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miércoles, 24 abril, 2024
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Sólo puedo escribir cuando algo me conmueve, de aquello que me duele hasta los huesos: Andrés Canalla

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Por: ARACELI RODARTE SOLÓRZANO •

  • Este músico mexicano promociona actualmente su octavo sencillo Quema la suerte, para lo cual realiza una gira que incluyó a Zacatecas
  • Quema la suerte “es como un recordatorio de no estar buscando” algo, “pues si algo es para ti, va a llegar”, afirmó el cantautor
  • Andrés grabó hace poco su noveno sencillo que, espera, salga a la luz en enero de 2020; se titulará Las consecuencias de no saber querer
  • Planea sacar 2 sencillos más, y después, su primer álbum, para el cual ya está escribiendo y busca que hable de la relación que tiene con su mamá
  • Calamaro “me parece uno de los mejores letristas de Latinoamérica”; sus letras son “brillantes; es súper ingenioso”
  • Mi composición favorita, de lo que he hecho, es La canción más triste del mundo; “me salió solita”
  • El amor “se traduce en la energía que tú puedes dar a los demás, sin explicarlo de maneras más complejas”
  • El folk “siempre ha sido la forma original de componer mis canciones”

“Sólo puedo escribir cuando algo me conmueve. Me conmueve la tristeza; puede ser la tristeza por un desamor pero también puede ser la tristeza de la vida misma, de determinadas situaciones. Trato de escribir de las cosas que más me afectan, que me duelen hasta los huesos; tengo que sacarlas de alguna forma. No me nace escribir de cualquier cosa. Quema la suerte es como un recordatorio de no estar buscando” algo, “pues si (ese) algo es para ti, va a llegar”.

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Así lo expresó en entrevista exclusiva el cantautor mexicano de folk Andrés Canalla, durante su más reciente visita a Zacatecas, el pasado 15 de noviembre, como parte de su gira promocional del octavo sencillo de su proyecto solista, titulado Quema la suerte, cuyo lanzamiento fue el 27 de septiembre pasado.

Andrés, quien dio un concierto en esta ocasión en el Stage Pub Bar “Amsterdam Spot”, acompañó, con ello, a Javier Blake, vocalista y guitarrista de División Minúscula, y este acompañamiento se derivó de que, explicó Andrés, durante todo el año, Javier Blake hizo fechas en acústico y para varias de ellas invitó a Andrés, mismas que incluyeron a San Luis Potosí, Zacatecas, Fresnillo y Aguascalientes. Así, mientras Javier realiza su gira acústica de 2019 –primera gira de tipo acústico de este artista-, Andrés promociona, por medio de estas presentaciones, su sencillo mencionado. Javier Blake fue también acompañado en Zacatecas por el cantautor Wazowski.

“Aproveché (estas presentaciones) para volver aquí (a Zacatecas) antes de que finalizara el año, porque desde marzo pasado no venía”, expuso Andrés, quien promociona su sencillo Quema la suerte, de forma presencial, también en Tijuana, Querétaro, León y Monterrey.

Quema la suerte puede representar un juego de palabras, ya que, por un lado, es una invitación a quemar la suerte, tal cual está escrita la pieza, y por otro lado, da el sentido de que la suerte quema y es, a su vez, es un lamento de que la suerte es mala, al desunir la palabra “quema” y formar la palabra “mala”.

Al respecto, Andrés comentó que “la canción habla de tener mala suerte en el amor y reírse un poco de ello. La escribí un poco en un tono de risa, como de una persona a quien le va mal en el amor y lo justifica con que vio un gato negro o pasó debajo de una escalera, y entonces esa persona empieza a querer arreglar su mala suerte con las supersticiones populares que son hacerse una limpia, ir con una adivina para que le diga qué debe hacer o ir con San Juditas para pedirle que le vaya bien en el amor”.

“Sin embargo, para mí, en la canción Quema la suerte, en el sentido de quemar la suerte, hay una frase en la que dice que si algo no es para ti, no lo habrás de perseguir; ése es el mensaje; es decir, es como un recordatorio de no estar buscando las cosas, pues si algo es para ti, va a llegar. Si te ha ido mal en el amor, no te preocupes, te va a tocar. Siento que a todos nos toca en algún momento”.

Grabada a mediados de agosto en Monterrey, Quema la suerte, cuya promoción finalizará en enero próximo, fue producida por José Madero. En esta grabación que hizo Andrés junto con la banda de José Madero, el tecladista de este último grabó la batería y el bajo, y el guitarrista hizo los arreglos de guitarra.

No obstante, debido a que dichos músicos viven en Monterrey, no pudieron participar en el videoclip de esta pieza, por lo que Andrés invitó a sus amigos músicos de Ciudad de México para que aparecieran en él. Así, participan Dromedarios Mágicos en la batería; Marino, de Chingadazo de Kung Fu, en el teclado; Erik Canales, de Allison, en la guitarra, mientras que una amiga de Andrés llamada Kathy, quien está empezando en la música, toca el bajo.

