De nuevo, una serie de problemas, sin terminar de emerger, ya hacen cauda interminable. Su intensidad, igual a un torbellino ni se diluye ni resuelve, más bien parecen crecer y multiplicarse en varios más, a lo largo del país. A los hechos: el título es lapidario, desde sí: “El sector educativo no aguanta recortes” y por allí uno se asoma a un panorama, no de la novedad, sino de tiempos que parecieran idos, diluidos en la llamada Cuarta Transformación. Una dura realidad mata espejismos, sin parecer avanzar aún en soluciones consistentes para el país, en lo sustancial, exigir a AMLO, por ejemplo: democracia. Una que nos aleje del panorama mostrado por La Jornada, Baja California, en la que se deja leer: El sector educativo no aguanta recortes y por añadidura institucional, una advertencia de origen: “Ante las deudas que heredará la administración de Francisco Vega a la de Jaime Bonilla Valdez, la Federación no puede apretarle demasiado el cinturón a Baja California o no habrá manera de detener el descontento social.”
Para variar: La Universidad Autónoma de Baja California (UABC) no es la única institución que está al límite de su funcionamiento por falta de recursos: las preparatorias del estado ya anunciaron la reducción de su matrícula y los problemas en educación básica no son menores.
Desde el ejemplo anterior, ido el tiempo, ¿qué pasó en Baja California, si, según él, AMLO, la Cuarta Transformación de México, incluiría desde el rescate al campo, reducir la desigualdad y tener una “auténtica democracia” que pueda juzgar al Presidente en funciones por delitos de corrupción? Por lo visto, hasta hoy Baja California ha sido excepción que faltó meter en cintura al Gobernador saliente. Lo muestra la secuencia de las políticas o de los errores gubernamentalistas locales que hicieron quedarse atrasado a ese estado: el Gobernador saliente ya se fue y dejó tirado un proyecto que, de realizarse, parecía redituaría más a él que al Estado, que dejó de gobernar.
Allá no pudieron o no quisieron orientarse aunque la línea era clara: “Con base en lo logrado buscaremos emprender una transformación pacífica y ordenada, sí, pero no por ello menos profunda que la Independencia, la Reforma y la Revolución; no hemos hecho todo este esfuerzo para meros cambios cosméticos, por encimita, y mucho menos para quedarnos con más de lo mismo”. Y allá, se quedaron con más de lo mismo.
Habrá que confiar en su dicho para generar cambios a lograr para avanzar en la construcción de un auténtico Estado de Derecho, en el entendido de que “al margen de la ley nada y por encima de la ley nadie”. Esa será la clave mínima para propiciar un cambio, desde la raíz, como el propuesto por el tabasqueño.
Su dinámica para obtener logros, sigue vigente, del petróleo a la refinería, luego al gas; de la inmigración ilegal, al asentamiento con trabajo, etc. y la secuencia en espiral: “Con base en lo logrado buscaremos emprender una transformación pacífica y ordenada, sí, pero no por ello menos profunda que la Independencia, la Reforma y la Revolución; no hemos hecho todo este esfuerzo para meros cambios cosméticos, por encimita, y mucho menos para quedarnos con más de lo mismo”
¿Usted, cómo la ve?
