La Gualdra 296 / Sexto Aniversario Gualdreño
Nadie te conoce. Eres el vecino de la nada.
Mark Strand
1
Toda muerte es un derrumbe:
un terremoto
perseguido por su réplica.
2
Hoy, querido padre,
el mundo se nos cae encima.
Uno tras otro
los cuerpos van apilándose
en la superficie.
Alguien dice tu nombre a cada rato:
Muerte. Y sucede otra vez:
un hombre cae
y el tono clarísimo del mundo
se reinventa.
Esto que vivo es un desastre
y también una extensión de ti.
El mundo
es un desfiladero habitado
solamente por los vivos.
3
Al nacer
me sostuviste en brazos
un minuto.
Pude regresarte el favor
a posteriori
cargando tu ataúd
un par de esquinas.
4
Tres infartos en dos meses.
Guardar la calma.
Recordar
que un muerto
alguna vez
fue un niño.
5
Ahora mismo
no hay nadie en la casa.
Sólo tú, pienso.
Y te imagino otra vez
saliendo por la puerta
para no regresar en muchos años.
Solo tú, pienso.
Y varios metros bajo tierra
aúllas como animal herido.
6
El corazón
es una muerte única.
No se puede extirpar
y duele al mundo;
es una pesadilla
que nos anda entre las sienes.
Su marcha, similar al paso del reloj,
es lenta y diminuta. Se toma el tiempo para decir
caminos, nombres y poemas,
para tomarnos por la espalda y finalmente
escribir la música
de nuestros epitafios.
*Mérida, 1996.