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jueves, 18 abril, 2024
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La crisis será prolongada y continuará aumentando el desempleo

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Por: ARTURO HUERTA GONZÁLEZ •

El sábado 9 de mayo el Presidente dijo que no fue la pandemia lo que derrumbó la economía mundial, sino que el modelo económico neoliberal ya estaba en crisis. El problema es que el gobierno mantiene el modelo neoliberal al defender la austeridad fiscal, la autonomía del banco central, el libre comercio y la libre movilidad de capitales. Éstas son las políticas del neoliberalismo que han reducido el tamaño y participación del Estado en la economía y han privilegiado el mercado de economía abierta, que nos han llevado a la crisis que enfrentamos e impiden al gobierno hacer frente a los estragos que origina la pandemia. Mientras el resto del mundo deja de lado las políticas de austeridad fiscal y están trabajando con déficit fiscales arriba del 10-12% del PIB, y sus bancos centrales (a pesar de su autonomía), bajan la tasa de interés a niveles cercanos de cero y financian a sus gobiernos para que expanda el gasto público para combatir la pandemia y frenar la crisis, en México se insiste en los recortes presupuestales para mantener el equilibrio fiscal (o bajo déficit) y el banco central mantiene altas tasas de interés y no está financiando al gobierno. Tal situación nos lleva a que los estragos de la pandemia vayan a ser más perjudiciales en México en relación a los países que si están instrumentando políticas para contrarrestar éstos problemas.

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El Presidente señaló que “los apoyos gubernamentales para reactivar la economía popular, las remesas, el repunte en el precio del petróleo y la recaudación”, permitirán lograr la recuperación económica. Sin embargo, ello será insuficiente para tales propósitos, pues el precio internacional del petróleo está por debajo de la mitad de lo presupuestado para el 2020. Las remesas tienden a disminuir por el creciente desempleo en EUA que está afectando más a los latinos. Dijo que la mayor recaudación del primer cuatrimestre, ayudará, pues no se tendrá que pedir prestado, ni endeudarse. Insiste en no endeudarse, como si la deuda interna fuera mala. La cuestión es lo que se haga con ella. Si se dirige a evitar quiebra de empresas y a preservar la planta productiva y el empleo, ello permitirá evitar que caiga más la actividad económica y los ingresos del gobierno, lo que permitiría reducir la deuda.

Cabe señalar que los apoyos gubernamentales de créditos a la palabra, las tandas del bienestar, los fondos para la reconstrucción o mejoramiento de planteles, junto a la política social y sus Macro Proyectos del tren Maya, del Istmo, el aeropuerto de Santa Lucía y la refinería de Dos Bocas, no tendrán el impacto suficiente para que se recupere la dinámica económica y se frene el desempleo. Mientras persistan las altas tasas de interés y la austeridad fiscal, no se va a lograr tal propósito y llevarán a que la crisis sea prolongada.

También el Presidente afirmó que está “seguro de que por su fortaleza, su cultura, su grandeza, México y su pueblo van a salir de esta crisis y va a ser para bien de todos”. Es el mismo discurso que los presidentes priistas pronunciaban en cada crisis. La cuestión es que la fortaleza y la grandeza de un país, pasa por las políticas que se instrumenten para desarrollar la industria, la tecnología, la agricultura, el empleo bien remunerado, para lograr un crecimiento sostenido y más equitativo y el problema es que las políticas predominantes de alta tasa de interés, de austeridad fiscal y libre movimiento de capitales, atentan sobre ello.

A los 500 mil desempleados del mes de abril, se irán sumando más desempleados ante la cerrazón del gobierno de no incrementar el gasto público deficitario para frenar la quiebra de empresas y salvaguardar la planta productiva y el empleo. El aumento del desempleo incrementará la miseria, las enfermedades y la delincuencia, pues ante la falta de conciencia política para exigir al gobierno políticas de empleo, habrá quienes delinquen para llevar alimentos a su familia.

No se puede ser indiferente a los problemas de acumulación que enfrentan las empresas, ya que su quiebra disminuirá el potencial de crecimiento y de generación de empleo por muchos años. Hay gobiernos que están nacionalizando las empresas para preservar la capacidad productiva y el empleo. Aquí el gobierno puede hacer lo mismo para asegurar el abasto de productos y evitar presiones sobre precios e importaciones. Debe transferir recursos a las empresas para que no quiebren, a cambio de tener el control de cierto porcentaje de las acciones o activos de las empresas, y que una vez que se recupere la actividad económica, los dueños compren de nuevo esas acciones o activos.

El gobierno debe tener como objetivo principal el pleno empleo, junto con preservar la capacidad productiva. Debe enfocar toda su política económica, monetaria, fiscal, crediticia y comercial para tal propósito. Y cambiar su equipo económico, dada su incompetencia para realizar las transformaciones que el país requiere, para salir de los problemas que tenemos.

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