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viernes, 29 marzo, 2024
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Distintas pestes y epidemias han asolado al país y al estado a lo largo de la historia

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Por: ALEJANDRO ORTEGA NERI •

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■ Se sabe en 1833 de la epidemia de cólera, se habla de una mortalidad de 324 mil personas en todo el país, y que, por supuesto, Zacatecas no estuvo exenta: Hesby Martínez Díaz

■ Se tiene el registro de que 2 mil 642 zacatecanos fallecieron a causa de la Tifo en 1892

■ Durante dicha epidemia en Zacatecas, el nosocomio que funcionaba y atendía a la población era el Hospital de San Juan de Dios, actualmente Hospital San José, en la capital

■ Específicamente se creó un Lazareto muy cerca al Panteón de Herrera, entre Zacatecas y Guadalupe

■ La Gripe Española llegó a México de una manera bastante “agresiva”, se contabilizaron 500 mil muertes. Fue posterior a la Revolución y la población ya estaba muy diezmada

 

En los últimos días en los que la pandemia de Coronavirus (Covid-19) arrecia y asola las ciudades, en la red, una de las ventanas del confinamiento por las que se puede ver todo el mundo, han circulado imágenes alusivas al Dr. Peste, ese médico empírico encargado de cuidar a los enfermos que la Peste Negra dejó por toda Europa durante la Edad Media y que el alemán Paul Fürst supo representar de manera magnánima en un grabado en cobre fechado en 1656: un hombre completamente vestido de negro, sombrero y máscara de ave de pico largo con anteojos.

La imagen y los disfraces basados en este grabado han recordado a la humanidad que la pandemia que se padece actualmente no es la primera en la historia, sino que a lo largo de los siglos varias enfermedades se han encargado de diezmar a la población que habita el globo y que son, a decir de la docente investigadora de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), Hesby Martínez Díaz, sucesos que han puesto a prueba la eficacia de las instituciones y los sistemas de salud.

Sería complejo hablar de la historia de las pestes, epidemias y pandemias que han azotado al mundo, a México y a Zacatecas, porque el espectro es muy amplio, dice la investigadora. Porque mientras más atrás en el tiempo se viaje, la ausencia de fuentes son las que complican la investigación, sin embargo, quizá de las más conocidas a nivel mundial, señala, sean la Peste Bubónica de finales de la Edad Media de la que las investigaciones históricas han dado a conocer que terminó hasta con un 60 por ciento de la población europea.

Para el caso de México, la historiadora recuerda el caso de las enfermedades y epidemias que trajeron los españoles durante la exploración y conquista, y que quizá la más conocida sea la viruela, la cual precisa Martínez Díaz, diezmó a la población local de una manera “impresionante”, que incluso investigaciones han referido que es hasta finales del siglo XVII (17) cuando la población autóctona comenzó a recuperarse de todas las enfermedades que trajeron los invasores.

Sin embargo, los datos más duros sobre epidemias se encuentran durante el siglo XIX (19) y el periodo conocido como el Porfiriato. Primeramente, se sabe en 1833 de la epidemia de cólera, que de acuerdo con la académica, se habla de una mortalidad de 324 mil personas en todo el país, y que, por supuesto, Zacatecas no estuvo exenta. A ésta le siguió la fiebre amarilla y una peste, variedad de la bubónica que tuvo presencia sobre todo en el puerto de Mazatlán, donde explica que “ya empezamos a ver acciones muy específicas para el cuidado de la población: se desinfectan casas, se incineran los cuerpos, se aísla a las personas enfermas, se eliminan parásitos como las ratas y empieza a haber un poco más de control”.

La epidemia de Tifo
que asoló Zacatecas
Para el caso específico de Zacatecas, quizá el que más llame la atención, a decir de la historiadora, sería la epidemia de Tifo de los años 1892-1893, durante el Porfiriato. Y aunque se tienen noticias de epidemias de dicha enfermedad en 1850 y 1864, sería la de las postrimerías del siglo XIX (19) las que están mejor documentadas y han permito a Hesby Martínez Díaz y mayor estudio para el conocimiento del pasado zacatecano.

“El Tifo se comportaba de manera endémica en todo el país. Por lo menos de eso se tiene noticia durante todo el siglo XIX, que ese sí está un poco más documentado. ¿Qué es eso de que era endémico? Que afectaba en fechas fijas en el año, pero no había un número considerable de muertes, era predecible, se daba cada año”, explica.

Con relación a la epidemia de los años 1892-93, señala la investigadora, se han encontrado datos hasta de los médicos que fallecieron durante la atención a los pacientes. Y es que Zacatecas era un punto importante para este tipo de epidemias, porque era un lugar de paso desde la Colonia con el Camino Real de Tierra Adentro y en general por ser una población minera, fluctuante, que iba y venía dependiendo de las bonanzas mineras y eso provocaba que llegaran a Zacatecas estas enfermedades que se volvían epidemias.