En cuanto a la lírica de Quema la suerte y del resto de canciones de Andrés, el músico expresó lo siguiente: “Sólo puedo escribir cuando algo me conmueve. Me conmueve la tristeza; puede ser la tristeza por un desamor pero también puede ser la tristeza de la vida misma, de determinadas situaciones. Por ejemplo, mi mamá enfermó hace unos años, y estos años ésta ha sido una de las cosas que más me han afectado, y por eso ahora quiero escribir acerca de mi mamá. Trato de escribir de las cosas que más me afectan, que me duelen hasta los huesos; tengo que sacarlas de alguna forma. No me nace escribir de cualquier cosa”.

La gira de promoción de Quema la suerte incluye también a Pachuca, Toluca, Puebla, Tlaxcala, Guadalajara –con una gira de medios- y Ciudad de México.

Dentro de las fechas anteriores a esta reciente visita a Zacatecas, Andrés grabó su próxima canción que, espera, salga a la luz en enero de 2020, con el anhelo de lanzarla en su 31 cumpleaños, que será el 18 de enero; ésta se llamará Las consecuencias de no saber querer, que será su noveno sencillo.

Desde que Andrés inició su proyecto solista no ha lanzado un disco completo, pues “me he enfocado en sacar una canción a la vez para dedicarle tiempo, para que la gente la escuche y porque considero que la puerta que nos abren las plataformas digitales” puede hacer que un material se pierda en el mar de información si se saca “todo de golpe”, debido a que hay bastante contenido. “En cambio, si sacas una canción con un tema específico y le haces una promoción debida y un video, siento que la gente lo valora un poco más, porque, además, se queda esperando más canciones”.

Abundó que planea sacar dos sencillos más, y después, un disco. “Ya estoy escribiendo, a fin de tratar de sacar, el próximo año, mi primer disco, porque también creo que ya saqué muchos sencillos, y ahora sí quiero sacar un disco que tenga un hilo conductor”.

Señaló que hasta ahora sus canciones han tenido, entre sí, sonidos, músicos y productores diferentes, pero ahora se enfocará a que su disco “tenga un sentido. Tengo la idea de hacer un disco que hable de la relación que tengo con mi mamá, aspecto que es muy importante para mí; siento que nunca he escrito al respecto y que ahora es el momento”.

En entrevista anterior para La Jornada Zacatecas, Andrés ya había comentado la influencia que ha tenido de Andrés Calamaro, y esta vez, respecto a ello, mencionó que “es uno de mis artistas favoritos desde siempre. Me parece uno de los mejores letristas de Latinoamérica, y siento que en ese sentido es subvalorado, como que la gente a veces no se da cuenta de lo brillantes que son sus letras; es súper ingenioso”.

En Quema la suerte quise dejar ver la influencia que me ha dejado Calamaro en su estilo, “como reírse un poco de las cosas y hablar de un tema serio desde una perspectiva única. Me llamo Andrés y siempre me identifiqué mucho por llamarme como él. Me puse Andrés Canalla para tener las mismas siglas (AC) que Calamaro. Tengo un tatuaje que dice AC y que es por él”, detalló.

“Para mí, una de las mejores letras de la historia, en español, es Paloma, pero me gustan muchísimas (de Andrés Calamaro)”. Por ejemplo, con Media Verónica “me pongo a llorar cada que la escucho”; también me fascina La parte de adelante, que es una canción hermosa, añadió.

En tanto, la composición favorita de Andrés Canalla, de sí mismo, es La canción más triste del mundo. “Esa canción se me salió solita. Siento que yo ni la escribí ni le eché ganas, y salió, y me gusta muchísimo tocarla siempre”.

Andrés declaró que suele escribir en la tarde, “cuando va a anochecer. Soy una persona que se despierta muy temprano y hace todas las cosas durante todo el día, y en la tarde me empiezo a liberar; al mismo tiempo, soy una persona que se duerme temprano. Así, mi hora predilecta (para escribir) es la tardecita, ya cuando se está haciendo de noche, que es justo la hora en que siempre llueve en la Ciudad de México cuando es época de lluvia”.

Dicho todo esto, Andrés expuso cómo concibe el amor: “He cambiado mucho mi perspectiva en torno al amor en los últimos años, y creo que al final todo se traduce en la energía que tú puedes dar a los demás. Es tu mejor energía. Siento que todos somos buenos para algo o tenemos cualidades y virtudes, y al final, cuando las reconoces y sabes quién eres, y sabes que quieres dar lo mejor de ti a los demás, eso es el amor, sin explicarlo de maneras más complejas, porque creo que podemos dar amor a todas las personas y es lo único que tenemos; lo demás es accesorio, pues nos vamos a morir y ya no lo tendremos, pero lo que dimos a los demás en forma de amor es con lo que se van a quedar de nosotros para siempre”.

