Liquidación, Reestructuración. El logo del IMSS de la Unidad Médica Urbana (UMU) de “La Noria” apenas se ve. Unas rejas impiden el acceso a vecinos de Xochimilco afiliados al antiguo programa Prospera —ahora IMSS-Bienestar— que se atendían ahí. No es la única clínica que cerró, ignoro, cuál sea la estrategia política a largo plazo, encabezada por el Presidente AMLO. Tal inmediatez revela una cotidianidad, ¿tan terrible como el neoliberalismo? Por tratarse de una exacerbación impresionante de sucesos en el sentido de las afectaciones individuales y familiares que se pudieran ocasionar a los mexicanos con esas acciones. Por ejemplo, ¿quién tiene en México, el PODER para decidir ORDENAR el cierre de 300 unidades del IMSS y a la vez despedir a Médicos y Enfermeras de las UMU (Unidades Médicas Urbanas) en 18 entidades? ¿Hay un impacto casi nacional por eso? ¿Eran “mafias”? Además, denunciaron, a todos se les pidió entregar las instalaciones a más tardar el 15 de junio. Ese día, ¿aparecerá la Morenita del Tepeyac para consolar a los mexicanos de semejante golpe contra la salud y el nivel de vida, de médicos, enfermeras y pacientes? La cursiva muestra el doble sentido de la terribilidad del acto.
La nota de Perla Miranda para La Jornada, es elocuente; no parece haber aparición que medie. La nota anterior, directa, difunde, anuncia, previene: hay un embate neoliberal contra el pueblo de México del que todavía sin consulta, ni propuesta alterna, de golpe y porrazo, se impulsa y pasa a transitar de lo que pudiera haber sido un ejemplo de cultura cívica y política democrática, a asestar con dureza, incluidos sus electores, un golpe, ¿de corte neoliberal, asestado por AMLO, al frente del Gobierno Federal? Sigue la sobadita al chipote: “se informó que debido a la conclusión del proyecto Prospera y su transformación al nuevo Programa de Becas para el Bienestar de Educación Básica Benito Juárez, IMSS- Bienestar ya no recibirá los recursos que Prospera proporcionaba al ramo 12 del Presupuesto de Egresos de la Federación, sino que ahora se entregaría a los beneficiarios, por lo cual las Unidades Médicas Urbanas tendrían que dejar de operar. ¿Quién garantiza que eliminar las Unidades Médicas Urbanas generará para la niñez antes beneficiada, mejores resultados? Al final, ¿a manos de quién, llegarán esos recursos? ¿Quiénes serán los auténticos beneficiarios y a cuántos realmente se les despoja del beneficio anterior, en cuanto a dieta, sanidad y tiempo? Ser Presidente tiene límites y pone límites, AMLO debe dar seguimiento a esta acción de su Gobierno para, con puntualidad y apertura, informar y hasta corregir, si se hace necesario. Por lo pronto, es una decisión ejecutiva tomada en un sistema presidencial que actuó sin foro, ni debate, previos, ni públicos.
Se insiste y se resiste: “En la Secretaría de Cultura hemos enfrentado una serie de retrocesos que nos han exigido movilizarnos para buscar y promover que las cosas cambien. Somos conscientes de que lo ideal sería tejer lazos con otras representaciones e impulsar una transformación colectiva, sin embargo, la realidad dista mucho de la utopía y resulta de los intereses personales de líderes que venden la dignidad y los derechos de la base trabajadora”, dijo el SNDTSC, el pasado 13 de junio, en un comunicado. Ojala y así fuera en todos lados, le iría mejor a AMLO, trabajaría más a fondo.
La IP, se mueve, faltaba más y con sentido: En su mensaje semanal, el presidente del organismo, Gustavo de Hoyos Walther, señaló que es responsabilidad del estado mexicano invertir bien los recursos de los mexicanos a fin de fomentar el crecimiento económico sólido y constante. “De no comenzar a tener una visión estratégica de largo plazo, que realice inversiones de alto valor agregado y no caprichos, las consecuencias podrán ser desastrosas”, aseveró el representante empresarial de la Coparmex. (¡UPS!)
