatos. No es propiedad del “pueblo bueno, sabio y trabajador, que ya despertó”.
El INE, simplemente es ciudadano.
3.- Durante los últimos veinticinco años del siglo anterior, los partidos políticos de oposición en México reclamaron que los procesos electorales fueran justos y equitativos para que se hiciera realidad el principio básico de la democracia: “que los votos se cuenten y se cuenten bien”, y que si la diferencia en el resultado era de un voto, y todo el proceso electoral se desarrollaba en condiciones de equidad, el resultado debería ser reconocido por todos los candidatos, partidos y actores involucrados en la contienda.
Después de haber pasado por varias reformas electorales en donde poco a poco, la legalidad reclamada por la oposición, iba ganando espacios, llegamos a 1994, que fue muy difícil: había elecciones presidenciales; el 1 de enero entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y se dio el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en el estado de Chiapas, etc.
Ernesto Zedillo, al tomar posesión de su cargo, el 1 de diciembre de aquel año, anunció que habría una reforma electoral definitiva.
En 1996 se aprobó la histórica reforma electoral, que terminó con la participación gubernamental en el proceso de organización de las elecciones federales que imperó por décadas en México.
La base de aquella reforma fue el resultado de más de un año de trabajos del denominado “Seminario del Castillo de Chapultepec”.
4.-. En enero de 1995 los partidos PAN, PRI, PRD Y PT firmaron un Acuerdo Político Nacional dando inicio al “Seminario del Castillo de Chapultepec”. La agenda lograda por consenso de esos 4 partidos incluía la autonomía de los órganos electorales. Las mesas de trabajo fueron permanentes y asistió, por parte gubernamental, el secretario de Gobernación, Esteban Moctezuma.
Los actores políticos anunciaron los siguientes puntos:
- Establecimiento para la protección constitucional de derechos políticos de los mexicanos.
- Integración del Tribunal Federal Electoral al PJF como órgano jurisdiccional especializado.
- Garantizar autonomía e independencia del IFE.
- Establecer mecanismos para fiscalizar ingresos y gastos del Instituto.
- Mejorar sistemas de control y vigilancia sobre ingresos y gastos de partidos, así como establecer topes razonables a los gastos de campañas.
- Implantar una distribución más equitativa del financiamiento público.
- Dar mecanismos que permitan mayor equidad al acceso de los partidos a los medios.
- Temas vinculados a delitos electorales. Revisar tipología y mecanismos más eficientes para su persecución.
