Los medios de comunicación juegan un papel importante para la construcción de las democracias o para la destrucción de las mismas, los grandes medios financiados por gobiernos u oposiciones para generar creencias entre la población aunque sean datos falsos o información generada sin algún sustento que la pueda validar. La estrategia de generar temor e incertidumbre en la población ha sido implementada en países en que la izquierda triunfa contundentemente.
Venezuela se encuentra en un ataque constante por parte de los medios de comunicación internacionales, he escuchado un testimonio sobre la situación y el gran respaldo que existe hacia el presidente Maduro por parte de la gran mayoría de los ciudadanos, pero también del rechazo, el discurso de odio y temor hacia sus políticas por parte de ciudadanos que respaldan a la oposición, que más que rechazarlo por ideología lo rechazan por el temor generado por parte de los medios de comunicación nacionales e internacionales, la imagen del gobierno de dicho país a nivel internacional ha sido destrozada e incluso ha sido usada para generar temor entre los mexicanos al señalar que el actual Presidente, Andrés Manuel López Obrador, tenía la intención de Venezolanizarnos con sus políticas públicas.
Brasil, otro país cuyo ex presidente, Lula da Silva, fue atacado de forma inmoral por los medios de comunicación, acusado de actos de corrupción que hasta el momento no han podido ser comprobados y que en poco tiempo deberá ser liberado por ello, fue el presidente más popular de Brasil, implementó políticas públicas que beneficiaron a los brasileños, la pobreza que los gobiernos de derecha habían generado disminuyó considerablemente, su partido continuó en el poder y cometió errores la sucesora, el año pasado atravesaron por elecciones cuyas encuestas arrojaban con un triunfo contundente a Lula da Silva, pero el ataque y desprestigio por parte de los medios de comunicación llevaron al triunfo a un presidente de ultra derecha, quien ya realiza acciones para acabar con los derechos conquistados por la izquierda brasileña.
Andrés Manuel se convirtió en el blanco de esta estrategia, la derecha representada por los gobiernos priístas y panistas han destinado millones de pesos en medios de comunicación para atacarlo e intentar dañar su imagen, al igual que el ex presidente Brasileño, fue señalado por algunos actos e incluso fue desaforado cuando fue jefe de gobierno del Distrito Federal sin lograr comprobarlo, fue demostrado que ahí iniciaba una guerra mediática para destruir al político que representaba un peligro para los intereses de quienes se hicieron del poder para beneficio personal, fue hasta el 2018 que les fue arrebatado por el mismo actor al que intentaban denostar.
El proceso electoral 2018 fue uno de los más sucios mediáticamente hablando, la guerra sucia fue la bandera de la oposición intentando vincular a Obrador con la situación de Venezuela, sin embargo, logró adaptar una estrategia para hacer mofa de todos los ataques de los que fue objeto y salió triunfante de de forma histórica.
Ahora la estrategia es rechazar toda acción realizada por su administración, usando una crisis que ya habían creado ellos como la bandera para que la ciudadanía caiga en el temor de perder lo que ya les habían arrebatado, la estrategia de combate al huachicol, el combate a la corrupción, los programas sociales, una crisis de medicamentos que se arrastraba desde que administraciones panistas intentaron privatizar los servicios de salud.
Esta tentativa de generar confusión entre la población ha sido rechazada por los mismos ciudadanos, 33 millones de mexicanos votaron conscientes de que el proyecto de Nación de Andrés Manuel y de la 4T es un cambio de régimen económico y político, lo que significa que los mexicanos entendemos que los únicos que viven la crisis económica son aquellos que han ido perdiendo sus beneficios, quienes ya no ordeñan al erario y quienes ya no reciben pagos millonarios por parte del gobierno para publicar lo que este le indique.
Los únicos que han caído en esta estrategia de la confusión y que han convertido su discurso en discurso de odio a una figura presidencial representada por Andrés Manuel, han sido los mismos militantes del PRI y del PAN, muchos informados de una realidad que intentan crear, la realidad es otra, el cambio está en marcha, la moral no será la bandera de la ahora oposición ni de los medios pagados, sin embargo, está es la bandera de un Presidente al que en años no han podido demostrarle nada, ello es lo que brinda el respaldo ciudadano.
