Desde hace años los servicios de salud en el estado de Zacatecas y el país hacen agua: falta de todo, como medicamentos, personal, instalaciones y equipo. No hay prácticamente recursos y urge o una estrategia para la disminución de los factores de riesgo de la obesidad y malos hábitos que, a su vez, causan una cadena de enfermedades crónicas que son altamente costosas. La distribución del gasto en salud tiene exactamente la misma inercia de los años anteriores: por ejemplo, el FASSA (fondo de aportaciones para los servicios de salud) en Zacatecas destina el 81 por ciento a nómina y para materiales y suministros ronda el 10 por ciento de lo presupuestado. Y en los últimos dos años, se quitó recursos a los llamados ‘servicios generales’ para aumentar un poco a los suministros. Es decir, se le quitó a una parte el presupuesto para darle a otra parte del mismo, sin haber aumento relevante de presupuesto.
Las variaciones en los últimos tres años en los números generales no han sido más que en pequeñitas proporciones. Pero lo más relevante es que la población que ocupa ser cubierta por los servicios de salud aumenta y las capacidades de médicos y suministros no lo hacen. Pero lo más importante es que el modelo de atención es exactamente el mismo: clínico. El higienismo de prevención aun no asoma los dientes. Es decir, seguimos con el formato conservador en salud y en ese sentido al sector salud no le ha llegado la transformación.
La población abierta atendida en Zacatecas fue de alrededor de 980 mil individuos, y la población que contaba con algún tipo de Seguridad Social en el Estado fue de 650 mil personas. El personal que atendió a la población abierta, en 2018, tanto en unidades médicas de primer y segundo nivel, además de la oficina central y jurisdicciones fue la siguiente: mil 925 médicos, 2 mil 901 enfermeras, mil 595 paramédicos, se cuenta con mil 684 administrativos y 914 en el concepto de otros, en total se generan 9 mil 19 personas empleadas para atender a este sector de la población en el estado. Los SSZ aportan el porcentaje del total de la plantilla del personal que atiende a la población abierta, esto representa un 68.75 % en médicos, un 67.99 % en enfermeras, el 66.79 % en paramédicos, en administrativos un 67.41 %. Pero con esos porcentajes, se valoran mejor cuando sabemos que en los últimos 3 años que las unidades médicas de los SSZ no tuvieron modificaciones y si nos vamos al ISSSTE donde los aviadores gozan de protección local nos damos cuenta del difícil trayecto que tendrá que hacer el Gobierno Federal para lograr la titánica tarea de mejorar un factor fundamental para el Desarrollo Humano.
Si hablamos de infraestructura de las unidades médicas poco podemos presumir en este marginadísimo estado: seguimos con sólo 2 hospitales de especialidades y que son el hospital de la mujer y el de salud mental. En el resto de la gama de las especialidades médicas estamos en el absoluto abandono. No tenemos un solo hospital de tercer nivel aunque el hospital general si cuenta con algunos especialistas de tercer nivel. El abandono de las especialidades médicas en Zacatecas seguimos exactamente igual que en el pasado. La transformación no ha llegado en las especialidades médicas.
La distribución por tipo de seguridad social, el IMSS cubre el 28 por ciento, el IMSS cubre el 28 por ciento, el ISSSTE el 11, y la atención a la población abierta es de más del 60 por ciento. Y este último porcentaje pasó de un esquema de seguro a uno de instituto, cuya transición pese a ser necesaria, no se vislumbra que sea fácil, la falta de voluntad y empatía se aprecia a leguas con cada funcionario estatal que a la menor dificultad escamotea responsabilidades. En suma, aquí tampoco ha llegado el cambio.
