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viernes, 29 marzo, 2024
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Cultura laboral y sindicalismo hoy: la necesidad de abrevar del pasado

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Por: RENÉ AMARO PEÑAFLORES •

La Gualdra 401 / Reseñas / Libros

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¿Es posible rescatar elementos del pasado de la cultura de los trabadores y sus organizaciones para comprender mejor la problemática sindical de nuestros días? Hoy sabemos que el sindicalismo en Zacatecas carece de planteamientos innovadores para pensar y resolver su problemática, pues prevalecen estructuras oficiales u otras denominadas progresistas, que se alimentan y resignifican del discurso laboral, pero que no cambian. Los nuevos retos y dilemas sindicales se relacionan con la ruptura identitaria de los trabajadores, con las formas laborales que adoptan un burocratismo organizacional que ahoga la democratización sindical. Por ello, las interconexiones entre la cultura sindical decimonónica y de principios del siglo XX, y el actual movimiento sindical local, es necesario. Se requiere analizar el por qué la lucha se ha trazado como un sindicalismo institucionalizado, con tendencias económico-gremialistas, sin independencia ni ideología propia.

Los orígenes del sindicalismo zacatecano están anclados a una tradición mutuo-cooperativista que no evolucionó linealmente hacia los sindicatos, sino que preservó sus intereses y cruzó, con quiebres, la lucha revolucionaria (1910). Tras ésta surgieron varias organizaciones de trabajadores que se integraron a la CROM (1918) y cuya composición socio-laboral la constituían operarios mineros-manufactureros y campesinos. Luego, los procesos asociacionistas transitaron por tendencias que cancelaron la posibilidad de un sindicalismo sin clientelismo y corporativismo. Aunque la excepción fue Alma Obrera, que planteó un sindicalismo independiente.

A tal contexto pertenece la reseña de este libro, en él se abordan a los trabajadores y sus acciones en Zacatecas, desde 1879 a 1940. Judith Rivas Hernández da cuenta de las persistencias y cambios mutuales, así como de los primeros sindicatos que operaron como un frente de trabajadores al interior de la Cámara Obrera de Zacatecas (1917) y en donde confluían radicalismo y política sindical conciliatoria. El análisis que hace de las organizaciones laborales le permitió articular a los sectores subalternos que producían riqueza social y cuya posición estructural los definía como obreros. Así, los trabajadores con sus mutualistas-cooperativas y sindicatos, y los elementos del corporativismo sindical-político y de cultura plebeya, ocupan la mayor atención analítica de la autora. La clase obrera, nos dice, no sólo se constituye en términos económicos y sociales, sino también desde sus costumbres y tradiciones (ceremonias-cencerradas), al igual que por los momentos de ocio, asistencia a tabernas, billares, teatro y cine.

La configuración de la clase obrera local permite observar sus movimientos al interior de sus instancias reivindicativas planteándose la lucha salarial, por reducir la jornada de trabajo y demandar el seguro contra accidentes y por el combate a la explotación de niños y mujeres. Las experiencias de lucha de los obreros hacen estallar huelgas en Fresnillo (1923), cuyo movimiento vinculó medidas de seguridad en favor de los operarios mineros de la empresa The Fresnillo Mining Company, y movilizó a toda la población del lugar. Hubo otros movimientos mineros en Sombrerete y Mazapil, allí sobresalió la posición estratégica de personajes laborales de la talla de José Inés Medina, Tomás Leal y Francisco Vela y, políticos como Enrique Estrada, el gobernante obrerista-agrarista, lo que fue fundamental para el éxito de las acciones directas de los operarios.

El libro está integrado por cinco capítulos y un apartado de anexos, con el Decreto número 365 (Ley Reglamentaria del Artículo 123 constitucional), el cual marca para Zacatecas un desarrollo avanzado en derechos constitucionales de trabajo. La ley establecía que los patrones debían fundar escuelas, dotar a los trabajadores de habitaciones higiénicas y de enfermerías. Definía con precisión quiénes eran los obreros y la figura de los patrones-empresarios, e institucionalizaba el Departamento de Trabajo, las Juntas Central y Municipales de Conciliación y Arbitraje. Un aspecto nodal es el Contrato de Trabajo o contrato colectivo, como pacto oral o escrito que las partes aceptaban con obligaciones y derechos. La jornada de trabajo para varones sería de 8 horas, 7 para las mujeres y de 6 para los jóvenes mayores de 12 años y menores de diez y seis.

Respecto a la cultura obrera, este trabajo parte del concepto de cultura popular como categoría que potencia la explicación de las luchas laborales. ¿Cuál es objeto de analizar las acciones obreras desde la cultura? Se parte de que es necesario su estudio en forma interdisciplinaria e histórica, para explicar no sólo frases tales como: “Agua de las verdes matas, tú me pierdes, tú me matas”, que era un grito común entre los trabajadores en las cantinas de la ciudad, para hacer referencia a la planta que producía el mezcal o el pulque. U ofertas, tales como la que pregonaba la taberna-billar “La Chiquitita”, con vinos y licores de procedencia “legítima”, con especialidad en “ponches calientes” y “servicio esmerado para la clientela con un exquisito Lunch los domingos”. Sino además para esclarecer otras formas de sociabilidad popular, matizadas de resistencia y lucha, como “costumbres en común”, que forjaban identidad en la clase obrera. Dichas resistencias y movimientos locales quedaron plasmados en la prensa sindicalista-izquierdista, en Alba Roja, como arma del “obrero de combate contra todos los abusos” del gobierno y particulares, enarbolando la bandera socialista.

En suma, este trabajo es valioso, no sólo por su base empírico-documental y las interpretaciones sugerentes que contiene, también porque cubre temas laborales que es necesario volver a poner sobre la mesa historiográfica. Hoy en día se requiere repensar la cuestión obrera, reforzar los derechos laborales y recuperar el rol de los sindicatos, como instancias autogestionarias y críticas, al igual que como organismos activos generadores de contra hegemonía.

 

 

 

*Universidad Autónoma de Zacatecas.

 

 

 

https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra_401

 

[i] Reseña del libro de Rivas Hernández, Judith Alejandra, Sindicalismo, trabajo, trabajadores y cultura obrera en Zacatecas, 1879-1941, México, UPN Zacatecas/UAZ, 2019.

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