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viernes, 29 marzo, 2024
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El Gral Gaytan; el involuntario llamado a la unidad

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Por: LUCÍA MEDINA SUÁREZ DEL REAL •

Tres palabras, que juntas constituyen una significativa amenaza para cualquier democracia han empezado a sonar en el debate público: golpe de estado.

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La derecha ha sido la primera en decir que se trata de exageraciones, de paranoia, de la construcción de un enemigo imaginario, y asumen como improbable ese escenario.

Así parece, una tentación autoritaria sin suficiente fuerza para concretarse.

Lo sucedido en la última semana no refleja un movimiento coordinado, más bien suena a un llamado a coordinarse.

Las inusuales declaraciones del general Gaytán, cuestionando al jefe supremo de las fuerzas armadas traslucen no un movimiento fuerte, consolidado, con estrategia y planes firmes que requieran secrecía por elemental estrategia, sino apenas el asomo de la cabeza para dejar ver que con él (con Gaytán) se cuenta.

Es una señal para el patrocinador que se apunte porque por sí mismo Gaytan no tiene siquiera la fuerza moral o el liderazgo necesario porque sus más altas credenciales apenas le ubican como el ex subsecretario calderonista que diseñó la estrategia trágica que nos metió en situación de guerra civil, contra la que se manifestaron las urnas en 2018.

Su llamado pinta para caer en el vacío porque pese a las filias y fobias se ha sembrado con esmero en mantener relaciones amistosas con el gobierno de Estados Unidos, y se ha puesto empeño en cuidar la lealtad de las fuerzas armadas.

La creación de la Guardia Nacional por ejemplo, dio marco normativo a lo que el Ejército venía haciendo con total ambigüedad, y al mismo tiempo dio limites legales y temporales a su labor en materia de seguridad en la guerra en la que los metió justamente el general Gaytán y Felipe Calderón.

Cierto es que todo cambio tiene su costo y su beneficio político, y  el presidente Lopez Obrador sacudió al elegir al general Luis Crescencio Sánchez como Secretario de la Defensa Nacional, pues sí bien es un hombre de amplio prestigio al interior del ejército, también era ajeno al círculo de más poder en las últimas tres décadas.

Lo mismo ocurrió con la desaparición del estado Mayor presidencial, elite militar de 8 mil miembros acostumbrados a vivir a todo lujo, a quienes quizá no les gustó la medida, en contraste con los miles de militares que duermen en bodegas, viajan por tierra y se juegan la vida contra un enemigo civil que combate escondido entre aquellos a quienes los militares juraron proteger.

Polémica también es la desaparición de la policia federal, pero sus manifestaciones en instalaciones estratégicas han hecho patente su debilidad, pues por un lado confirman la acusada indisciplina. Y por el otro dejan ver la  indiferencia de la ciudadanía que no ha movido un dedo para respaldarlos.

Fuera de ese círculo cuya inconformidad pudiera significar resistencia armada, Felipe Calderón sigue en el intento por consolidarse como opción electoral, con su partido Mexico libre, que aunque iba en camino seguro al fracaso, parece haber recibido aire fresco con una inyección  de recursos provenientes de los empresarios Alberto Bailleres y German Larrea.

Ante ese escenario queda claro que para quien simpatiza con la fuerza política de Lopez Obrador no ha llegado la hora de cruzar los brazos, y dejar el cambio en manos de un solo hombre. Es aún tiempo de recordar que con la llegada de AMLO a la presidencia de la República no terminaba la transformación, sino apenas comenzaba.

La velada amenaza de golpe de estado puede ser un efectivo recordatorio de ello, de tal manera que vuelva la cohesión en torno a la figura que logró integrar en el mismo movimiento lo mismo a Alfonso Romo que al Mijis, a Lily Téllez que a Olga sánchez Cordero.

No sería la primera vez que se aproveche la feroz embestida para hacer la mejor de las faenas.

La trayectoria del presidente deja ver su habilidad para convertir cada golpe pretendidamente demoledor, en catapulta de la fuerza propia.

Se equivocó quien supuso que el desafuero lo sacaría de la carrera presidencial, porque mas bien lo  colocó en carril privilegiado.

Quien pensó que los vídeo escándalos de Bejarano lo dejarían aniquilado tendría que admitir que  sirvieron para defensivamente articular el lopezobradorismo. ¿parece poco?

La derrota del 2012 y el desdibujamiento de la oposición con el pacto por Mexico se convirtieron en los cauces ideales para convertir a esa fuerza política en partido-movimiento cuyo protagonismo y directriz hoy no tiene más líder que Andres Manuel, y no hay ni Chuchos, Dantes o Anayas con quien sea necesario negociar.

Tiran la bola, unos esperan poncharlo, otros jonrón.

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