El periodista Ryszard Kapuściński fue claro al referirse a quienes ejercen el oficio periodístico: “Los cínicos no sirven para este oficio”.
No se usted qué opine, pero me queda claro que ese mismo principio debería aplicar también para quien aspira a ejercer el oficio político.
Sobre el mismo tema, el también escritor, ensayista, y poeta polaco, también dijo: “Para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas”.
“Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias”.
Me queda claro que algunos de los integrantes de la actual legislatura del Poder Legislativo del Estado de Zacatecas no cumplen en lo más mínimo con esas cualidades, mire que no se necesitaría ser periodista para tenerlas. Es cuestión de integridad, de calidad humana.
¿Porqué? Pues porque definitivamente bajo esos parámetros no son buenas personas: no intentan comprender a los demás ni sus intenciones ni su fe, mucho menos sus intereses, porque ellos tienen los propios.
Dicen representar a los zacatecanos, apropiarse de sus problemas, y en muchos casos hasta han lloriqueado en la tribuna que ellos también sufren y viven lo mismo que el grueso de la población. Ya nada más les hace falta decir que como ciudadanos ‘comunes y corrientes’.
Como se dijo hace algunas administraciones, como ‘ciudadanos de a pie’, pero nada… su ego hace imposible que entiendan también las dificultades y las tragedias de los zacatecanos.
Bueno, ni siquiera la de sus compañeros hacen propias. El ejemplo más claro fue lo ocurrido en la Sesión Solemne de Homenaje de Cuerpo Presente ante los restos del diputado local Sergio Ortega Rodríguez, quien falleciera la mañana del jueves 3 de noviembre de este año.
En la Sala de Sesiones, con la asistencia de la familia del migrante, el gobernador del Estado, amigos, familiares y seres queridos, la mitad de los integrantes de la Legislatura sencillamente no se presentaron.
Mire que no era un ‘evento’ social, menos un acto donde le harían un favor a alguien, mucho menos a su propio compañero, digo, porque cuando les conviene resulta que llegando al ejercicio del poder se pierden los colores y se anteponen los intereses generales, pero no fue así.
Para dicha Sesión Solemne se citó a los representantes populares. Además, la Dirección de Apoyo Parlamentario, mediante la Subdirección de Protocolo y Sesiones, publicó la Gaceta Parlamentaria incluida en el Tomo VI, marcada con el Número 136, del viernes 4 de noviembre de 2022, dentro del Primer Periodo Ordinario del Segundo año de ejercicio legislativo.
El instrumento legislativo que en el directorio coloca a la Diputada Karla Dejanira Valdez Espinoza como Presidenta de la Mesa Directiva, consta de ocho puntos en el Orden del Día.
La Lista de Asistencia, la Declaración del Quórum Legal, la Declaratoria de Apertura de la Sesión Solemne, así como la Guardia de Honor, el Minuto de Silencio y la Marcha Fúnebre.
También las Palabras de Despedida de la diputada Maribel Galván Jiménez, del diputado migrante José Juan Estrada Hernández y del gobernador David Monreal Ávila.
La Orden del Día concluyó con la entonación de la Marcha “Zacatecas” y la declaración de la Clausura a cargo del diputado fresnillense Ernesto González Romo, quien fungió como presidente.
Pero no. Ni eso fue suficiente para contar con la asistencia del total de quienes se dicen los ‘representantes del pueblo de Zacatecas ante esa Soberanía’. Esos que cuando hablan lo hacen a nombre de la población, cuando quizá sea ésta quien menos los conoce y, por lo tanto, ni se siente representada.
Mi paisano y amigo, colega y compañero de muchas aventuras periodísticas, Isaías León twitteó ese mismo día: “La ausencia de los diputados de oposición sólo muestra la mala entraña de la que están hechos. Si no son solidarios con el que conocían, ¿por qué tendrían que serlo con aquéllos que no conocen?”.
Mi respuesta en la misma red social fue: “Su ausencia mostró, una vez más, el nivel de mediocridad política”. Estoy seguro de que usted coincidirá conmigo.
Y es cierto: ¡Si no son solidarios con quien convivieron, debatieron y trabajaron!, ¿qué pueden esperar aquellas zacatecanas y zacatecanos que salen desde muy temprano y regresan tarde para llevar el sustento a casa, sin saber si regresarán o no?
Por cosas como esas, y otras de ese nivel, es que la votación para elegir diputados locales en Zacatecas alcanza sólo el 57 por ciento de participación ciudadana, como en el pasado proceso electoral, donde se eligieron a los diputados locales actuales.
Según el Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ), el Programa de Resultados Electorales Preliminares 2021 dio a conocer que del millón 211 mil 37 ciudadanos que integran la Lista Nominal, sólo votaron 633 mil 716 por candidatos a diputados locales en mil 417 casillas no urbanas y 936 urbanas.
En fin, una vez más los representantes populares, llamados diputados, demostraron que los intereses de la población les vale. Bastó escuchar las participaciones ante Adán Augusto López Hernández, Secretario de Gobernación de visita en el congreso local, para darnos cuenta que el lucimiento, la diatriba política y rollo guango es su especialidad.
Se pronunciaron ellos, por ellos y para ellos, no por ni para la población. Decir que hablan por los miles de zacatecanos no quiere decir que el contenido de su discurso efectivamente nos represente, no.
La mediocridad se hizo presente una vez más.
¡Lástima del calificativo de ‘Honorable’ que tiene el Congreso cuando sus integrantes no lo son! La integridad es ausente en su labor. Pero, ¿qué podríamos esperar, si no son solidarios con el que conocían?, ¿por qué tendrían que serlo con aquellos que no conocen? Ni modo, es lo que hay.
