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viernes, 19 abril, 2024
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“Prescribir una buena muerte debería ser obligación médica”: Arnoldo Kraus

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Por: ALEJANDRO ORTEGA NERI •

El especialista dictó en la FIL la conferencia “Morir con dignidad”

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Enfatizó los retos y polémica de la eutanasia y el suicidio asistido

 

GUADALAJARA, JAL. “Morir con dignidad” se tituló la conferencia magistral que impartió el escritor y miembro del Colegio de Bioética, Arnoldo Kraus, una charla que enfatizó en los retos, desafíos, polémicas y discusiones que enfrentan la eutanasia y el suicidio asistido, disputas que, aseguró el especialista, nunca serán sencillas, pues influyen las creencias religiosas, morales, además de la existencia de avances médicos que prolongan la vida, más no la calidad de ésta.

La relación impersonal del médico con el paciente y la manera en cómo se afronta la situación cuando se ponen sobre la mesa la remota posibilidad de elegir el momento de la muerte, a sabiendas de que la enfermedad no va a desaparecer, hacen que para Kraus tanto le eutanasia como la muerta asistida no sea sólo un asunto médico, sino también social.

Y es que, de acuerdo con el autor de “Morir antes de morir”, la eutanasia, así como la educación, el acceso al medicamento y la cultura, no es igual para las personas pertenecientes a una clase social alta que para las de un estrato más bajo, pues quienes tienen dinero cuentan con la posibilidad de la decisión sobre su propia muerte, pero los que menos tienen, se abandonan a los enfermos porque no poseen medios para mantenerlos en un hospital. “Mientras no se individualicen las razones del suicidio, no se puede cuestionar la eutanasia”, aseveró el médico.

Sin embargo, el especialista demostró que la sociedad se mueve más rápido que lo político, pues en los países en los que es legal la eutanasia y el suicidio asistido, como Suiza, Bélgica, Holanda, Argentina, Uruguay y Colombia, además de algunas entidades de Estados Unidos, la legalización no fue por iniciativa de un político, sino que se debió a la presión de los ciudadanos, como fue el caso de la doctora estadounidense Gertrude Postma, que terminó con la vida de su madre cuando las dolencias terminaron con su dignidad y que se hizo famosa cuando la sociedad abogó para que no la condenaran.

“Si hay pérdida de la autonomía, pérdida de la dignidad y pérdida del gozo por vivir, ¿es necesario alargar la vida de una persona?”, preguntó en reiteradas ocasiones el autor de “Cuando la muerte se aproxima”, por tal motivo, a pesar de que la respuesta definitiva no llegó, sí dijo que “prescribir una buena muerte debería ser obligación médica”.

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