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jueves, 28 marzo, 2024
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Hay temor injustificado al aumento de la deuda pública

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Por: ARTURO HUERTA GONZÁLEZ •

Todo apunta que no se logrará el superávit primario de las finanzas públicas (el balance que excluye el pago del servicio de la deuda) en 2019, debido a que la desaceleración de la actividad económica (caída de ingresos de empresas e individuos), se está traduciendo en menor recaudación tributaria, dada la caída del ISR y del IVA. El menor superávit primario, aunado al mayor costo del servicio de la deuda pública, debido a las altas tasas de interés existentes, presionan sobre el déficit fiscal, como sobre el monto de la deuda pública. Ello llevará a que tampoco se logre el objetivo gubernamental de reducir su monto y la relación de endeudamiento. Dicha relación aumentará, tanto por el mayor monto de deuda en que se caerá para hacer frente al déficit fiscal, como por la caída del PIB. Se presentará mayor déficit fiscal y mayor relación de endeudamiento como consecuencia del menor crecimiento económico originado por los recortes presupuestales. Si el gobierno no hubiera planteado como objetivo el superávit primario y hubiera incrementado el gasto público y el déficit fiscal desde un inicio, no se hubiera restringido la actividad económica, ni la recaudación tributaria, sino que hubiera recaudado más, lo que hubiera permitido financiar el gasto deficitario y evitado el aumento de la deuda y su relación con el PIB.

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El enfoque convencional señala que el gobierno tiene un reducido espacio fiscal, debido a que para ellos el gobierno tiene que trabajar con equilibrio fiscal y baja relación de endeudamiento. Ello es lo que ha llevado a los recortes presupuestales, que han contraído, junto con las altas tasas de interés, la actividad económica y nos conducen a la recesión, sin que ello logre el superávit fiscal y la reducción de la deuda buscada. El espacio fiscal no está en función del balance fiscal o de la baja relación de endeudamiento, sino en función de la capacidad productiva existente que pueda responder a la demadna generada por el gasto público a fin de no generar inflación, ni crecimiento de importaciones. La economía nacional tiene capacidad ociosa y alto desempleo, como consecuencia de la contracción de demanda ocasionada por los recortes presupuestales, por lo que el gobierno puede perfectamente incrementar el gasto público encaminado a utilizar la capacidad ociosa y el desempleo existente, lo que permitiría incrementar la producción para satisfacer la mayor demanda derivada del mayor gasto público y ello no ocasionaría presiones inflacionarias, ni sobre importaciones. La mayor actividad económica impulsada, se traduciría en mayor recaudación tributaria, lo que disminuría el déficit público impulsor del crecimiento, por lo que no se caería en mayor endeudamiento, ni en mayor relación de endeudamiento respecto al PIB, pues disminuiría el monto de la deuda y aumentaría el PIB.

Para que disminuya el costo del servicio de la deuda pública, hay que bajar la tasa de interés. La tasa de interés programada en los Criterios Generles de Política Económica para el 2020 es de 7.6%, la cual es muy alta, considerando que países como Japón, Alemania y otros países europeos es negativa. En Estados Unidos es 1.5%, en Guatemala y Chile en 2%, por lo que el Banco de México debe bajarla sustancialmente, lo que permitiría no solo reducir el costo del servicio de la deuda pública, sino también del sector privado. Ello contribuiría a su vez a frenar el crecimiento de la cartera vencida que ya se está presentando. Al disminur el costo del servicio de la deuda pública, el gobierno tendría margen para incrementar la inversión y el gasto público para impulsar la dinámica económica y el empleo.

El gobierno debe trabajar con gasto público deficitario a favor del desarrollo tecnológico, de Pemex, la CFE y el sector productivo, como en la generación de empleo. Ello impulsará el crecimiento económico y el gobierno recaudaría más, sin necesidad de aumentar la tasa impositiva, lo que reduciría el déficit y evitaría caer en deuda. El gobierno recauda lo que gasta, por lo que para recaudar más y reducir el monto de la deuda, tiene que gastar más a favor de la producción nacional.

En caso de emitir deuda, ésta no es mala, si se canaliza a incrementar el desarrollo agrícola e industrial y el empleo productivo, lo que mejoraría el ingreso de empresas e individuos y del propio gobierno, lo que le permitiría pagar dicha deuda.

Para salir del estancamiento, se requiere incrementar la demanda. El sector privado no invertirá si no crece la demanda. Solo el gobierno puede aumentar la demanda a favor de la producción nacional, incrementando el gasto público deficitario. De no hacerlo, la economía caerá en recesión y en crisis.

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