¡Así las cosas!

Hace frío y no es diciembre o marzo con sus nevadas y amonos recio porque se nos entumen las manos.

En días pasados murió el príncipe de la canción y pues tuvo que intervenir el estado mexicano para poder traerlo a México esta misma semana “de cuerpo presente” sin embargo, la legitima dueña de la “cosa” antes llamado José José pues, recientemente dijo que siempre no, que a México le entregara “la mitaa” de los restos de su “amado”  además de un féretro  y todo con un peso de 250 kg. Moraleja.

La señora está en todo su derecho porque es la “dueña” de la “cosa” además de que no tiene el mínimo respeto a la “palabra”. El punto es, que ya se fue septiembre y espero “en caridaaa” que hayan hecho su testamento,  digo, no vayan a pasarles cosas así cuando dejen este plano o sus parientes lo dejen.

Dejando de lado lo que ha ocupado los reflectores en los últimos días, pasemos al análisis sobre las manifestaciones de los taxistas la tarde del lunes en la CDMX. En donde se manifestaron por enésima vez para que el “Estado Mexicano” saque a las apps de servicios similares al de ellos, con un resto de diferencia que aquí las enunciare para poder comprender el fenómeno que no es que solo llegue UBER  y decir “que padre” hay que entender el trasfondo. En el origen de la idea del servicio de taxis  todo estaba bien, existían tarifas fijas, donde incluso, venían pegadas en la ventanita de atrás  del carro, era un cobro “regular” ¡Vamos! Alcanzaba para pagarlo en efectivo y con un servicio de “mediana” calidad y así pasaron las décadas hasta el siglo XXI que paso lo siguiente al menos en todo el país. El servicio decayó,  llego la “tecnología” con sus “taxímetros” y pues dijimos “Sobreees” ya me cobraran lo que es o hasta menos, y pues ¡Oh sorpresa! Los taxistas se negaban a poner el taxímetro con sus  “no jala joven” “le saldrá más caro” “si quiere sin taxímetro, sino bájese”  “deje llego a cargar gasolina” “pasare por unas cosas a mi casa” y para terminar más rápido, el carro  sin bolsas de aire, sucio, con olor a cigarro, con un solo faro, con la música a todo volumen y con el chofer oliendo a todo menos a limpio. Para ese entonces las apps aun no llegaban a México y el hartazgo ya era bastante. Entonces en algún momento llegan y como toda transnacional “llego por todo el mandado y se lo comió” con unas diferencias enormes con el “servicio que prestaban” los taxistas, en esas apps, su antes clásico “gusta agua” “ocupa un cargador, tengo 6 entradas” “buenos días joven/señorita”. La verdad cuando llegó, un servicio de primera, personalmente en Zac. solo lo  he usado una ocasión y malo como el veneno además de caro, pero  en otras ciudades, es  de mediana calidad, sin embargo, esa mediana calidad es algo que hace que la ciudadanía opte por esas apps en lugar del “tradicional taxi”.

Mi consejo recomendación al amigo taxista que quizá me lea, es que se actualice, cambie su Tsuru,que es un auto más inseguro que la bolsa mexicana de valores, que se corte el cabello, evite fumar en horas de trabajo, cobre “lo legal” y sobre todo,  atienda con amabilidad. En un “espectro” de 70 mil personas que diariamente pueden usar taxis o “apps” en nuestra “zona metropolitana”  el sol sale para todos.

El punto es no querer que solo salga para ti.

Dando el brinco del “pésimo y regular” servicio tanto de las apps como de los taxistas, pasamos al pésimo servicio que le dio al estado mexicano el  casi “exministro” medina mora, donde pues que podíamos esperar ¿En serio a alguien le sorprende?  Fue un personajazo mientras estuvo con FJCH y ni se diga con EPN y en la SCJN pues, cuenta la leyenda urbana que el “negoció” varios asuntillos multimillonarios, ¿Quién sabe? la duda razonable está  desde que se le menciono para la terna y creció cuando la gano. Desde la perspectiva de su seguro servidor, un sujeto como él, a la política y justicia mexicana, le hace más falta dentro del botellón, que afuera en su mansión.  Quitarle un peso será difícil, pero la libertad es algo que a esas esferas “no tiene precio” o quizá no lo alcanzan a pagar o  negociar como JaviDu, este último, hace semanas dio una “entrevista” en el “botellón” donde aventaba la bolita al ex gobernador de veracruuuu   Yunes Linares y hasta el mismísimo EPN de lo “que paso” cual fue la negociación de fondo y no nos hagamos. La libertad de su esposa y familia o acaso ya se les olvido que según la “FGJE” de veracruuu pidió mediante la FGR con auxilio de “interpol” giraran la “ficha roja” y pues se me hace que fue “verde” porque la esposa del ex mandatario anda paseándose de lo lindo en ingland. En los acuerdos alguien tiene que ceder y perder, a cambio de no ver arder.

A javidu le quedan como 8 años en botellón y de su dinero, creo que si lo tiene en “inversión” será más rico cuando salga del bote que cuando entro.

¡Así las cosas amigos!

Ya para terminar, recuerdan la presentación de Ricky Martin, si, la que cancelaron y nos dijeron que se presentaría al día siguiente. Pues dijo benji que siempre no, y a botellón quiere meter a quien lo “chamaqueo”.  Sin embargo, parece que el susodicho se amparó y pues no lo traerán. Lo que es un hecho que el “negocio” millonario a alguien le salió mal y aquí les diré a quienes les salió mal.

 “A NOSOTROS” porque esa feria se hizo con dinero público y nos faltan 15 millones de pesos por Ricky Martin y otros tantos por Ozuna. Donde estarán, solo los “encargados” lo sabrán.

Sabías que: hace frío y no es diciembre.

¡Ánimas!