El momento histórico que vive la nación mexicana puede medirse a la altura de las grandes trasformaciones que ella mismo ha tenido a lo largo de los siglos y sin dejar de lado ninguna anomalía, trata de corregir el rumbo desatando toda clase atractivos especiales en el panorama mundial y en medio de polémicas y reacciones provocadas por cambios casi radicales.
El mundo conoce y ve a un México en una de sus páginas mas gloriosas pese a los desatados índices de la gran corrupción y criminalidad que azotó a amplios segmentos de la vida nacional y que aun, a escasos 10 meses de la entrada del nuevo gobierno socialdémócrata de López Obrador y Morena, permea en la reacción derechista y en sus lugares comunes: la juventud pobre y no asalariada, los grandes segmentos populares donde los vicios y la miseria fomentada son caldo de cultivo reproductivos de maldad y luto.
Zacatecas es uno de los estados nacionales de la República donde sus habitantes al igual que millones de mexicanos pobres encuentran en las luchas diarias la cada vez mas difícil supervivencia y los obreros industriales, los burócratas y las clases medias en general ya no contemplan con Obrador el retroceso abrupto de los sueños de prosperidad y paz.
Durante años toleramos hasta la exageración sistemas de gobiernos abusivos y malos y las implicaciones son manifiestas en el masivo tráfico de armas prohibidas con EEUU, el trasiego de cientos de miles de toneladas de drogas para todo el mundo, la trata masiva de migrantes, la prostitución y otras anomalías que no son sutilezas internas sino dramas verdaderos que se pararán de tajo sin beneficiar a ningún grupo sino parar la vergüenza de ser cómplices o fomentadores del disimulo y la hipocresía bien pagada.
Los tiempos coinciden antes de lo que sucederá en 2027… la patria mexicana está en sus tamaños y hay una autoridad ya no prohibida, sino palanca para salir del aislamiento.
