Hace apenas un par de días se anuncia el FESTIVAL DE JAZZ & BLUES que tendría que haberse difundido mediáticamente al menos hace un mes.
Se ve que andan muy atareados con un festival tras otro, recién termino el del Folklore y ahora sigue el jazz y después la feria y así sucesivamente.
Recuerden el dicho de QUIEN MUCHO ABARCA POCO APRIETA
Y ya se les ocurrió anunciar uno nuevo EL FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE para el mes de enero.
Esto en principio tendría que ser bien recibido por una ciudadanía en crisis; económica, de empleos de inseguridad y de tantas otras cosas. Pero claro siempre existe alguien – en este caso yo – dispuesto a arruinarles la fiesta comentando no solo los pros, sino también las contras de lo que estamos viviendo en el mundo de la cultura.
Como ya mencionamos el anuncio del festival de jazz se retrasó al menos un mes. Es importante ver que como en todo existe una clara reducción en el presupuesto, porque el festival – si es que a lo que presentan en el ex convento de San Francisco puede llamársele festival – lejos de crecer y mejorar con el tiempo, por el contrario su calidad año con año cae y deja mucho que desear.
Ahora nos damos cuenta que se le reduce un fin de semana, porque antes se realizaba los cuatro fines de semana del mes de agosto, ahora solo serán tres.
Y podríamos entenderlo, por qué estamos viviendo una crisis económica sin precedentes y un desamparo del apoyo de los escasos – también – recursos que provienen de la federación. Tan mal andamos, que nuestros gobernantes se dan el lujo de desaprovechar – por incumplimiento – 500 millones de pesos que serían encausados al controvertido proyecto de la Presa de Milpillas.
Regresando a la cultura, sabemos que ésta representa un elemento central de nuestra economía ya que al no tener industria, al estar bajo las garras de las compañías mineras que destruyen nuestra ecología y solo dejan algunos empleos mal pagados, con un temporal que no ayuda en mucho para nuestra agricultura y con precios de los productos, el frijol por ejemplo – en caída libre – no nos queda otra que aprovechar que nuestra ciudad capital es la ciudad colonial que prefieren para vacacionar la gran mayoría de los mexicanos, que no los extranjeros ni norteamericanos ni europeos que prácticamente brillan por su ausencia.
Entendiendo esto tendría que apoyarse económicamente estos festivales que siempre hemos dicho son eventos mediocres para que nuestra ciudadanía disfrute porque en cuanto al del folklore cada año se reducen las compañías internacionales y ello realmente no desmerece por que las nacionales son tan buenas como las que más y la ciudadanía lo disfruta, de esto no nos queda duda.
Pero no se confundan cuando analizan y descubren que la ocupación hotelera se redujo en un 3% con respecto al año pasado, no entienden que nada tiene que ver el turismo con el festival porque insisto el turismo es automático, los turistas nacionales no vienen al festival – lo aprovechan – vienen a disfrutar de la ciudad que con tantos foros que ocultan las fachadas maravillosas con las que cuenta nuestro centro histórico, más bien les demerita su visita más que los estimule a volver a regresar.
El punto al que quiero llegar es el triste anuncio de que un festival internacional tenga solo 3, sí solo 3 conjuntos internacionales, uno canadiense uno español y uno más francés, por el amor de Dios solo la UAZ y la gente del Teatro Calderón pudo traer más conjuntos europeos del euro jazz en meses recientes, 6 conjuntos nacionales, demasiado poco y claro los 9 locales que tocan siempre la misma tonada que hace una década sin cambiar una sola nota dicho con todo respeto.
Me llama la atención que en los talleres se anuncia al mejor pianista de jazz de nuestro país, pero él no está contemplado para los conciertos.
Es claro que les redujeron el presupuesto, pero en esto de los presupuestos hay mucho que decir, ya solicité a través del IZAI el utilizado para el Festival del Folklore que no ha sido dado a conocer – que yo sepa – públicamente, pero claro nada bueno puede esperarse del IZAI institución que sirve – como muchas otras – para maldita la cosa.
Solo quiero compararlo porque por darles solo un ejemplo – espero que de algo les sirva – la Gelaguetza en Oaxaca un verdadero festival de gran brillo y único en el mundo, redujo su presupuesto de 40 a solo 20 millones este año y eso no hizo demeritar su magnificencia ni un milímetro. Y claro que quiero comparar lo que se gastó en la Guelaguetza a lo que se gastó en el Festival del Folklore.
En cuanto al Festival de Jazz, también hemos comentado que no se tendría que gastar un quinto de parte del gobierno, PODRIA Y DEBERIA SER AUTOSUSTENTABLE, yo sueño cuando imagino que no los 3 sino los 4 fines de semana podrían tener 12 conjuntos locales abriendo el evento por la tarde, 12 nacionales que no sería difícil de localizar en las grandes ciudades – la Cd. De México – principalmente Y AL MENOS 8 conjuntos internacionales, pues con el costo del ingreso – 150 pesos – sin dejar entrar gratis a todos los familiares y amigos de los conjuntos locales – que son muchos – y lo que se consume de alcohol podrían costear esto y mucho más.
Imagino que el festival se extendiera a lugares como el Quinta Real con estos mismos conjuntos redistribuidos para la ocasión, esto si sería un éxito asegurado.
Pero hace falta meterle imaginación, yo personalmente le comenté al encargado de la cultura que fuéramos a Montreal, al festival más grande del mundo, y ahí podríamos encontrar en la periferia del mismo conjuntos de gran calidad que aceptaran venir por un costo bajo, pero no, prefieren hacerle como Dios les da a entender, de última hora y anunciar un adefesio que de cualquier forma estará lleno de una audiencia que merecería algo mejor.
Pero eso sí a Benjamín Medrano sí le dan un enorme presupuesto de alrededor de 100 millones para una feria que tendría que ser otra cosa, el palenque por ejemplo deja mucho que desear por más que al pueblo le den más circo que pan con la presencia – casi gratis – de los ya tan quemados cartuchos como Ricky Martin y Enrique Iglesias.
Y dicen que esto también es cultura, yo no estaría tan seguro. ■
