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jueves, 18 abril, 2024
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1977, la crisis más severa de la UAZ (1/2)

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Por: Juan Manuel Rivera Juárez • Elva Cabrera Muruato •

El año 1977 es un año clave en la historia de la Universidad Autónoma de Zacatecas, la crisis que experimentó la UAZ es considerada la más severa. Las Direcciones de las escuelas y la Rectoría fueron tomadas en diferentes ocasiones tanto por estudiantes organizados que exigían sus derechos como por la Alianza Universitaria que más tarde impondría una Junta de Gobierno. El Rector Jesús Manuel Díaz Casas renunció a su puesto y contraviniendo los Estatutos universitarios se designó a José de Jesús Martínez Estrada como Rector Interino, el encargado del Despacho de la Rectoría Jorge Eduardo Hiriartt Estrada trataba de mantener la legalidad y operatividad a flote en un caótico año.

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Para la elaboración de este documento retomamos la “Crónica del movimiento universitario de 1977” elaborada por José Manuel Martín Ornelas, en la que se registra que previo al inicio del ciclo escolar de 1977 los alumnos de la Escuela Preparatoria iniciaron una lucha por el pase automático a la Escuela de Medicina Humana, suceso que se constituyó en la punta de lanza para toda la convulsión política y social que vivió la máxima casa de estudios. Junto con el rechazo al pase automático solicitado por los alumnos de preparatoria por parte de los profesores de Medicina, se fortaleció el rumor de la integración de una Junta de Gobierno para conducir a la Universidad y desconocer al Rector.

El 10 de enero por asalto fueron tomadas las oficinas de la Rectoría por un grupo de estudiantes, en la madrugada se reunieron los integrantes de la autodenominada Alianza Universitaria (grupo de oposición al Rector) para la elaboración del acta que denominaron “Por qué tomamos Rectoría” e integraron una Junta de Gobierno con los directores de las Escuelas de Medicina, Derecho, Ingeniería, Ciencias Químicas, Comercio y Administración, Enfermería y Secundaría.

En el acta se integraron doce puntos como exigencia, entre otras cosas se solicitaba: Una universidad tranquila, donde se respetará la autoridad y principios universitarios; Terminar con la agitación para que la Universidad se volviera a encausar por el sendero que le corresponde; Acabar con el envenenamiento de las mentes de los alumnos para que su estudio se orientara a una probada investigación científica; Respetar el acuerdo del Consejo Técnico de la Escuela de Medicina Humana al no pase automático.

En respuesta el Comité Coordinador de la Asamblea General Conjunta acordó entre otros: Exigir el retiro de las fuerzas represivas que se encontraban dentro y fuera del Edificio Central; Continuar las actividades académicas; Expulsión de la Universidad a los integrantes de la Junta de Gobierno y de los promotores de los actos violentos; Reiterar el reconocimiento a la estructura orgánica legalmente establecida por la comunidad universitaria.

Ante la postura de desconocimiento de la figura de autoridad en el Lic. Díaz Casas por los demandantes y la iniciativa de expulsar de la institución educativa a los integrantes de la Junta de Gobierno y sus agitadores, inició un proceso de declaraciones tanto de maestros como de alumnos de las diferentes Escuelas a favor y en contra de la Junta de Gobierno. Surgieron los llamados en apoyo al paro y otros a continuar las actividades académicas como respaldo al Rector. Se realizaron marchas y mítines. La iniciativa privada manifestó su apoyo a la Junta de Gobierno y el clero se solidarizó.

Después de días de agitación, en la Secretaría de Gobernación del Estado (representada por el Lic. Uriel Márquez Valerio) se firmó un Convenio entre la Alianza Universitaria (el grupo conservador) y la Tendencia Democrática (el ala progresista) para estabilizar a la UAZ. Algunos de los puntos convenidos fueron: Entrega al Rector Díaz Casas en un plazo de 48 horas las instalaciones universitarias; Negar el pase automático a la Escuela de Medicina; La realización de una auditoria; El compromiso de no ejercer revanchismos ni represalias. Por su parte el Gobierno del Estado se comprometió a no intervenir en la vida interna de la Universidad y respetar su autonomía.

Poco después de la firma del convenio continuaron las manifestaciones, la toma de Direcciones, el rechazo por parte de los estudiantes a maestros, así como la publicación de desplegados y manifiestos entre otros, este escenario propicio que casi un mes después, el 8 de febrero, el Rector Díaz Casas presentara su renuncia al Secretario General de la UAZ, Jorge Eduardo Hiriatt Estrada. La dimisión fue motivada por la idea de que su presencia había dejado de ser un elemento de equilibrio para llevar a cabo las tareas de la Universidad. Y externaba sus mejores deseos para que continuara por el camino democrático que se había trazado, por el bien de la juventud zacatecana.

Después de la renuncia del Lic. Díaz Casas a la Rectoría, el Lic. Hiriartt Estrada en su calidad de encargado del Despacho de la Rectoría por ausencia del titular y con la representatividad legal, realizó una serie de gestiones para garantizar la operatividad de la Universidad ante un no reconocido Rector Interino, la asignación pendiente del subsidio Federal y una inestabilidad total en las diferentes Escuelas, temas que ampliaremos en la próxima entrega. ■

*Docente Investigador de la Unidad Académica de
Ciencia y Tecnología de la Luz y la Materia.
*Docente Investigadora de la Unidad Académica Preparatoria.

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