■ “La niña no habla español, así se la llevaron y han venido tratando de criminalizar la situación”
Este martes un matrimonio indígena denunció públicamente que las autoridades están reteniendo en contra de su voluntad y la de su hija a la menor de 15 años en el centro psiquiátrico de Calera.
La madre de la joven explicó que en el mes de marzo fue al centro de Fresnillo a vender diferentes productos, acompañada de sus hijos, para obtener el dinero suficiente que les permitiera hacer frente a una operación que necesitaba el padre de la familia.
Dos de sus hijos, un varón y la adolescente Marcela, se separaron de ella y cuando regresaron, tras ser regañados por haberse ido sin permiso, la joven volvió a escaparse; “era muy rebelde”, aseguró Estela, su madre.
Fue en ese momento cuando la menor fue llevada por las autoridades a la casa de justicia en Fresnillo, ya que solicitó ayuda a elementos de la policía debido a que, según ella misma le narró a su madre, dos hombres trataron de llevársela en un vehículo.
Ese mismo día, por la noche, después de buscarla durante horas en el centro de la ciudad de Fresnillo, Estela sostuvo que la localizaron en la casa de justicia, donde le explicaron que al día siguiente podía ir por su hija, quien además no habla español sino tan sólo su lengua, para llevársela a casa.
No obstante, al acudir nuevamente a la casa de justicia, unas horas más tarde, le informaron que la menor ya no estaba en ese lugar sino que había sido trasladada a Zacatecas.
La búsqueda continuó tanto en la Procuraduría de Protección a Niñas, Niños y Adolescentes como en el Centro de Atención a Víctimas de Violencia Intrafamiliar de Zacatecas (CAVIZ), pero finalmente ubicaron a la menor en el centro psiquiátrico ubicado en Calera.
Julián Guevara Escalera, dirigente del Frente Democrático Zacatecano y de la Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina, explicó que “la niña se escapó, ha tratado de suicidarse, la recluyeron en el centro psiquiátrico de Calera hasta ayer y sufre una crisis importante, igual que toda la familia”.
La madre de Marcela y su padre desconocen las razones por las que las autoridades no les han entregado a su hija, quien en reiteradas ocasiones desde el mes de marzo les ha expresado su deseo de volver a casa e incluso ha señalado haber sufrido malos tratos en los lugares en los que la han retenido.
Los padres de la menor han sido sometidos a pruebas con muestras de sangre, según refirió Estela, para verificar que no consuman alcohol u otras drogas, además de que han enfrentado acusaciones de malos tratos hacia la niña; señalamientos que, aseguran, son falsos.
“La niña no habla español. Así se la llevaron y han venido tratando de criminalizar la situación. Se ha tenido contacto directo por la organización (con las autoridades) y no han sabido dar una explicación del porqué la tienen retenida. Prácticamente es un secuestro por parte de las autoridades”, concluyó Julián Guevara.
