- Decidimos llamarnos en femenino por “el separatismo y muerte de muchas mujeres” y, sobre todo, como homenaje a las madres de familia: Roberto
- El ska y el punk, que nunca están muertos, unen a las personas tanto para divertirse como para concienciar: Omar
- Es necesario no creer todo, sino criticar, pero aunado a la crítica, proponer, sostuvieron
- Fundamental, que “siempre haya autonomía y que la rebeldía no se confunda con delincuencia”; buscamos, sin violencia, “llegar al corazón de las personas”, subrayó Roberto
- Esta agrupación, que ha crecido a base de ser responsable y autogestiva, dio un concierto en Zacatecas el pasado 24 de mayo
“Todos tenemos un alma viajera. Una vagabunda que se hizo punk es como ese pedacito de cada uno de nosotros que nos hace ser como y quienes somos”. Decidimos llamarnos en género femenino por muchas razones, “desde el separatismo y muerte de muchas mujeres que a lo largo de la historia han padecido”, hasta, y sobre todo, como homenaje a las madres de familia.
Así lo expresaron en entrevista exclusiva Roberto “Ñales” (Roberto Cárdenas Cedillo) y Omar Ornelas “TromBob” (Omar Enrique Ornelas Hernández), vocalista y baterista, respectivamente, de La Vagabunda, banda de ska y punk rock originaria de Tepic, Nayarit, en su visita a Zacatecas el pasado 24 de mayo, donde dieron un concierto en el Foro Destroy, compartiendo escenario con Sinikos, Linterna, Mala Mierda, Irreverente Punk y The Abetics, todas ellas agrupaciones de este estado.
Fundada el 9 de agosto de 2013, La Vagabunda comenzó su historia cuando “nos juntamos para hacer música de cochera; entonces fue cuando nos surgió la necesidad de hacer un proyecto más serio” y “nos consolidamos como una banda de punk rock, algo de ska, y también hacemos rock urbano”, comentó Roberto.
Esto lo han logrado, en palabras de Omar, a base de ser responsables y autogestivos, características que han otorgado a la banda la pericia para operar y organizarse, a fin de realizar sus conciertos tanto dentro de su ciudad como fuera de ella.
Musicalmente, La Vagabunda ha tomado influencia de bandas españolas, aunque también, debido a que, en el caso de Roberto, el gusto se extiende al heavy metal, black metal, thrash metal y hardcore, autodenominándose, así, como un escucha “multigénero”, puesto que “de toda la música se aprende algo y se disfruta”, y en el caso de Omar, al ska, el rock urbano, el punk y el reggae, es la diversidad de gustos de cada integrante lo que brinda riqueza al proyecto.
No obstante, el grupo se enfoca principalmente al ska y al punk rock porque son géneros que “nos dan la oportunidad de mostrar nuestro sentir, nuestro disgusto con la sociedad y con lo que ocurre a nivel nacional y mundial. Para estos géneros no es necesario saber cantar ni bailar, sino que es expresar básicamente el sentir propio y que la gente lo disfrute, al igual que nosotros”, sostuvo Roberto.
Respecto a la importancia en la actualidad tanto del ska como del punk, dos géneros que nacieron ya hace algunas décadas, cada uno en un momento determinado, Roberto mencionó que “muchas veces la gente cree que el punk está muerto, pero no es así, puesto que seguimos en pie, seguimos resistiendo, seguimos la lucha y queremos que esa estrella no se extinga, no se apague; tiene muchos años; no dejemos que muera, porque es esencia. Sin estos géneros no existirían ahora las demás bandas que hacen incluso bachata. Su esencia es el perfume que le da al resto de la música ese color por el que la gente, los jóvenes, siguen aprovechando el rocanrol en su máximo esplendor”.
A ello, Omar agregó que “es de suma importancia el hecho de que existan estos géneros, porque plasman lo que en realidad vivimos como sociedad, desde el momento en que se sabe que es música de la calle, de los barrios, que une a las personas tanto para divertirse como para concienciar. Siempre se ha visto que son etapas generacionales en que sube y baja la demanda de asistencia, pero gracias a ello, el ska y el punk nunca están muertos, sino que simplemente la gente los deja de escuchar; la música siempre va a estar. Las generaciones pasan, pero la música sigue creciendo”.