Andrés, quien estudió Ciencias de la Comunicación, se dio cuenta de que quería hacer música en serio “como a los 21 años. Empecé con Los Tungas cuando tenía como 15. Los primeros años fueron mucho de aprendizaje, de verlo como diversión con mis amigos, pero cuando tenía 21 años comenzaron a pasar cosas chidas para la banda que nunca pensamos, como tocar en el Vive Latino, hacer gira por el país, que nos invitaran a conciertos bien grandes y, además, que la gente cantara las canciones”.

Ante eso –recordó-, pensamos que “a lo mejor sí teníamos cualidades o teníamos algo que nos permitía transmitirle algo a la gente, y pensé que ‘la verdad, es que no sé si me pueda dedicar a esto como un trabajo, pero sí es algo que no podría dejar de hacer’. Me veo dejando de hacer lo que sea pero no me veo dejando de tocar mis canciones”.

Andrés comenzó su carrera de solista hace tres años, “cuando terminé la universidad y me di cuenta que no quería tener un trabajo como los que estaban empezando a buscar todos mis compañeros de la escuela. Todos sabemos que los trabajos para un recién egresado de cualquier licenciatura tienen condiciones pésimas. Yo, para ese entonces, llevaba tocando muchos años y ya ganaba dinero de la música y pensé que podía ganar de la música más de lo que pagan en un trabajo de recién egresado, y pensé en darle un par de años a la música para ver qué podía hacer; tenía unas canciones guardadas que nunca había grabado y pensé en grabar algunas canciones solistas e irme de gira yo solo porque los demás de la banda sí trabajan y tienen otras vidas. Así, empecé, y de la nada se hizo como una bola de nieve y estoy aquí, tres años después, cada vez más metido en esto”.

Sin embargo, también le fascinan las ciencias sociales. “Me encanta estudiar. Ése era mi plan A en la vida, porque mi mamá es académica en la UNAM y estudió y ha trabajado toda la vida en la UNAM. Quería seguir sus pasos; hacer una maestría; luego, ser académico, docente, investigador y demás, pero me ganó la música. Aunque, después de este tiempo en que he desarrollado mi carrera, creo que en un año tendré tiempo de poder inscribirme a una maestría para poder hacer las dos cosas, porque la verdad es que sí quiero estudiar; me gusta, me apasiona. Aprender cosas del mundo es algo que también me apasiona muchísimo”.

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Como solista, Andrés, originario de Ciudad de México, se ha presentado en Zacatecas en tres ocasiones. Para esta vertiente de su carrera eligió el folk porque “para mí, siempre ha sido la forma original de componer mis canciones. Es la forma más rupestre de tocar una guitarra acústica y componer tus canciones, así, el folk, al estilo clásico. Me gustaba un montón el rock urbano de la Ciudad de México y aprendí a tocar la armónica”.

Andrés aprendió a tocar armónica con música en español, concretamente con No puedo más, de Liran’ Roll. Luego, con una canción de 3 Vallejo, “del que se escucha en los suburbios de la Ciudad de México. Después, empecé a aprender otras cosas, como de Bob Dylan y más, y de allí me agarré”.

Andrés refirió que siempre hay obstáculos en la carrera de la música, “porque, además, es algo muy cansado. A mí me es desgastante la parte que no tiene que ver con crear música, porque lo que me encanta es sentarme a hacer música, colaborar con gente que hace música; entenderme, poner mis sentimientos en un papel, grabarlos, luego ir y tocarlos para la gente. Pero todo lo demás que tienes que hacer en torno a eso para que funcione una carrera musical es lo que” me desgasta; “al final, es el trámite”.

Me siento muy identificado cuando se dice que no le pagan a uno por tocar, pues uno toca gratis, sino que le pagan a uno por viajar, cargar el equipo, hacer todo lo demás que no tiene que ver con tocar, sostuvo.

No obstante, manifestó finalmente que cada vez le va mucho mejor en sus presentaciones. “Han crecido en sentido positivo. Siento que no me he estancado hasta el momento y espero seguir así. Cada vez veo gente nueva y que está interesada. Creo que tiene que ver con que me lo he tomado mucho más profesional. Mientras más te la creas y mientras más le pongas empeño a algo, van a pasar cosas”.

Andrés Canalla, durante su visita a Zacatecas, donde puso a la venta su mercancía. Foto: ARACELI RODARTE SOLÓRZANO

Andrés Canalla, durante su visita a Zacatecas, donde puso a la venta su mercancía. Foto: ARACELI RODARTE SOLÓRZANO

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