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jueves, 28 marzo, 2024
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Minera suspende temporalmente operaciones en Vetagrande

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Por: ALEJANDRO ORTEGA NERI •

■ Debe cumplir con el proceso de regularización de la presa de jales

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■ Hay un proceso administrativo ambiental iniciado en 2014 y fue heredado por la empresa anterior: Miguel Adalberto Díaz Cortez, gerente general de la mina

■ Se liquidará al 100% de los trabajadores sindicalizados y empleados de confianza

■ Al personal operativo se le reacomodará en unidades ubicadas en San Luis Potosí e Hidalgo

 

La unidad Minera Santa Cruz, que inició operaciones en noviembre de 2015, anunció ayer en conferencia de prensa la suspensión temporal de las operaciones en su proyecto de Vetagrande, Zacatecas, debido a un proceso administrativo ambiental iniciado en 2014 con el pendiente de regularizar la presa de jales y que fue heredado por la empresa anterior, informó Miguel Adalberto Díaz Cortez, gerente general de la mina.

Acompañado por el director de Minas de la Secretaría de Economía del Gobierno estatal, Emilio Varela Milanés, y la secretaría técnica de la misma dependencia, Victoria Hernández, el gerente de la mina refirió que la suspensión temporal de las actividades obedece a una decisión estratégica tomada a partir del compromiso ambiental que la empresa tiene, pues el objetivo principal es trabajar bajo los lineamientos establecidos por la normatividad ambiental, por lo que una vez se cumpla con lo solicitado, se reanudarán las actividades mineras previendo un tiempo estimado de seis meses para la reactivación.

La empresa, que explota concentrado de plata, plomo y zinc, en una cantidad de hasta 15 mil toneladas por mes, ha invertido, desde que inició sus operaciones, cerca de 9 millones y medio de dólares, los cuales fueron destinados, según Díaz Cortez, a la mejora de la infraestructura de la planta de beneficio, la adquisición de nuevos equipos y maquinaria, así como en la exploración de proyectos.

Además, dio a conocer el gerente, fueron generados 319 empleos en la unidad, contando los 74 empleados que había con la empresa anterior, a quienes por monto de nómina se les pagaba mensualmente 377 mil pesos, siendo que ahora dicho monto creció hasta 2 millones 800 mil pesos, lo que significa un incremento de 79 por ciento con respecto a la compañía que los antecedió.

Desde su inicio, agregó, la minera adquirió un compromiso social importante, tratando de generar un desarrollo integral en aspectos de infraestructura, relación social, cuidado del medio ambiente y la salud, impulsando campañas y eventos con el apoyo de un millón 400 mil pesos.

Ante la suspensión de labores, se anunció que se estará liquidando al 100 por ciento de los trabajadores sindicalizados y empleados de confianza. Mientras que al personal operativo se les estará reacomodando en las unidades ubicadas en San Luis Potosí y en el estado de Hidalgo, donde se está viendo la posibilidad de que los empleados de confianza se sumen en sus mismos puestos.

Aclaró que la empresa sigue interesada en continuar trabajando en Zacatecas, mientras tanto se enfocarán en el incremento de la producción de las unidades mencionadas para asumir así las responsabilidades que se tienen con aquellos que los han apoyado.

Sin embargo, debido al potencial geológico que tiene la entidad, se estará trabajando también en el aspecto comunitario en la gestión de permisos ambientales para los proyectos planeados en los municipios de Pánuco y Morelos, donde se prevé iniciar una exploración “muy agresiva” que permita justificar una inversión importante a mediano y largo plazo, y los posicione entre las empresas de mayor generación de empleos e inversión en Zacatecas.

En cuanto a los trabajadores que se les complique moverse a las demás unidades, se está viendo la posibilidad, con el apoyo de la Secretaría de Economía, de vincularlos con otras empresas mineras asentadas en el estado de Zacatecas. Aunque reiteró que la empresa no se va, sino que para de manera temporal solamente mientras se soluciona el “pasivo ambiental”, el cual está siendo trabajado por Profepa, quien realizará estudios geofísicos e hidrológicos y que por el hecho de que la presa de jales tiene que ser barrenada, es necesario parar totalmente las operaciones.

El gerente de la mina descartó que haya algún riesgo en cuanto a la salud de los habitantes por este “pasivo ambiental”, sino que son correcciones y actualizaciones en cuestiones técnicas para darle a la autoridad competente la certeza de que las cosas se están haciendo bien. Pero negó que haya sido un derrame, como se rumoraba, sino que obedece a procesos que se tienen que entregar por ley.

De igual manera, desechó toda relación con las denuncias del año pasado por parte de los habitantes de Vetagrande, quienes argumentaban que tenían plomo en la sangre y las viviendas estaban en continuo daño debido a los trabajos de la mina, lo cual aclaró que no es así ya que mediante estudios geofísicos se comprobó que esas viviendas estaban asentadas en lo que fue un basurero, sin embargo, la mina se comprometió a ayudar en la reparación de las casas.

Con la suspensión temporal de la mina Santa Cruz, se estarían perdiendo aproximadamente 78 millones de pesos, ya que se estima que cada mes se ganan 13 millones, aunado a esto la pérdida de los empleos directos e indirectos, pues la nómina rebasa los 2 millones de pesos, por lo que las actividades en el municipio caerían también. Sin embargo, el plan de trasladar a los trabajadores a las otras unidades es con la idea de incrementar la producción y poder subsanar estas pérdidas.

Entre el cansancio
y la incertidumbre
En las instalaciones de la mina reina la calma. Ante la suspensión de labores algunos trabajadores optan por reunirse a platicar, otros por barreras, y unos más han cambiando sus herramientas tradicionales por la manguera para regar los árboles. Uno de esos trabajadores, dice, tiene 15 años laborando en la mina, su voz apenas se escucha y la hipertensión más la diabetes le han menguado ya las fuerzas, por lo que cree que no pueda mudarse a otro estado, así “enfermo y viejo”, dice.

En la entrada, el gesto de los guardias y demás gente reunida es de incertidumbre. Dicen que a los trabajadores de confianza ya les están pidiendo que vayan a firmar su renuncia. Los sindicalizados se reunirían ayer por la tarde para observar en gremio el panorama. Mientras, siguen llegando al lugar con su casco y sus botas de trabajo.

Son 47 empleados de confianza y 96 sindicalizados, el resto son empleados de mina, sin sindicato, y son los que tiene posibilidades de reubicarse. Entre ellos hay supervisores, empleados de seguridad, geólogos, operadores. Muchos son gente de la localidad, Vetagrande, pero también llegan ahí de Pánuco, Guadalupito, Llano de las Vírgenes, Guadalupe, Zacatecas, Morelos y Hacienda Nueva. De donde sean el panorama está complicado, dicen. En unos se observa el cansancio, en otros la incertidumbre.

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