Omar abundó que se han involucrado en estos géneros musicales también por la autogestión, porque por sí mismos han llevado su música a todos los lugares donde les es posible. Así, con esta libertad “se tiene también que dar énfasis a las cuestiones y problemáticas de nuestro entorno”, del mundo donde estamos inmersos y, por tanto, donde “aportamos con nuestra música tanto esparcimiento como concienciación”.
Roberto refirió el problema de la falta de apoyo en cultura, concretamente para los músicos, quienes no pueden salir tan fácil de sus ciudades, dentro de lo cual se incluyeron, puesto que “en estos casi seis años que llevamos en esta carrera, nos ha costado mucho trabajo poder colocar un poco de nuestra música, en la que, en parte, precisamente hablamos de eso, de qué futuro vamos a dejarles a nuestros hijos y al mundo; de cómo actúa el gobierno con los ciudadanos y cómo respondemos ante tal situación”.
Frente a estas limitantes, La Vagabunda manifiesta en sus canciones que es imprescindible que el ser humano lleve una vida digna y pueda desarrollarse plenamente, dentro de lo cual es necesario no creer todo, sino criticar, pero aunado a la crítica, proponer. Es fundamental para ellos, pues, saber ejecutar las acciones desde lo social, lo cultural y lo musical, para poder llevar este mensaje a la gente.
La Vagabunda tiene en su haber dos discos; el primero se intitula Punk demonius y fue grabado en 2013; el segundo, Voces del rincón, salió a la luz recientemente y es promocionado ahora por la agrupación. Este último se conforma de ocho temas y, al igual que el primero, puede ser escuchado en todas las plataformas digitales, disponibles para descarga gratuita. “Nuestra intención es que llegue a todos los rincones y se pueda distribuir con toda facilidad”, resaltaron.
Aunque Voces del rincón es el material actualmente difundido, la agrupación continúa creando música, porque “estamos haciendo lo que nos gusta y nos relaja. Queremos llegar a muchos espacios”, subrayó Roberto.
En la lírica de La Vagabunda, además de protesta, se abordan, citando a Roberto, quien compone la letra y la música con el apoyo del resto de sus compañeros (Julio, en guitarra; Joel, en bajo; Gerardo, en primera guitarra, y Omar), “amores y desamores, encuentros y desencuentros, pero también canciones para niños, es decir, hay temas de conciencia para todas las edades”, ya que “buscamos que la música sea universal, para toda la gente”.
Así, por ejemplo, en la canción Desollado, que fue una de las que la agrupación tocó esa noche en Zacatecas, se habla de amores y desamores. Tienen tambié una canción dirigida al papá, quien, como señala dicha pieza, significa mucho en la educación. Hay otras de protesta, rebeldía y resistencia, “de no callarnos la boca por nada del mundo y que nadie abuse de nosotros”, agregó Roberto.
Dicho eso, recalcó la importancia de que “siempre haya autonomía y que la rebeldía no se confunda con delincuencia”. Enfatizó que La Vagabunda busca, sin violencia, “llegar al corazón de las personas que tal vez no logran la conciencia y la empatía de vivir en plena armonía y que exista, así, reciprocidad de todas las partes”. No debe confundirse, dijo, la rebeldía con la delincuencia, y lamentó que el rock se satanice gracias a quienes van a una tocada para la que, “a duras penas, pueden hacerse los espacios, y llegan para robar, golpear a otros y convertir” el evento “en violencia y caos. No queremos eso, sino un cambio positivo para todos, un equilibrio total”.
La Vagabunda, cuyo lema es “Resistencia, amor, paz”, se ha presentado, además, en León, Guanajuato; Guadalajara, Jalisco; Escuinapa de Hidalgo, Sinaloa; Manzanillo, Colima, y en varios municipios de Nayarit. Puede encontrarse en Facebook en el enlace www.facebook.com/lavagabundapunk/.
