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jueves, 18 abril, 2024
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David en muletas

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Por: GABRIEL CONTRERAS VELÁZQUEZ •

«Más allá del bien y del mal”, David Monreal Ávila sigue siendo el mismo. Dos elecciones fallidas, una Coordinación Nacional de Ganadería fracasada, y lanza un mensaje político que lo compromete más de lo que ya se encuentra, rodeado de subalternos. Ningún perfil de peso en la mesa donde realizó su conferencia matutina a la que únicamente invitó a la prensa amiga.

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Pocos conocen sus oficinas en la Ciudad de México, donde no puede dar este tipo de mensajes porque, además de ser un funcionario más del gobierno federal, no se le tiene permitido adelantar vísperas electorales. Por el contrario, se le tiene marcaje personal por el cúmulo de corrupción que, en apenas un año, dejó correr en el Crédito Ganadero a la Palabra.

Por ello, prefiere la comodidad de quienes se han creído el cuento de saludar de mano al próximo gobernador de Zacatecas. Una especie de mandatario alterno, sin partido (no está afiliado a Morena), y con una intensa campaña publicitaria que próximamente le abrirá un camino sinuoso en las instancias electorales.

David manda mensajes aislados sobre la aprobación del paquete presupuestal 2020, un mes tarde. Habla de un tema ya diluido entre la opinión pública. Intenta revivir aquel “falso debate” entorno a los números de Zacatecas: si se tiene mayor o menor presupuesto, quién dijo qué, las críticas de los actores políticos y de la prensa que, se ve, después de años, no tiene estómago para digerirlas.

Necesita de sus vocerías oficiosas para dar la impresión de haber atestiguado las palabras del próximo mandatario, cuando la política va mucho más allá de simples percepciones en espacios que la gente lee con poca credibilidad. Es ya una cuestión de rutina en Zacatecas, se consultan algunas opiniones para saber ahora quién le manda mensajes a quién. No pasa de ahí.

La prensa le lanza preguntas que no le hagan pasar un mal rato. Sus respuestas no marcan agenda pública alguna. Y es que, fuera de las muletas que le otorgan en forma de editoriales, con el tiempo el proyecto de David se ha agrietado. En 2020 las pruebas serán más duras de las que vivió hace algunos meses, y los aspirantes caminarán con más firmeza en sus propios caminos.

El ejemplo más claro lo otorgó Saúl Monreal en entrevista con El Sol de Zacatecas. A decir del entrevistador, o no tiene la imagen completa del panorama, o intenta ir por una vereda que tampoco afecte los intereses del Coordinador Nacional de Ganadería. Fresnillo es el municipio clave para cualquier elección de gobernador en Zacatecas.

Lo mismo que los votos en la capital, donde Ulises Mejía ha tenido la fortuna de contar con un cabildo que construyó su candidatura con base en ataques dispersos. No obstante, fue en las asambleas distritales de Morena donde Saúl demostró el control político electoral del municipio, que a diferencia de Ulises tuvo la operación del D21 para reventar la sesión en la capital.

Les guste o no en el D21, Saúl es clave para el proceso electoral. Construye, se acerca, escucha, dialoga, acuerda, reconoce a aliados y adversarios. Todo eso que David ha dejado de hacer porque su burbuja lo mantiene secuestrado; ahí donde la claridad y el análisis objetivo de la realidad son los más ausentes para tomar decisiones políticas.

El presidente municipal de Fresnillo ya sufrió el mayor de los golpes mediáticos en los tres años de su administración. Del aprendizaje que haya obtenido de la crisis de comunicación que vivió en 2019, parece que ha formalizado su interés en mantener un perfil bajo, sin dejar de amarrar los hilos políticos que llevarán tarde o temprano a un escenario electoral competitivo.

No se trata de ceder o no la candidatura, de medirse o no en las encuestas. Forzosamente la elección pasa por el control de votos en Fresnillo, y la brida de las estructura fresnillense la tiene el “Cachorro”. El coordinador de senadores de Morena lo sabe, de acuerdo con un funcionario federal consultado por este espacio, y en su interior alberga la respuesta.

Una respuesta que no dice abiertamente, pero que sus gestos delatan. Lo mismo que el desinterés por tratar de convencer a su interlocutor, en aquella ocasión, de que David “es el bueno” y de que “la tercera es la vencida”. Puede que el humor del hermano mayor de los Monreal -y su articulador- no esté tan definido como antes, y que deje que la política haga de las suyas en este 2020.

Por ahora, es más que seguro que el D21 mantendrá esta estrategia fallida de posicionamiento, que únicamente provoca un sinnúmero de espacios de oportunidad para acabar con sus aspiraciones antes de que termine este mismo año. David Monreal es la prueba fehaciente de lo que no deben de hacer quienes pretenden participar en la próxima elección. Una elección que David dice tener ganada, pero que en los hechos manifiesta nerviosismo.

Twitter: @GabrielConV

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