■ No se debe culpabilizar al magisterio de resultados sin un análisis mayor, explica dirigente del SNTE
■ El proceso involucra a más partes, explica; parece que se quiere perseguir al magisterio, señala
En réplica a las declaraciones del secretario de Educación de Zacatecas, Marco Vinicio Flores Chávez, que atribuyeron a los maestros las deficiencias mostradas por los estudiantes zacatecanos respecto a comprensión lectora y matemáticas, expuestas en los resultados del Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (Planea), el dirigente de disidente de la sección 58 del SNTE, Marcelino Rodarte, dijo que la liberación de estos resultados que corresponden al ciclo pasado en este momento, “a días de que se someta a evaluación por la permanencia del magisterio, no son casualidades”.
Sostuvo que de esta manera se administran los instrumentos para reprimir y evidenciar, y lo que muestran, dijo, es que las políticas educativas de este sistema “no son educativas pero sí persecutorias”.
Agregó que el sistema educativo sí tiene una crisis, pero que el maestro es sólo una parte de este sistema y no diseña los planes y programas, además de que pocas de las sugerencias suyas “son escuchadas”.
Por el contrario expuso, las definen gentes de los equipos que ellos pagan y que no atienden a los contextos específicos de las regiones ni las condiciones particulares de los alumnos o los maestros, donde el proceso enseñanza-aprendizaje a veces se inserta en contextos de marginación y precariedad.
“Es ahí pues lo aberrante de los instrumentos para la evaluación educativa dictados por instancias internacionales y estandarizados”, que equiparan el desempeño de un niño de comunidad rural de Oaxaca o Guerrero con uno de Zacatecas y contra sus pares ubicados en zonas urbanas.
Por ello observó, “es erróneo medir y etiquetar el desempeño de los niños, además para sancionar”.
El culpabilizar al magisterio de los resultados que arrojan estas evaluaciones sin un análisis mayor es un juicio completamente irresponsable, dijo, porque el proceso implica asimismo a las instituciones, pero también a la familia, el propio alumno, por supuesto a los docentes, pero preponderantemente a “los propios que implementan las políticas educativas”.
Pero advirtió que si estas evaluaciones y la difusión de sus resultados en esta coyuntura son para perseguir al magisterio, “queda muy a modo y es lo que les interesa”, el seguir denostándolo y culpándolo de lo que no tiene la culpa.
Agregó que la lectura ambigua de Marco Vinicio Flores Chávez de estos resultados al señalar que no hay un patrón definido para generalizar las causas de las calificaciones y que atribuyó a causas no claras que tendrían que ver con diferencias en las regiones, implican “que está ocupado en otros asuntos menos en el académico”.
Por esto objetó el enfoque de la Reforma Educativa, pues no se dirige hacia una mejora, y agregó respecto a Marco Vinicio, “en lugar de tener tantos asesores jurídicos persiguiendo maestros sería bueno que se sentara con los docentes especializados en esto que tienen doctorados y maestrías, para que le ayuden a interpretar esto que hoy tiene en sus manos”.
