- Exigen que se les deje trabajar en dicho sitio hasta diciembre, que es temporada alta
- Denuncian que “hasta ahorita de la noche a la mañana nos quieren sacar, sin tener las mínimas condiciones en Guadalupe para recibirnos”
Introductores de carne, matanceros y carniceros que se verían afectados con el cierre del rastro municipal de Zacatecas se dieron cita en el lugar, la tarde de ayer, para impedir su demolición, propuesta para que se construya en su lugar un estacionamiento.
Antes tuvieron una reunión en oficinas de la Secretaría General de Gobierno para dar continuidad a mesas de negociación pactadas desde el pasado martes, pero les fue informado que su contraparte no cumpliría el acuerdo de dejarlos trabajar el tiempo restante de este 2017 en el rastro municipal de Zacatecas como se acordó el miércoles, pues la Secretaría de Hacienda no daría una prórroga para iniciar las obras tras haberse emitido el fallo de la licitación.
La postura, que afectará en caso de ejecutarse a las actividades de fin de año de los introductores, les fue informada como un hecho inminente.
El acuerdo del día miércoles refería la disposición de los introductores a retirarse del rastro de Zacatecas a cambio de que les dejaran finalizar sus labores en él hasta diciembre, “porque es una temporada muy importante para ellos, dijo la regidora independiente Emilia Pesci.
La contraparte, en este caso la Secretaría General de Gobierno y la Sinfra se comprometieron a buscar que Hacienda otorgara una prórroga para este efecto, a la par de dar tiempo para que se adecuaran las instalaciones del rastro de Guadalupe para poder recibirlos.
“Hoy llegamos a la mesa de negociaciones y nos dijeron, tenemos información adelantada de Hacienda, que no nos van a otorgar la prórroga, entonces el rastro tiene que ser demolido de manera inmediata porque no hay adelanto en la obra y necesitamos dar cuentas a Hacienda”, expuso.
Carlos Borrego, representante de los introductores de ganado, se refirió a la determinación con que las autoridades los recibieron ayer en la mesa de negociación como arbitrariedades, y la propuso como un “sabadazo”.
Expuso que no entienden por qué si desde marzo pasado se tenía el recurso, mismo que fue programado desde el ejercicio 2016, lo que habría dado tiempo para que hablaran con ellos en buenos términos y les dieran tiempo para tomar previsiones de manera de acondicionar un lugar para realizar su trabajo, “hasta ahorita de la noche a la mañana nos quieren sacar, sin tener las mínimas condiciones en Guadalupe para recibirnos”.
Al respecto de esto último, la regidora agregó que el ayuntamiento de Zacatecas sustentó su decisión de hacer un acuerdo intermunicipal en el artículo 115 constitucional que lo prevé, pero acotó, sólo si esto implicara la mejor de los servicios públicos.
“No entendemos de qué manera va a mejorar el servicio de Rastro municipal en un inmueble mucho más pequeño, sin agua potable, sin drenaje, y que no tiene la capacidad para lo que se mata aquí en Zacatecas”.
Citó de notas periodísticas publicadas ayer, la exposición de un funcionario de Guadalupe quien precisó que “lo que se mata en Zacatecas en un día, nosotros lo matamos en una semana”; por ello observó la funcionaria, en caso de proponerse una zona intermunicipal debería ser Guadalupe quien se adhiera a Zacatecas.
Objetó también el argumento de que el rastro de la capital del estado ha quedado dentro de la mancha urbana, pues observó que comparte esta condición con los de Guadalajara y Aguascalientes, y lejos de ser un problema se ha expuesto como un detonantes de sendas economías.
Reiteró que las inspecciones de la Secretaría de Salud y Cofepris han evidenciado que el rastro en cuestión es funcional, pues las observaciones refieren por ejemplo, “que faltaba la tapa en el baño, o pintura en una pared”, por lo que el propio ayuntamiento de Zacatecas puede salvarlo con acciones de mantenimiento mínimas.
“Teniendo la vigilancia y mantenimiento adecuado, el rastro podría seguir funcionando e incluso ser detonante de la economía local, pero no es ese el interés”.
Explicó también que el cabildo de Zacatecas solo autorizó que se celebrará un convenio con el ayuntamiento de Guadalupe para que los introductores y matanceros pudieran realizar sus actividades en el rastro de aquella demarcación, pero que el acuerdo no se ha concretado, lo que deja en tema en la incertidumbre jurídica.
Aun así, expuso Carlos Borrego, el secretario del ayuntamiento de Zacatecas, Manuel Ibarra Santos, ya adelantó que desde el lunes el personal será enviado a laborar a Guadalupe.
Se recordó asimismo que la licitación de la obra fue realizada por el Gobierno del Estado a través de su Secretaria de Infraestructura (Sinfra) sin haber celebrado un acuerdo para decidir sobre la propiedad del Ayuntamiento de la capital del estado, todo, que ha sido señalado como un procedimiento ilegal.
Los introductores citaron a una reunión la tarde-noche de ayer, de la que podrían derivar otras decisiones, por el momento dijo Carlos Borrego, no permitirán “que se toque un solo ladrillo del inmueble”.
Advirtieron asimismo, en un comunicado, que “es importante señalar que el estacionamiento del Mercado de Abastos es un compromiso adquirido por la presidenta Judit Guerrero con grupos priístas afines, con un considerable número de electores potenciales (…) por otro lado los introductores son responsables de la colocación de, al menos el 30 por ciento de la carne del mercado local de la capital y la zona conurbada, por lo que el atentado cometido desde el gobierno contra este gremio, representa la oportunidad de que se incremente la introducción de carne no apta para consumo humano, la matanza clandestina y el abigeato en la zona”.
