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viernes, 29 marzo, 2024
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El culto zacatecano a la virgen de San Juan de los Lagos, la Chaparrita milagrosa

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Por: MA. CRISTINA MORALES VIRAMONTES •

La Gualdra 419/ Arqueología e Historia / Ollin: Memoria en Movimiento

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Existen en el país varios santuarios dedicados a imágenes veneradas dentro del culto católico que atraen grandemente y en específico a los feligreses, debido a los milagros de diversa índole que se adjudican a ellas. El consagrado a Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, situado en el vecino estado de Jalisco, reviste especial importancia para los zacatecanos por la cantidad de milagros que se le adjudican a la venerada imagen, especialmente curaciones; además de significar a nivel nacional uno de los sitios considerados sagrados de mayor afluencia pues ostenta el tercer lugar nacional.

Hay una historia en relación a la sacralización del sitio, en la que se habla de una niña que estaba tratando de recoger agua en un lugar donde brota un manantial; esa niña, que ya no volvieron a encontrar, se considera que era la propia imagen de Nuestra Señora de San Juan, quien realizó ese prodigio o milagro. Esto sucedió un 24 de junio, el día de la conmemoración de San Juan Bautista, razón por la que a partir de entonces el lugar llevó el nombre de San Juan.

La virgen cuenta con cuatro fechas importantes en las que se le festeja, que son las siguientes: el día de San Juan; el de la Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre; el de la Candelaria o fiesta de las Candelas, el 2 de febrero; y el 15 de agosto, fiesta de la Asunción de la Virgen. Esta advocación de Nuestra Señora, en la forma de la Inmaculada o Purísima Concepción cuenta además con un amplio culto en Zacatecas, ya que al menos 8 municipios la tienen como imagen central de devoción en su iglesia.

La efigie de la “Chaparrita” como suelen llamarla de cariño, es motivo de varias peregrinaciones anuales que parten de distintos puntos del Estado; originalmente, la peregrinación solo era a pie y tal vez acompañada por una carreta o por alguien de a caballo, partiendo de Zacatecas del templo de San Juan de Dios por el día 22 de noviembre, y que, realizando varias escalas, complementaba su recorrido para llegar a la fiesta del 8 de diciembre; las escalas se fueron haciendo obligadas y tradicionales, de modo que en cada una de ellas, cada año, los peregrinos son recibidos por la gente del lugar, que obsequian a los cansados viajeros diversos tipos de alimentos. Los peregrinos aprovechan las escalas, durante las cuales pernoctan, para descansar y dormir, tras lo cual asisten a misa o rezan el rosario y continúan su camino.

De acuerdo a informes, esta peregrinación se realiza desde 1623, además de que hay otras como la que partía del entonces Real de Sombrerete. Las modalidades de la peregrinación han experimentado cambios, ya que en sus inicios se apoyaban por carretones para llevar los enseres necesarios para el viaje, como cobijas, ropa y comida; posteriormente empezaron a acompañarse de camiones y camionetas, y con el tiempo tomaron auge las peregrinaciones de bicicletas.

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Regresando a la forma de la peregrinación tradicional a pie, esta también ha experimentado cambios, ya que cuando utilizan automóviles o autobuses se trata de acompañar a los peregrinos en las paradas obligadas tradicionales ya establecidas; los vehículos llevan los artículos indispensables, aunque con el tiempo han aumentado. Antes se paraba solo a descansar, pero con la llegada de la televisión resultaba en un momento dado importante parar para ver la telenovela; actualmente lo importante es ponerse al día en los mensajes del celular y tal vez tomarse la selfie en cada punto importante del camino. La peregrinación, aunque sigue su trayecto tradicional y no varían los sitios de las paradas -en los que continúa la tradición de rezar el rosario, y si es posible bañarse y cambiarse-, en el camino los esperan ahora las personas del lugar para obsequiarlos ya sea con alimentos, agua fresca y atole; de esa forma se hace más llevadera la caminata.

Actualmente, en cada una de las fechas arriban al santuario más de 10,000 peregrinos por todos los medios posibles, ya sea a pie, en camiones, bicicletas, o en sus vehículos particulares. El lugar se convierte en una gran feria-mercado donde los feligreses encuentran todo tipo de productos, desde la tierra curativa de San Juan procedente del lugar, que venden en terrones formados en un molde con la imagen de la virgen; cajeta de leche y productos lácteos de la región; además de ofrecer por otra parte lo referente al culto a la virgen: velas y veladoras, libros de oraciones o de historias de santos, rosarios, estampas, novenas… además de productos curativos como en yerbas medicinales o pomadas que “todo lo curan”.

Como una clásica feria también habrá prendas de ropa de moda o novedosos juguetes para los niños, sin faltar las cobijas o toallas con la imagen no solo de la virgen sino de diversas representaciones religiosas. Por supuesto que no faltan los fotógrafos. El sitio también ha crecido mucho; antes todos visitantes llegaban a la casa del peregrino, ahora hay varios hoteles de diferentes categorías y abundan los lugares para comer.

 

 

* Antropóloga Social. Investigadora del Centro INAH Zacatecas.

 

 

https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra_419

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