Es cierto que hay algunos gastos que hay que corregir en la UAZ, como la prima de antigüedad de los jubilados y cosa así; sin embargo, esto no es ni remotamente la causa del problema financiero de nuestra Máxima Casa de Estudios. Afirmar que la Universidad está en números rojos debido a mala administración o por gastos superfluos, es falso. La causa de los problemas económicos de la UAZ es el bajo subsidio que recibe. Y es vital tener claro la causa del problema, porque de esto depende el tipo de solución que se proponga. Si pensamos que es un problema administrativo interno, propondremos una mejor gerencia financiera y, a lo mucho, tendremos una optimización no mayor a 10 por ciento de los recursos, y seguiremos con el foco generador de la dificultad. Se tiene que proponer una solución adecuada a la causa real del problema. Y si esta última es la falta de financiamiento, el objetivo deberá ser conseguir más subsidio: al menos de 60 por ciento adicional. Recordemos que la UAZ solicitó al gobierno 2 mil 100 millones de pesos, y solamente se autorizaron mil 200 millones: casi mil millones menos.
Los zacatecanos, ¿queremos que se congele la cobertura en educación superior en el estado? O por el contrario, ¿los zacatecanos pugnamos porque crezca y mejore la educación en nuestro territorio? Esa es la disyuntiva. La solución es conseguir un sensible aumento presupuestal para la UAZ. Para empezar requerimos que los propios universitarios se pongan la camiseta, se unan y exijan dicho aumento; en seguida convoquen a la sociedad a defender a una institución que es patrimonio de todos. La lucha por subsidio se respalda, además, en la mejoría sustancial que ha tenido la institución en los indicadores de calidad en los últimos 10 años.
La pregunta es, ¿hay liderazgos universitarios para encabezar un movimiento del tipo que mencionamos? ¿Los liderazgos institucionales están dispuestos a hacerlo? ¿Y los sindicatos? Lo cierto es que no observamos que se muevan en ningún sentido. Es necesario que los universitarios no estén esperando que de algún escritorio gubernamental les caiga la solución, y se pongan a trabajar en su organización interna. Lo peor que pueden hacer ahora mismo es generar luchas intestinas, cerrando los ojos a la realidad y culpándose unos a otros del déficit financiero. Por el contrario, requerimos de los universitarios que hagan gala de inteligencia y tengan altura de miras para pensar no sólo en atender a 30 mil estudiantes, sino en aspirar a 60 mil; y no conformarse con tener presencia en 18 municipios, sino en 58; y no tener mil proyectos de investigación, sino el doble. Y los indicadores de calidad también requieren inversión: aspiremos a superar los que hoy se tienen. Porque el referente no es la propia universidad, sino las necesidades educativas del estado de Zacatecas. La UAZ es un medio imprescindible para el desarrollo, pero el referente de cuánto más hace falta que crezca, es el propio pueblo y territorio zacatecano. Señor Rector: ¿qué va a hacer Usted?
