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viernes, 19 abril, 2024
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México Lindo y Podrido… y Zacatecas otro tanto Milpillas, Peñasquito y cervecera

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Por: JOSE DE JESUS REYES RUIZ •

Se les está haciendo bolas el engrudo.
Déjenme intentar entender: Cuando un trabajador o un grupo de trabajadores está inconforme con la forma en la que son tratados por la empresa que los contrata, lo primero que tendría que hacer es ir a su sindicato. Pero sucede que la mayoría de los sindicados son charros, operan para la protección de la empresa y no de la clase obrera y por consecuencia no dan resultados, entonces; cual es el siguiente paso que tiene que dar el empleado, supongo que acudir con las instancias o instituciones en este caso con la Secretaria del Trabajo y Previsión Social para exponer una queja y para que estas autoridades – que dicho sea de paso tampoco sirven para mucho que digamos – establezcan una opinión o dictaminen si en verdad las quejas del obrero son procedentes o sin está solicitando más de lo que la ley le otorga, en el primero de los casos seria la institución – gubernamental que no se nos olvide – quien tendría que fungir como intermediaria y hablar con la empresa o con sus representantes en la búsqueda de algún arreglo que sea aceptado por ambas partes.

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Esto es lo que cualquier ciudadano – como un servidor – esperaría que sucediera, pero las cosas al menos en nuestro entorno son diferentes.

Sucede que existe un cuarto en discordia que se acerca a los empleados y los ínsita a solicitar cosas por las que no habían sido contratados, asegurándoles que con su intermediación van a lograr las perlas de la virgen, y claro, en esta circunstancias, este cuarto en discordia lo hace por un interés que no es el del empleado, sino uno para el beneficio propio, es decir sacar una tajada del conflicto creado para enriquecerse los bolsillos propios y dejar las migajas de los arreglos – cuando proceden – a la clase trabajadora.

Pues bien; mucho de esto que ahora comentamos tiene que ver con lo que pasa en nuestro estado con estas tres grandes empresas – la primera en calidad aun de proyecto – donde estos cuartos en discordia, llámense José Narro – el malo – o personajes con cualquier otro nombre, que aprovechan el momento para sus beneficios personales sin importarles mucho el que exista una solución que convenga a ambas partes, porque lo que menos les interesa es la solución de los conflictos sino el ruido que ellos acarreen, y entre más grandes sean los intereses – en este caso de las empresas – mejor para ellos porque más grande será la tajada que al final obtengan.

Y si no existe solución, o en el peor de los casos si los empresarios cansados por tantos obstáculos y dificultades buscan otros horizontes a donde depredar el entorno y se van con sus capitales a explotar otras latitudes donde se les ofrezcan mejores y más grandes beneficios – y claro utilidades –

No nos olvidemos los conflictos arcaicos que tiene el toxico señor Larrea y su desastroso grupo México en tres puntos de la geografía nacional, en Cananea donde no se logra destrabar – con todo y las ayudas que el gobierno tanto local como nacional le ha puesto en bandeja de plata al empresario – en Sombrerete – que lleva ya dos lustros – 10 años – y en Taxco, simple y sencillamente porque al señor poco le interesa un conflicto donde no lleve todas las de ganar, y como no tiene a Vicente Fox del lado pues prefiere aguantar, porque existen mil y un negocios más que le dejan los suficientes dividendos para vivir como acostumbra sin importarle los miles de trabajadores afectados durante 10 años de desempleo.

Ahora bien, el gobierno, en este caso el gobierno estatal es quien debería velar por los intereses NO DE LOS EMPRESARIOS SINO DE LOS TRABAJADORES que son los que nacieron aquí en el estado, y como lo hemos mencionado son los principalmente afectados. Son además los que supuestamente votaron por un gobierno determinado y son los que con sus impuestos le pagan los sueldos a la totalidad de la burocracia del gobierno del estado, porque los impuestos de los empresarios – lo poco que pagan – se van a otros lados y ni las migajas de estos recursos se quedan en Zacatecas.

No olvidemos que el llamado impuesto minero – otras migajas para lo que realmente ganan – hasta ahora se gastaba en lo que a los empresarios les interesaba por que ellos eran quienes desidia esto en colaboración con las autoridades gubernamentales que en el mejor de los casos se llevaban su correspondiente mochada.

Pero el gobierno estatal – al menos el nuestro – ha demostrado hasta el cansancio ponerse del lado del empresario o del proyecto – si nos referimos a milpillas – que al final de cuentas, como lo hemos mencionado hasta el cansancio, tendría que ser un proyecto de las mineras y la cervecera que son las que han utilizado el agua de nuestro subsuelo. Y no tendríamos los zacatecanos que pagar por el – Tampoco olvidemos el caso Salaverna – seguimos hablando de los mismos asuntos – cuando fue el gobierno que mando las fuerzas que de él dependen para desalojar ilegal e injustamente a aquellos que habían decidido no vender, y lo mismo hiso con los ejidatarios de milpillas enviándoles la fuerza pública para lograr que aceptaran y se aprobara la venta de los terrenos, y ni así lo lograron.

Pero también es inaceptable que a la primera de cambio los empleados bloqueen el acceso a peñasquito o en este caso a la cervecera AUN Y CUANDO TENGAN LA RAZON Y NO SEAN INSITADOS POR CUARTOS EN DISCORDIA, porque si bien tienen todo el derecho a manifestarse – aunque antes tendrían que haber recorrido y agotado todos los caminos y medios para lograr tripartitamente – empresa gobierno empleado – un acuerdo y no por el despido de 35 empleados hacer lo que les viene en gana solo porque se les ocurrió.

Y claro el gobierno tendría que estar ahí negociando acuerdos, pero se ve – no cabe duda – que no tienen – ninguno de ellos – ni el Gobernador ni mucho menos el Secretario de Gobierno – ni la capacidad ni el oficio para destrabar esos conflictos, y claro son los primeros en asustarse ante la amenaza de cerrar peñasquito porque se la creen, que los empresarios van a dejar sus jugosas ganancias que logran con inversiones mínimas, así por que sí.

Seguiremos platicando sobre estos temas y sobre todo sobre el derecho de manifestarse ¿Y BLOQUEAR VIALIDADES CON EL DAÑO QUE ELLO PRODUCE A TERCEROS? Eso no está en la constitución.

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