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jueves, 18 abril, 2024
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Never rarely sometimes always, de Eliza Hittman

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Por: ADOLFO NÚÑEZ J. •

La Gualdra 427 / Cine

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Autumn (Sidney Flanigan) es una joven tímida que vive en un pequeño pueblo de Pennsylvania, y que a la corta edad 17 años pareciera que carga el peso del mundo sobre sus hombros. Distante con su familia, con sus compañeros de escuela y de trabajo, Autumn vive con una inquietud constante, así como una melancolía poco común en alguien de su edad; la única persona que parece entenderla es Skylar (Talia Ryder) su prima y compañera de trabajo en un supermercado. Un día Autumn se hace una prueba en una clínica local y descubre que tiene un embarazo de varias semanas. Ya que en Pennsylvania un aborto solo se puede llevar a cabo con el consentimiento de un adulto y sin tener deseos de que sus padres se enteren, Autumn decide viajar a la ciudad de Nueva York en compañía de Skylar, para así lograr llevar a cabo ese legal, pero todavía complicado procedimiento.

A primera vista, podría parecer que Never rarely sometimes always (2020), el tercer largometraje de Eliza Hittman, tiene una premisa llena de oportunismo frente a temas actuales y hecha con el único objetivo de manipular a la audiencia. Sin embargo, la directora logra evitar todos los caminos fáciles y fórmulas propias del drama juvenil para componer un retrato crudo y realista sobre las dificultades de ser mujer en un mundo definido por la masculinidad tóxica.

Haciendo uso de un estilo naturalista y de bajo perfil, Hittman se centra en la experiencia íntima y directa de sus personajes, en sus gestos y actitudes por encima de lo que verbalizan. Es así como logra evidenciar que muchas de las posturas aparentemente despreocupadas de Autumn y Skylar son en realidad una máscara que deben utilizar para poder afrontar la violencia normalizada que se ven obligadas a recibir de manera cotidiana.

La odisea de ambas protagonistas hacia otra ciudad para que una de ellas logre tener aborto, y todas las dificultades que esto conlleva, son el punto de partida de la realizadora para desarrollar un relevante comentario sobre las agresiones que muchas jóvenes tienen que soportar de manera injusta, día con día, por el simple hecho de ser mujeres. En medio de un Nueva York caótico y en constante movimiento, Skylar y Autumn deben pasar más tiempo del esperado en la ciudad para que esta última pueda ser atendida de manera correcta; periodo en el cual deben ir y venir de un lugar a otro, donde son ignoradas con sequedad por los vendedores de boletos en el metro, y en otros casos directamente agredidas o vistas de manera lasciva por los transeúntes.

En una realidad donde la violencia de género se ejerce de manera casual (pero no por ello menos terrible), la directora captura los remanentes humanistas del relato en la relación empática y solidaria de ambas protagonistas. En el viaje de ambas jóvenes deviene una madurez emocional que está representada en su comprensión precipitada de una sociedad intolerante donde deben plantar sus creencias de manera firme y decidida para lograr salir adelante.

En una historia donde sus heroínas saben que el mundo no responde como ellas quisieran, la directora Eliza Hittman habla del embarazo y el aborto no como temas centrales, sino como consecuencias de la violencia ejercida a la mujer en todo el mundo, problemática que resuena en todas partes, sin importar las leyes ni las diferencias culturales. Es por eso que, sin adornos ni manipulaciones, y haciendo uso de una honestidad dolorosa, Never rarely sometimes always es una película que importa.

 

 

https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra_427  

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