“Para en el caso de la 1892-93, los médicos de la época no sabían qué la provocaba. Algunos decían que porque el arroyo principal estaba muy contaminado, otros decían que se había dado porque algunos años antes hubo una sequía importante en el estado y que provocó hambruna, lo que predispuso a la población para que se manifestara como endemia”.

Las medidas para atenderla, expone la historiadora, era mantener una junta de sanidad mientras se mandaban informes y se buscaba la manera en que la población no resultara tan afectada, pidiéndoles, justo como en estos días, que no estuvieran en aglomeraciones. Y es que para esos años, no toda la población iba a los hospitales, salvo aquella que no poseía los recursos para ser atendida en sus casas, como la mayoría lo hacía.

“Cuando un caso de estos se daba, se tenía que avisar a las autoridades para que se diera vigilancia, y una vez que se daba la defunción, se intentaba fumigar los lugares para que no se convirtieran en focos de infección. Se le pedía a la población mayor higiene, evitar aglomeraciones, aislarse. No se permitían las pompas fúnebres. Mucho de lo que se vivió en el siglo XIX (19) lo estamos viviendo ahora”, reflexiona la docente.

“Parte de lo que nos ha enseñado todo esto para la historia, es que ponen a prueba los sistemas de salud que se tienen en el momento. En el caso de siglo XIX hubo mucha discusión sobre la pertinencia o la eficacia de todas estas instituciones. Que si los hospitales funcionaban, que si el total de médicos por población era suficiente, que si todas las medidas adoptadas por la autoridad fueron necesarias, no fueron necesarias. Creo que es una de las discusiones más importantes que se hacen a nivel histórico”.

El Tifo, explica la experta, era una enfermedad que se daba a nivel respiratorio. Ya para el siglo XX (20) se tenía bien claro que lo que la provocaba eran las pulgas y los piojos, por lo que para combatirla se comenzaron a hacer propagandas de “desinsectización”, es decir, procurar menos convivencia con los animales que eran transmisores de estos parásitos.

Durante dicha epidemia en Zacatecas, el nosocomio que funcionaba y atendía a la población era el Hospital de San Juan de Dios, actualmente Hospital San José, ubicado en la avenida Ramón López Velarde. Pero específicamente para esta epidemia se creó un Lazareto muy cerca al Panteón de Herrera, entre Zacatecas y Guadalupe. Sin embargo, dice, la población no quería ir a atenderse allá según la prensa de la época, debido a rumores de que en el transcurso era seguro que encontraran la muerte.

“Se contabilizan alrededor de 4 mil muertos en 1892-93. El problema con la contabilidad que se hace, es que hay muchas discusiones de si estos que murieron eran bien identificados y en las altas de defunciones aparece correctamente el padecimiento o no. Quizá hayan sido más. La gente no quería decirle a la autoridad que había un enfermo en su casa porque sabía que era darle entrada a la autoridad para la vigilancia, cuidado de la higiene y traslado de los enfermos”.

Esta fue la última epidemia de Tifo del siglo XIX (19), y ya entrado el siguiente, para los años de 1915 a 1917 se volvieron a presentar otras. A la cuales se le sumó la pandemia de la Gripe o Influenza Española que azotó a todo el mundo y también a México. Pero algunas investigaciones señalan que no se originó en España sino en Estados Unidos y que se le dará el nombre por cuestión mediática, ya que la prensa española comenzó a dar cuenta de los casos, mientras que los estadounidenses la ocultaron para no menguar el ánimo del ejército y alarmar a la población, pues eran tiempos de la Gran Guerra.

Fue con esta pandemia, destaca Martínez Díaz, que comenzaron a tomarse otras medidas preventivas como evitar ir a cines y teatros; que la gente estornude sobre pañuelos, adoptar saludos higiénicos y evitar escupir en el suelo. La Gripe Española llegó a México y se manifestó aquí de una manera bastante “agresiva”, pues se contabilizaron 500 mil muertes para la época, algo que para el país fue todavía peor, pues se dio posteriormente al movimiento revolucionario y la población ya estaba muy diezmada.

Con la pandemia del Coronavirus (Covid-19), concluye la historiadora, habría varias cosas para analizar. “La primera sería precisamente que esta pandemia pone a prueba, no sólo en México, sino a nivel mundial la eficacia de las instituciones de salud que tenemos. Pareciera que sólo hay atención de enfermos y no prevención de enfermedades. Nuestros sistemas de salud no llegan al 100 por ciento a la prevención de enfermedades, nos falta mucha educación en nuestra población. Esto nos va a dejar mucho qué analizar en ese sentido y sobre todo ponernos a prueba a nosotros como sociedad”.

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