23.1 C
Zacatecas
jueves, 28 marzo, 2024
spot_img

Fallece el químico fármaco biólogo e historiador, Uziel Gutiérrez de la Isla

Más Leídas

- Publicidad -

Por: RAFAEL DE SANTIAGO •

- Publicidad -

■ Deja para los zacatecanos el legado de la Farmacia Galénica, de las pocas en su tipo

■ Antes de abrir su propio negocio trabajó como ayudante en la antigua Farmacia Lux

 

El químico farmacéutico Uziel Gutiérrez de la Isla, uno de los fundadores de la Farmacia Galénica, ha rescatado la tradición de este tipo de medicina durante más de 25 años. Esta farmacia es de las pocas en su tipo a nivel nacional y ofrece diferentes ungüentos y cremas hechas con base en sustancias químicas que se utilizan hace más de un siglo.

Sus inicios en la química fueron a la edad de 13 años, cuando entró a trabajar como ayudante en la Farmacia Lux, la cual era muy popular entre los zacatecanos, sobre todo en el sector universitario, y se encontraba en el Portal de Rosales. Ahí aprendió a elaborar medicamentos con una técnica especial llamada farmacia galénica.

El dueño de esa botica era Heriberto Campos Bernal, maestro de química de la Universidad, quien lo invitó a seguir sus estudios profesionales en esa institución educativa, pues notó en Uziel un talento especial para la elaboración de insumos.

Así, obtuvo el grado de licenciatura con la especialidad de la preparación tradicional de medicamentos. Posteriormente se interesó en la historia y realizó una maestría con especialidad en antecedentes de la farmacia.

De forma circunstancial, y con el deseo de recuperar esta tradición, tomó la decisión de emprender el proyecto de la Farmacia Galénica junto con Francisco Campos, hijo de Heriberto Campos, y Teodoro Sánchez, también empleado de la Lux.

La apertura tuvo lugar el 5 de septiembre de 1989, en la calle Donato Guerra, en un local que no superaba los 4×4 metros de espacio. Al inicio se pensaba que habría mucha clientela, sin embargo, no fue así y se tenían pocos compradores.

“Iniciar un proyecto que desde los años 70 iba en decadencia no fue fácil, y nosotros teníamos días en que no había algún paciente que solicitara productos. Hubo una etapa en la que estuvimos vendiendo medicamento de patente, aunque fue unos pocos años, y después la misma gente solicitaba los productos hechos de forma tradicional”, dijo Uziel.

Posteriormente, creció el establecimiento y llegaron cada vez más clientes, quienes requerían ungüentos y cremas para padecimientos sobre todo en el área de la dermatología. Hoy en día 99 por ciento de los productos que se venden en esta farmacia son hechos de forma galénica, y solamente 1 por ciento es medicamento de patente, afirma el especialista.

Incluso, actualmente el área de dermatología del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) manda recetas y fórmulas especiales para pacientes que requieren cierto tipo de cremas o ungüentos.

Las mezclas que se realizan en esta farmacia son específicamente para atender problemas dermatológicos, señala, como talcos para prevenir la micosis o pie de atleta, lociones para el aseo personal, como el agua de rosas, entre otros.

Los productos más solicitados son la crema de almendras, de la cual hay en su versión normal y vitaminada, y la pomada de la octava maravilla que es utilizada por deportistas para atender lesiones.

Los medicamentos que los médicos mandaban a través de sus recetas, y que contenían fórmulas magistrales porque eran el seguimiento de una instrucción, también se preparaba de forma tradicional.

Indicó que hay fábricas y empresas que aún producen sustancias químicas que son utilizadas para la elaboración de medicamentos de botica, y los que no son comerciales pueden ser procesados en el mismo laboratorio.

Además, señala Gutiérrez de la Isla, los utensilios para elaborarlos como morteros, pildoreros, matraces, entre otros, fueron adquiridos en su mayoría por donaciones que hacían los mismos clientes, así como de propietarios de otras farmacias en la capital que habían cerrado sus establecimientos.

Entre los farmacéuticos que recuerda está Alfredo Ortiz Galván, propietario de la Farmacia Nueva, y a Matianita Navarro, viuda de López, de la botica Gonzaga en el municipio de Pinos. Ambos le donaron insumos para la realización de mezclas para la Farmacia Galénica.

Recuerda que esta botica ha sido visitada por el médico patólogo Ruy Pérez Tamayo, quien indicó que es de las pocas que existen en México, incluso en América Latina, y rescata una parte importante de la historia de la farmacia tradicional.

Uziel menciona estar orgulloso por haber rescatado esta práctica y dejar el legado a los zacatecanos. “Es un espacio que se hizo para dar solución a muchos problemas de salud de la población. Sentimos que estamos colaborando con aliviar el dolor en la sociedad, y ese es uno de los principios de la medicina”, dice el boticario.

Actualmente, la botica se ha ampliado y se tienen ya dos sucursales, una en el mercado Arroyo de la Plata y un local en la colonia Camino Real, en el municipio de Guadalupe. Se tendrían planeadas diferentes actividades culturales para conmemorar su 25 aniversario.

Por otro lado, apuntó que los utensilios que se recabaron desde los inicios fueron acomodados acorde a su época y se dividió la farmacia en tres secciones, la primera sección es donde se recibe a los pacientes, y conforma una imagen de la botica del siglo 20.

Posteriormente, siguiendo por un pasillo, se entra a un espacio donde se tienen utensilios y materiales importantes del siglo 19, y esta parte del local también fue llamada la Botica de los Ángeles, pues muchos clientes donaban figuras de estos seres. Por último, se tiene la sección del laboratorio de alquimistas, que representa el fin de la época del desarrollo de la química a través de procedimientos tradicionales, durante el siglo 17.

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

1 COMENTARIO

Los comentarios están cerrados.

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -