Este martes, personal del ayuntamiento capitalino dio por inauguradas sus tradicionales posadas, se informó en un comunicado.
La reconstrucción del tejido social es una de las principales encomiendas del alcalde Jorge Miranda Castro, así lo expresó Maribel Herrera Lomelí, presidenta honorífica del DIF, quien acudió a las colonias para comenzar la temporada de posadas.
En la colonia Brasil, Herrera Lomelí agradeció a cada uno de los asistentes por acompañarla en este evento, y comentó sentirse muy arropada por el cariño de las y los capitalinos.
Por su parte, Martín Cervantes Gallegos, jefe del Despacho, expresó que el alcalde Miranda Castro ha girado la instrucción de atender cada una de las colonias, y responder las peticiones y necesidades.
Además, Luis Campos, director del Departamento de Participación Ciudadana, expresó que estas posadas ya se han convertido en una tradición para esta Capital de la Transformación, y aseguró que está labor continuará sin descanso.
Posteriormente, personal del ayuntamiento se trasladó a la colonia Filósofos, donde los más pequeños pudieron disfrutar de algunas piñatas, recibieron juguetes y bolos navideños; mientras que los colonos recibieron un presente ideal para esta temporada invernal.
En la colonia Lázaro Cárdenas también se realizó una de las tradicionales posadas, para que las y los capitalinos disfrutaran de un momento muy agradable.
Para terminar, los regidores Carlo Magno Lara, Salma Cruz, Gina Arce; y los secretarios Cecilia Monjaraz, de Desarrollo Social; Miguel Félix, de Servicios Públicos; Gustavo Serrano, secretario de Seguridad y Víctor Anaya Mota encabezaron la posada en la colonia Las Huertas.
Que Jorge Miranda Castro regrese de lo que indebidamente se ha apropiado, que Su Señora Esposa, como primera Dama del Municipio, con sustento en su Honor, Dignidad, Honestidad y Decencia presione a Su Esposo Jorge Miranda Castro para que actue tambien con honestidad y que lo obligue, que lo obligue a regresar de lo que indebidamente se ha apropiado dañando la economia de muchas familias, SU ESPOSA, COMO PILAR MORAL DE LA FAMILIA TIENE EL PODER Y OBLIGACION MORAL DE EXIGIRLE A SU ESPOSO REGRESE LO QUE INDEBIDAMENTE HA QUITADO O ROBADO.