La semana pasada comentamos que para resolver los problemas que enfrentan 885 empleados y 24 mil derechohabientes es urgente asumir el Acuerdo por el Rescate del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de Zacatecas (ISSSTEZAC), que incluye todas las acciones necesarias para darle vialidad al Instituto.
El acuerdo propuesto requiere la participación de diversos sectores, porque sin la colaboración de dependencias gubernamentales, sociedad y trabajadores no podría arribarse al consenso indispensable para ejecutar las reformas estructurales que edificarán un nuevo instituto más dinámico, justo, pertinente y autosostenible.
Por su parte, el Instituto, con una Junta Directiva que asumirá con entusiasmo y devoción las mayores responsabilidades, junto con la base trabajadora, emprenderá un saneamiento integral que abarcará las ineludibles cargas tributarias conforme a la Ley. En esta parte, el ISSSTEZAC en conjunto, deberá desprenderse de prerrogativas que a la luz de las nuevas situaciones provocadas por imprevisiones, omisiones o errores, más alteraciones por cambios en materia financiera en el estado, el país y el mundo, imponen nuevas actitudes ante fenómenos económicos no apreciados en el pasado.
Si en el panorama de principios de año el futuro estaba sembrado de riesgos y amenazas, con el advenimiento de la pandemia del Covid-19, que ya lesiona economías de los países más poderosos, y derrumba esperanzas en naciones empobrecidas como México, ahora las dificultades se han profundizado.
No se piense que los problemas generados por el coronavirus son coyunturales y pasada la pandemia regresará el mundo al punto donde estaba antes de que desde China comenzara a propagarse el letal virus. En realidad, el Covid-19 ha servido para demostrarle a la humanidad lo mal que ha planificado su desarrollo y lo equivocada que estaba o está, al creer que bajo el mismo sistema de explotación capitalista podría perpetuarse la multiplicación de la riqueza, para unos pocos, mientras quienes viven en pobreza extrema, más del 50% de la población mundial, continuaría conformándose con sobrevivir.
Cruelmente el Covid-19 nos enseñó que esa visión de desarrollo siempre estuvo totalmente equivocada y solo era necesario el surgimiento de una crisis mundial para dejar a la vista errores fatales que no deben persistir, so pena de llevar al mundo y la humanidad a una inimaginable hecatombe.
Así, tras de la pasajera pandemia, y al amparo de una etapa histórica mundial en la que los cambios y las reformas deberán ser estructurales, se plantea lo que deberá ser el ISSSTEZAC de un mañana que ya comenzó hoy y en el cual trabajamos, incluso bajo las limitaciones de la Sana Distancia y el Quédate en casa.
Con la fuerza impuesta globalmente por ineludibles exigencias traídas por la naturaleza o quizás la irresponsabilidad humana, las reformas de gran calado requeridas por el Instituto deberán ser asimiladas con pleno convencimiento y perspectiva visionaria.
Queda claro que los cambios por venir deben colocar en el centro de todas las preocupaciones a las personas, a los trabajadores de toda índole. En nuestro caso, la seguridad de los trabajadores al servicio del estado, o mejor dicho, al servicio de zacatecanos y zacatecanas, es una prioridad en la que nos esforzamos día a día, pero este no es trabajo de un equipo, de una directiva, sino de todo el personal actualmente laborando y de jubilados y pensionados, y de toda la sociedad zacatecana, porque nada que le sea favorable a una entidad gubernamental deja de serle favorable a todos los sectores de la población.
Como los tiempos y la sociedad lo demandan, el Acuerdo para el Rescate del ISSSTEZAC es un pacto de buena voluntad que establece compromisos de corto plazo para darle vialidad al instituto y al Sistema de Pensiones del Estado, cuyas características esenciales son la transparencia y la rendición de cuentas, conceptos que regirán todas y cada una de las acciones y a todos y cada uno de los actores; por eso, su conformación exige participación y pluralidad.
En cuanto a la calidad, debe ser viable y medible, lo cual implica la revisión constante de sus metas para conocer resultados y derivar de ellos las acciones pertinentes. Darle estas características implica pleno respeto a las leyes y normas vigentes, sustento primordial sin el cual carecería de legitimidad.
Como gran aspiración, siempre con el absoluto respeto a los derechos humanos y los derechos laborales, el Gobierno de Zacatecas coloca a la persona humana como eje central de todo su desempeño. Todo por zacatecanos y zacatecanas, porque son el máximo objetivo.
*Director general del ISSSTEZAC