- Nómada*
El termino máscara proviene de la etimología árabe mas–jarab que significa bufón, o bien de la palabra masjara, bufonada o antifaz. Con el devenir social, el vocablo máscara ha tenido connotaciones más amplias, por lo que también implica usar una apariencia distinta para proteger, propiciar, invocar y ahuyentar. La máscara, como objeto ritual o estético se ha utilizado para manifestar necesidades psicológicas del ser humano ante su entorno conocido, desconocido o imaginario. La máscara busca convertir a quien la porta en un ser distinto del que es y seguramente nos ha acompañado desde épocas inmemorables.
Dice el maestro Víctor José Moya Rubio: “…Una máscara es un puente tendido entre el mundo espiritual del más allá y el mundo natural de nuestra vida cotidiana. El hombre que se coloca una máscara transforma aunque sea temporalmente, su ser. Se pone en comunicación con otro mundo. Sale de su insignificancia, de su anonimato de su natural desamparo, se convierte en otro ser superior, poderoso, temible. Ejerce de pronto un poder inusitado sobre sus semejantes, que lo eleva sobre ellos, se diferencia y se transforma…”.
Podemos encontrar la presencia de la máscara en todas las culturas del mundo. En la cultura egipcia, sobresalen la máscara de oro del rey Tutankamon y la máscara dorada de Zose; en Sichuan, China, se encontraron máscaras de más de 3600 años de antigüedad, en Roma antigua durante los cortejos fúnebres, los actores portaban máscaras para que se reconociera y recordara el rostro del difunto. En los rituales de Oceanía se han utilizado máscaras gigantes y también existen diminutas, como las de las mujeres esquimales. En África, las máscaras representan a los espíritus, los danzantes, aun las empleaban.
En el México antiguo el uso de la máscara fue muy popular empleándose en las ceremonias mortuorias, sacrificios, rituales, danzas, campañas guerreras, fiestas ceremoniales y actos teatrales.
En Zacatecas el uso de la máscara es muy antiguo se dice que los zacatecas se pintaban una máscara negra en señal de duelo cuando fallecía algún cercano. En la época de la colonia se tienen datos que atestiguan el uso de la máscara en ritos y fiestas populares, dice un documento del archivo histórico de Zacatecas fechado en 1718: El miércoles 23 víspera del santo apóstol san Matías a las cuatro horas de la tarde, salió de nuestra iglesia procesión…” iban por delante de ella, como cincuenta hombres enmascarados, que todos eran disformes, unos con un ojo; otros con dos , pero desproporcionados; otros con una nariz de media vara otros con una oreja que le llegaba a la cabeza; otros con dos del mismo tamaño , otros con unas orejas que acosados sobre la uno, les tapaba la cabeza la otra, que les pasaba del cuello, otros con un labio tan levantado, que les cubría la máscara y otro tan caído que les tapaba la barba; otros con una lengua tan larga… todas estas invenciones significando males de la naturaleza. “Este dato del Zacatecas colonial nos conecta con la cultura china, ya que al finalizar el año, los chinos formaban una mascarada para espantar los demonios de las hojas de los árboles; los germanos y celtas n realizaban también una mascarada para alejar del invierno las enfermedades.
En Zacatecas en todas la épocas de su historia se han utilizado máscaras, el carnaval de época independiente fue motivo del uso de máscaras, lo mismo sucedió a inicios del siglo veinte y todavía hoy podemos encontrar mascaras en decenas de danzas tradicionales como son las de la danza de los Tastoanes, las del monarca y la pluma, las del divino rostro, las de los viejos de la danza presentes sobre todo en los tradicionales Matlachines. Por ser un elemento tan significativo y estético la máscara zacatecana, es uno de los elementos más valiosos de nuestra cultura popular. ■
*Espacio patrocinado por la Secretaría de Turismo de Zacatecas/ Espacio de difusión de las fiestas y tradiciones zacatecanas de Museo Etzcuincle.
